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« La Traición a Lilith »


Lilith, con la voz entrecortada por la emoción, dirigió su mirada hacia los presentes.

— Ahora, hablemos de como yo fui traicionada, que como ustedes, pensé que nunca me traicionaria de esa manera — comenzó, su voz cargada de dolor y resentimiento. — La traición más cruel de todas.

Un silencio sepulcral se apoderó de la caverna. Todos sabían que Lilith era una de las figuras más poderosas del Inframundo, y la idea de que alguien pudiera traicionarla de esa manera era inconcebible, también sabían que ella no respetaba a Satán como su pareja ya que bueno siempre fue una mujer libertina.

— Satanás siempre había envidiado mi belleza y mi poder, —continuó Lilith. — Deseaba tenerme a su lado, pero yo siempre lo rechacé. Mi corazón pertenecía a otro hombre y nunca me deje someter ante sus deseos, también se enojaba porque me gustaba divertirme — dijo guiñando un ojo a Azazel.

— Por dios Lilith no queremos esos detalles — Grito un dramático Belial

Ella solo río

Lilith hizo una pausa dramática, dejando que la tensión se acumulara.

— Así que urdió un plan para deshacerse de mí. Junto a Paimon y Mammon, me tendió una trampa. Me invitaron a un banquete en su honor, pero en realidad era una emboscada. — hablo mas sería y fría — Y Astaroth ese maldito, me engaño y me dejó desarmada.

Con un escalofrío que recorrió la espina dorsal de todos los presentes como cada vez que ella hablaba, Lilith continuó:

— Durante el banquete, me atacaron por sorpresa. Paimon intentó absorber mi esencia, mientras que Mammon buscaba apoderarse de mis tesoros. Logré escapar por los pelos, pero no sin antes perder gran parte de mi poder.

Lilith se llevó una mano al corazón, como si sintiera aún el dolor de aquella traición.

— Creí que Satanás era inocente y fui por su ayuda, pensaba que había sido manipulado por Paimon y Mammon. Pero me equivocaba e intenté escapar pero Astaroth me bloqueó antes de salir del infierno. Tenía órdenes de matarme, logré someterlo y dañarlo pero ya estaba muy al descubierto.

— Al descubrir que había sobrevivido, Satanás enfurecido me encontró y me encadenó en las profundidades del Inframundo. Me privó de muchos de mis poderes y me dejó allí, esperando que muriera lentamente.

Un murmullo de indignación recorrió la caverna. Los demonios se sentían traicionados y enfurecidos. Satanás había demostrado ser un enemigo despiadado y sin escrúpulos.

— Pero yo no me rendí,— continuó Lilith, con una sonrisa desafiante. — Antes de la traición a Bael, el fue y rompió mis cadenas hechizadas y en el momento preciso donde un demonio salía del inframundo por medio de un conjuro, lo mate y tome su lugar llegando a este plano existencial, y juré vengarme de Satanás por todo lo que me había hecho.

Lilith levantó la cabeza, mirando a cada uno de los presentes a los ojos.

— Y ahora, estamos aquí, unidos en nuestra búsqueda de justicia. Juntos, derrotaremos a Satanás y recuperaremos todo lo que nos pertenece.

— Lilith sobre lo que decías de nuestros poderes — recordó Abigor

— Ah si si — ella río — Descubrí que en este plano existencial, somos más poderosos que en el infierno y que nuestros poderes aumentan aquí. Y aunque Satanás ha robado los poderes de muchos de nosotros en el Infierno,— comenzó Lilith, su voz resonando con una profunda sabiduría, — sus poderes son aún más limitados en este plano existencial porque los de el solo sirven en el infierno. En la Tierra, nuestras habilidades son amplificadas, nuestras conexiones con el mundo de los mortales son más fuertes.

Un murmullo de asombro recorrió la caverna. Los demonios intercambiaron miradas incrédulas. No habían considerado esta posibilidad.

— Satanás ha creído siempre que dominando el Infierno, dominaría todo, — continuó Lilith, — pero se equivoca. La Tierra es un campo de batalla mucho más grande, y nosotros tenemos un as bajo la manga.

Lilith hizo una pausa dramática, dejando que la tensión se acumulara. — Nuestras conexiones con los mortales nos permiten influir en sus sueños, sus miedos, sus deseos más profundos. Podemos manipularlos a nuestra voluntad, convertirlos en nuestros aliados.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de todos los presentes. La idea de tener tal poder sobre los mortales era aterradora y emocionante al mismo tiempo.

— Y no solo eso, — continuó Lilith, — sino que también podemos utilizar las energías de la Tierra para fortalecer nuestros propios poderes. Podemos convocar tormentas, provocar terremotos, e incluso abrir portales hacia otros mundos.

Lilith levantó la cabeza, mirando a cada uno de los presentes a los ojos. — Así que, aunque Satanás sea poderoso, no es invencible. Juntos, podemos derrotarlo y reclamar lo que nos pertenece.

— En estos momentos ya debe saber que nos hemos unido — Habló Agares

Bael asintió

— ¡Exacto, Lilith! — exclamó Legión, su voz resonando con un entusiasmo siniestro. — Mientras Satanás se regocija en su falsa victoria, nosotros debemos estar un paso adelante. Es hora de trazar un plan que no solo lo derrote, sino que lo destruya por completo.

Legión se paseó entre los demonios, su mirada recorriendo cada rostro.

— Debemos considerar todos los ángulos, todas las posibles contingencias. ¿Qué tal si dividimos nuestras fuerzas en escuadrones especializados? Un grupo se enfocará en infiltrar las fortalezas de Satanás, otro en sabotear sus suministros, y un tercero en sembrar el caos entre sus legiones.

— Es una posibilidad — respondió Azazel

— Además, debemos aprovechar nuestras conexiones con el mundo mortal, no olvidemos nuestras habilidades, — agregó Legión con una sonrisa. — Podemos invocar terremotos, desatar tormentas, y crear ilusiones tan realistas que incluso Satanás dudará de su propia percepción.

Los demonios asintieron con entusiasmo. La idea de un ataque coordinado y multifacético les gustaba además podrían causar caos por un bien.


***

Tan tan tannnn

(Cap en corrección)

Lilith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora