Capítulo 4

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Pasa una hora y luego otra, de acuerdo con las campanas de Basgiath, las cuales podemos escuchar desde aquí. Luego el último cadete llega al patio seguido de tres jinetes que salen del otro torreón.

Xaden viene entre ellos. No es solo su altura lo que lo hace destacar entre la multitud, sino también la manera en que los demás jinetes parecen moverse cuando están cerca de él, como si fuera un tiburón y los demás pececitos que se quieren poner a salvo.Ya son diez de ellos allá arriba, y por la manera en que el comandante Panchek avanza hacia el frente, mirándonos

Veo que estamos por empezar y me acerco a Violet y Riannon.

—Trescientos uno de ustedes sobrevivieron al parapeto para convertirse en cadetes el día de hoy —comienza a decir el comandante Panchek con la sonrisa de un político mientras nos señala. El tipo siempre ha hablado con las manos—Buen trabajo. Sesenta y siete no lo lograron.

El pecho se me aplasta mientras mi cerebro hace rápidamente los cálculos.

—Escuché que ese puesto es solo una punta de lanza para él —susurra Tara—Quiere el trabajo de la general Sorrengail y luego el del general Melgren.

—¿Del general Melgren? —susurra Rhiannon a mi otro lado.

—No lo conseguirá —dice Violet en voz baja mientras el comandante nos da la bienvenida al Cuadrante de Jinetes—. El sello que le da su dragón a Melgren es la capacidad de ver cuál será el resultado de una batalla antes de que se lleve a cabo.
No hay forma de vencer eso, y no te pueden asesinar si sabes lo que pasará.

—Como dice el Código, ¡ahora comenzará lo difícil! —grita Panchek y su voz viaja sobre los quinientos cadetes que calculo que estamos en este patio— Sus superiores los pondrán a prueba, sus compañeros los cazarán y sus instintos los guiarán. Si sobreviven a la Trilla, y si son elegidos, serán jinetes. Y ya veremos entonces cuántos de ustedes logran graduarse.

Mi mente máquina a mil por hora y si no soy suficiente para que un dragón me escoja ,y si me convierto en cenizas incluso antes de llegar al Guantelete.

—Los instructores les enseñarán —promete Panchek, señalando con un movimiento de mano hacia la fila de profesores frente a las puertas del área académica—. Ustedes deciden qué tanto aprenderán. —Nos apunta con su dedo índice—. La disciplina les corresponde a sus unidades, y su líder de ala tiene la última palabra. Si yo me tengo que meter… —Una sonrisita siniestra le va llenando la cara—. No quieren que yo me tenga que meter.

—Dicho esto, los dejo en manos de sus líderes de ala. ¿El mejor consejo que les puedo dar? No se mueran. —Se baja de la tarima con el comandante ejecutivo, dejando solo a los jinetes en el escenario de piedra.

Una mujer morena con hombros anchos y una mueca de desdén pasa al frente, y los
picos dorados que lleva en los hombros de su uniforme brillan bajo la luz del sol.

—Soy Nyra, líder mayor del cuadrante y jefa del Ala Uno. Líderes de sección y de pelotón, tomen sus lugares.

Mi hombro se sacude cuando alguien pasa entre Rhiannon y yo. Otros lo siguen hasta que unas cincuenta personas están frente a nosotros, en formación.

Violet comienza a explicarle a Riannon como se organiza el cuadrante de jinetes ,por la distintas jerarquías .

—¡Primer pelotón! ¡Sección Garra! ¡Ala Uno! —grita Nyra.

Un hombre que está cerca de la plataforma levanta la mano.

—Cadetes, cuando digan su nombre, fórmense detrás de su líder de pelotón
—instruye Nyra.

  Las Alas Del Destino|Fourth Wing|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora