Desde 0 | João Félix

Mi esposo.

Joao Félix pov's:

1 año después
📍 Fulham, Londres.

Hoy daría un paso más allá en nuestra relación.

Un paso muy tocho.

Enzo: verás que te dirá que si, relájate. -dijo mi amigo al ver que mis nervios no se iban.

Joao: y si me dice que no enfrente de toda esa gente?. -me agobiaba al imaginar lo que podría suceder.

Marc g: deja que todo fluya, te va a decir que si.

Tal vez estéis un poco confundidos.

Os explico rápido.

Inna es el amor de mi vida y siempre lo será, es por eso que quiero pedirle matrimonio, llevamos 7 años de noviazgo y siento que ya es hora de dar el siguiente paso.

Pero aún así estaba nervioso.

Porque si me rechazaba iba a quedar en ridículo con toda la gente que estaba afuera.

Al grandioso Enzo se le había ocurrido la maravillosa idea de pedírselo en el estadio.

Hoy iba a ser titular así que tendría más chances de anotar, para así dedicarselo a ella.

Le di el anillo en la caja a Jorge, para que a mí no se me cayera.

Salimos al césped y saludé a la afición como de costumbre.

Pero al instante mi mirada se chocó con la de Inna, quien me miraba sonriente.

Entonces mi estómago dió un vuelco.

Entonces el partido había comenzado.

Enzo me dió un pase muy claro pero para mí mala suerte le di al palo.

Me puse las manos es la cara, frustrado, ya había fallado muchas.

Enzo: venga, llevas todo el partido desconcentrado, concéntrate.

Pero pude escuchar un grito que provenía de las gradas, era de mi hermosa novia.

Inna: vamos amor!!, para la próxima lo anotas! -voltee a mirarla y le sonreí en forma de agradecimiento.

El partido estaba muy reñido, ninguno de los dos equipos había logrado anotar por ahora.

Estaba muy estresado y agotado.

Cuando menos lo esperaba nos agotaron un gol.

Joder!.

El primer tiempo había terminado y fui a dónde Inna por qué ella me había dicho.

Inna: estás bien?, te noto raro.

Joao: te amo.-vi su cara de confundida.

Pero no le dió tiempo de decir nada más porque Marc vino corriendo a mi.

Marc g: vamos, el partido está por empezar.

Y nos fuimos corriendo.

(...)

Faltaban 3 malditos minutos para el final del partido.

Aún íbamos perdiendo.

Lo demás paso muy rápido.

Cole me di un pase largo listo para chutar y meterlo.

Y eso fue exactamente lo que hice.

Había anotado.

Fui corriendo a dónde Jorge por el anillo.

Que el sin dudarlo me lo dio.

Todos me miraban extrañados como si yo fuese un loco.