Oh...

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⚠️Este capítulo contiene escenas explícitas, (sexuales, +18, como quieran llamarle) que pueden resultar incómodas para el lector, se recomienda leer con discreción y si no se sienten cómodos pueden saltarse esa parte del capítulo o dejar de leer si gustan.⚠️





Después de la cena, Francesca se disculpó suavemente

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Después de la cena, Francesca se disculpó suavemente. —Voy un momento al baño —le dijo a Bruce, quien asintió mientras ayudaba a Celeste a ponerse su abrigo.

Caminó hacia el elegante baño del restaurante, con pasos ligeros, sintiendo que necesitaba un respiro. El aire entre ella y Bruce había estado cargado de mucha tensión que no podía ignorar, y ese momento a solas era justo lo que necesitaba para reordenar sus pensamientos.

Al entrar al baño, el cálido resplandor de las luces suaves iluminó los espejos y las encimeras de mármol. Francesca se acercó a uno de los espejos y observó su reflejo. Se quedó allí, en silencio, mirándose fijamente, asegurándose de que todo estuviera en orden. Se alisó un poco el cabello asegurándose de no estar despeinada y tomó una respiración profunda, intentando relajarse.

Los últimos días habían sido una locura. Desde que conoció a Bruce, todo parecía estar cambiando para ella, y aunque sabía que él no era una persona fácil de entender, algo en él la atraía como un imán.

De repente, el sonido de la puerta del baño abriéndose la sacó de sus pensamientos. Una joven entró, alta y delgada, con un abrigo de diseño sobre sus hombros. Tenía el cabello rubio perfectamente peinado y unos tacones que resonaban con suavidad en el suelo. Se dirigió a uno de los lavabos, pero se detuvo de repente al ver a Francesca.

La joven la escaneó de arriba abajo, sus ojos azules fijos en el vestido de Francesca con una intensidad que la hizo sentir incómoda.

—Ese vestido... —dijo la chica con una voz suave pero firme—. ¿Dónde lo conseguiste?

Francesca parpadeó y bajó la vista a su vestido. —Oh, amm.. fue un regalo —respondió, tratando de sonar casual mientras se giraba ligeramente hacia el espejo para evitar el contacto visual.

La chica sonrió, una sonrisa que no era del todo amigable, más como de envidia reprimida. —Tienes tanta suerte. He estado buscando ese vestido durante meses. —Su tono era un poco cortante, como si estuviera molesta por no haberlo conseguido antes.

Francesca no entendía del todo por qué tanto alboroto. El vestido era bonito, sí, pero no pensaba que fuera algo tan especial. Sin embargo, la chica seguía mirándola como si llevara algo sacado directamente de una pasarela o algo así.

—¿Te lo dio tu novio? ¿O tu esposo? —preguntó la chica, arqueando una ceja mientras la miraba expectante.

Francesca tartamudeó, sin saber realmente que decir. —Eh... bueno, yo...

Antes de que pudiera formular una respuesta coherente, la chica la interrumpió con un gesto de la mano. —No importa. Quien sea que te lo haya dado, tienes suerte. Ese vestido es carísimo.

Afterglow (Bruce Wayne/The Batman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora