Al día siguiente, Francesca se encontraba limpiando los ventanales del pasillo en el segundo piso cuando notó la llegada de Bruce. Desde su posición junto a las cortinas, lo vio cruzar el jardín con su característico porte serio y resuelto. A pesar de su fama, no había nada ostentoso en su andar. Al contrario, parecía preferir la discreción, manteniéndose distante, casi como una sombra dentro de su propia casa.Francesca se apartó un poco para no ser vista, después de unos segundos observo como apareció por el pasillo y se dirigía sin decir palabra hacia su despacho, el mismo lugar donde había ocurrido el incidente con la fotografía, ni siquiera la miró, como si ella no estuviera ahí. El recuerdo de lo sucedido la había atormentado desde entonces. No solo por el portarretrato roto, sino por la mirada severa que Bruce le había lanzado. No sabía exactamente cómo debía actuar en su presencia ahora, pero una parte de ella sentía la necesidad de disculparse de manera más directa.
Mientras terminaba de limpiar, el conflicto interno la consumía. Debería dejar las cosas como estaban y continuar con su trabajo, pero también sabía que debía asumir la responsabilidad por su error. Sus pensamientos iban y venían, y por más que intentaba concentrarse en la tarea, sus ojos se desviaban una y otra vez hacia la puerta cerrada del despacho de Bruce.
Finalmente, tras un largo suspiro, dejó a un lado el paño de limpieza y tomó una decisión. Tenía que disculparse. Alfred había sido claro sobre los espacios privados, pero Bruce merecía una disculpa directa de su parte. Tal vez esa fuera la forma de reparar lo que había pasado.
Francesca caminó con pasos cautelosos hacia el despacho, sintiendo que su corazón se aceleraba con cada paso. Sabía que no sería una conversación fácil. Llegó frente a la puerta de madera, la misma que la había intimidado aquel día, y se detuvo por un momento, respirando hondo. Dudó. Quizás no era el mejor momento... ¿Y si lo interrumpía? Pero antes de que pudiera cambiar de opinión, levantó la mano y golpeó suavemente la puerta.
No hubo respuesta inmediata. Tal vez no la había oído. O tal vez él simplemente no quería ser interrumpido. Estaba a punto de alejarse cuando escuchó la voz profunda y seria desde el interior.
—Adelante.
Francesca tragó saliva, girando lentamente el picaporte y entrando en el despacho. Al cruzar el umbral, la sensación de estar fuera de lugar volvió a invadirla. Allí estaba Bruce, sentado detrás del gran escritorio de madera oscura, sus ojos centrados en unos papeles, aunque levantó la vista hacia ella cuando entró. La miró con una expresión impasible, y de inmediato, Francesca sintió el peso de su mirada.
—¿Señor Wayne? —empezó, nerviosa—. Perdón por interrumpir, sé que está ocupado, pero quería... quería disculparme por lo que ocurrió.
Bruce no dijo nada al principio, simplemente la observó en silencio, lo que solo aumentó su nerviosismo. Francesca continuó, torciendo un poco las manos frente a ella.
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Afterglow (Bruce Wayne/The Batman)
Fanfic"Dime que no es mi culpa Dime que soy todo lo que quieres Incluso si rompí tu corazón"