En un mundo de alta sociedad y crimen organizado, el doncel Seokjin Montclair enfrenta la presión de un matrimonio forzado con el líder rival Jungkook Rutherford, solo para descubrir que su verdadero desafío es proteger su familia, su amor verdadero...
La atmósfera en la mansión Montclair seguía cargada de tensión tras la reunión entre Seokjin y Jungkook Rutherford. Aunque Seokjin trató de mantener una apariencia serena, sus pensamientos estaban en constante agitación. Sabía que el rechazo de la propuesta no solo había causado malestar, sino que había abierto la puerta a nuevas y potencialmente peligrosas estrategias por parte de los Rutherford.
A la mañana siguiente, el sol apenas comenzaba a iluminar la opulencia de la mansión Montclair cuando un nuevo desafío se presentó. Un sirviente, con una expresión grave, entregó una carta a Seokjin. La carta estaba sellada con el emblema de los Rutherford, y al abrirla, Seokjin encontró un mensaje claramente calculado para perturbar su paz.
"Querido Seokjin,
Comprendo que mi propuesta haya sido inesperada y difícil de aceptar. Sin embargo, mi objetivo no es forzarte, sino hacerte ver el valor de lo que te ofrezco. Como muestra de mi buena voluntad, he decidido ofrecerte una oportunidad para reconsiderar tu decisión. He organizado una serie de eventos a lo largo de la ciudad donde espero que puedas encontrar un espacio para reflexionar sobre lo que realmente significa la alianza entre nuestras familias.
Espero verte pronto.
Atentamente, Jungkook Rutherford"
Seokjin se sintió inquieto al leer la carta. La invitación a eventos públicos y su tono de desafío le hicieron comprender que Jungkook no se rendiría fácilmente. Decidió hablar con Taehyung y Namjoon para evaluar la situación.
—¿Qué opinas de esto? —preguntó Seokjin, mostrando la carta a su hermano y a su padre.
Taehyung frunció el ceño al leer el mensaje. Su mirada se volvió dura y protectora.
—Jungkook está jugando un juego peligroso. No se detendrá hasta que consiga lo que quiere. Debemos mantenernos alerta y preparados para cualquier cosa.
Namjoon, con su sabiduría y experiencia, asintió lentamente.
—Es probable que Jungkook esté tratando de maniobrarte en una posición en la que te sientas obligado a aceptar su oferta. Deberíamos considerar todas nuestras opciones y preparar nuestra defensa.
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La primera de las invitaciones de Jungkook fue un evento benéfico de alto perfil en el centro de la ciudad, una gala en la que la elite de la sociedad se reunía para mostrar su apoyo a diversas causas. La mansión Montclair, en un esfuerzo por mantener la calma y la imagen de su familia, decidió asistir al evento. Seokjin, a pesar de sus reservas, sabía que debía mantener su dignidad y demostrar que no estaba dispuesto a ceder ante las presiones de los Rutherford.
La gala era deslumbrante. Las luces parpadeaban, la música clásica envolvía el ambiente y los asistentes, vestidos con trajes de gala, conversaban en un tono elegante. Seokjin estaba acompañado por Taehyung, mientras Namjoon supervisaba discretamente desde un rincón.
Jungkook hizo su entrada con una gracia que atrajo todas las miradas. Su presencia, combinada con su imponente atuendo, hizo que todos se apartaran para dejarle el paso. Al ver a Seokjin, sus ojos se iluminaron con una mezcla de desafío e interés.
—Seokjin —dijo Jungkook, acercándose con una sonrisa elegante—. Me alegra verte aquí. Espero que encuentres este evento tan entretenido como prometí.
Seokjin, sintiendo la presión de la mirada pública, mantuvo una sonrisa cortés.
—Gracias por la invitación, Jungkook. El evento es realmente impresionante.
Jungkook, sin apartar su mirada de Seokjin, hizo un gesto hacia un rincón apartado de la sala, donde la conversación podría ser más privada. Seokjin lo siguió, con una mezcla de curiosidad y desconfianza.
—Quiero que sepas que, a pesar de tu rechazo, sigo pensando que una alianza sería beneficiosa —dijo Jungkook mientras ambos se dirigían hacia el rincón—. No quiero que te sientas presionado, pero creo que debemos seguir conversando.
Seokjin, tratando de mantener la compostura, se giró hacia Jungkook.
—He sido claro en mi decisión. No creo que esta conversación lleve a algún cambio en mi posición.
Jungkook, con un leve brillo en sus ojos, sonrió de manera enigmática.
—Entiendo. Pero lo que no entiendes es que, en este mundo, la resistencia puede ser una invitación al desafío. Te aseguro que la presión sobre ti solo aumentará.
