Capítulo 13

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Los meses siguientes a la crisis en el hospital trajeron consigo cambios significativos para Seokjin y Jungkook. Decidieron que lo mejor para el bienestar de su hijo era que Seokjin y el bebé se mudaran a la mansión Rutherford, con Jungkook. Este nuevo capítulo de sus vidas prometía ser un desafío, pero también una oportunidad para sanar y reconstruir.

La mansión Rutherford, aunque imponente y lujosa, se llenó de una nueva sensación de esperanza y expectativa con la llegada de Seokjin y su hijo. Jungkook había hecho todo lo posible para preparar un entorno acogedor para su nueva familia. La habitación del bebé estaba decorada con ternura, y el ambiente de la casa, aunque aún mantenía la sofisticación característica de los Rutherford, se había vuelto más cálido y familiar.

Seokjin, aunque aún procesaba el dolor y la desconfianza, comenzó a adaptarse a su nueva vida. La presencia constante de Jungkook, que estaba decidido a demostrar su compromiso y amor, le brindó un rayo de esperanza. A pesar de las tensiones pasadas, la dedicación de Jungkook hacia su familia era innegable.

Una semana después de la mudanza, Jungkook organizó una reunión especial en la mansión Rutherford para presentar a su hijo a sus amigos más cercanos y a la familia de Seokjin. La ocasión también era una oportunidad para que las dos familias, que habían estado distantes y en conflicto, se reunieran en un ambiente más relajado y esperanzador.

La mansión estaba llena de vida y bullicio mientras los invitados comenzaban a llegar. Los amigos de Jungkook, liderados por Yoongi y Jimin, llegaron con regalos y sonrisas. Yoongi, con su habitual tranquilidad, ofreció un apoyo silencioso pero firme. Jimin, por su parte, estaba encantado de conocer al bebé y ver cómo se desarrollaba la relación entre Seokjin y Jungkook.

Por el lado de Seokjin, su hermano Taehyung y su padre Namjoon también asistieron, aunque con sentimientos encontrados. La relación entre Seokjin y Jungkook seguía siendo un tema delicado, pero ambos hombres habían aceptado la necesidad de unidad por el bien de su hijo.

—Bienvenidos a nuestra casa —dijo Jungkook con una sonrisa cálida mientras saludaba a los invitados—. Nos alegra mucho tenerlos aquí para conocer al nuevo miembro de nuestra familia.

Seokjin, aunque aún algo reservado, sonreía mientras observaba cómo el ambiente se llenaba de risas y conversaciones. El bebé, un pequeño que parecía ser una mezcla perfecta de los dos padres, estaba en brazos de Seokjin, recibiendo cariñosos comentarios de todos.

—Él es nuestro hijo —dijo Seokjin con un brillo en los ojos, mostrando a su bebé a los invitados—. Aún estamos pensando en un nombre definitivo, pero por ahora, él es nuestro pequeño milagro.

Las conversaciones giraban en torno al bebé mientras todos se reunían alrededor de la cuna decorada con esmero. Yoongi y Jimin, con sus acostumbradas actitudes relajadas, se acercaron para hacerle preguntas a Seokjin sobre el bebé y cómo estaba adaptándose a la nueva vida.

—Es un verdadero encanto —dijo Jimin, mirando al bebé con admiración—. Se nota que está rodeado de amor.

Namjoon, aunque inicialmente había sido escéptico, observaba a su hijo con una mezcla de orgullo y preocupación. La presencia de Jungkook y su esfuerzo por hacer que Seokjin se sintiera cómodo era evidente, y aunque la reconciliación aún estaba en proceso, el ambiente de la casa ofrecía una oportunidad para avanzar.

—Me alegra ver que ambos están intentando construir un futuro juntos —dijo Namjoon, acercándose a Jungkook—. Espero que puedan encontrar la felicidad y la estabilidad que todos deseamos.

La tarde avanzó con un aire de cordialidad y optimismo. Seokjin y Jungkook pasaron tiempo conversando con sus amigos y familiares, presentando a su hijo y compartiendo momentos de alegría. Aunque la historia entre ellos había estado llena de desafíos, el nacimiento del bebé ofrecía una nueva perspectiva, una posibilidad de redención y esperanza para el futuro.

A medida que la noche se acercaba y los invitados comenzaban a despedirse, Jungkook y Seokjin se encontraron en un rincón tranquilo del jardín, observando cómo el bebé dormía plácidamente en su cuna. La luna brillaba sobre ellos, y el aire fresco de la noche brindaba una sensación de paz.

—Lo hicimos —dijo Seokjin, mirando a Jungkook con una sonrisa fatigada—. Empezamos un nuevo capítulo, y aunque no ha sido fácil, siento que estamos construyendo algo real.

Jungkook tomó la mano de Seokjin, sintiendo el peso de la responsabilidad y la gratitud en su corazón.

—Sí, estamos construyendo algo real —respondió Jungkook—. Y estoy decidido a hacer todo lo posible para que esta familia sea feliz y sólida. Te agradezco por darme la oportunidad de demostrarte que mis sentimientos son verdaderos.

Seokjin asintió, sintiendo que, a pesar de todo, había una chispa de esperanza en su corazón. La noche había sido un paso importante hacia la reconciliación y el comienzo de una nueva etapa en sus vidas. Aunque el camino aún estaba lleno de incertidumbre, Seokjin y Jungkook estaban dispuestos a enfrentarlo juntos, con la esperanza de construir un futuro lleno de amor y estabilidad para su hijo.

En el resplandor de la luna y con el suave murmullo del jardín, Seokjin y Jungkook se abrazaron y se unieron en un beso lleno de amor, mirando hacia el futuro con renovada esperanza y determinación.

El Vínculo de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora