10. preguntas para Martin

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Fueron a por esa copa. A por esa, y a por muchas otras más. Juanjo sentía que perdía el control por momentos, pero tampoco estaba muy preocupado. Al menos, no tanto como al principio de la noche. El corazón le latía a un ritmo acelerado y, a su lado, Martin parecía moverse en el mismo estado que él. Estaban borrachos. Y ni siquiera quiso pensar en como lo haría al día siguiente para poder ponerse en pie y trabajar. Porque el pequeño contaba con una ventaja diferente, que él podría quedarse durmiendo en la cama hasta tarde. Pero Juanjo no, Juanjo tendría que estar despierto mucho antes.

De todas formas, el líquido que le bajaba por la garganta le impedía pararse a pensar demasiado en aquello. Y los dedos de Martin aferrándose a la piel expuesta de su brazo también, arrastrándole entre risas tontas hacia la planta de abajo una vez más, dispuesto a sacarle fuera de la discoteca para, según él, tomar algo de aire fresco.

Y casi que lo agradecía, en realidad. Porque el humo y el aire húmedo que había en el interior del local había comenzado a marearle desde hacía ya un buen rato.

Una brisa fresca chocó contra sus mejillas al salir y él cerró los ojos para sentirla mejor. No tuvo mucho tiempo para detenerse a disfrutarla, porque pronto Martin volvió a tirar de él. Le dejó hacerlo, caminando por donde le guiaba, solo murmurando algo de que fuera más lento cuando la cabeza comenzó a pesarle demasiado. Le llevó hacia uno de los laterales del recinto, prácticamente vacío, dejando atrás todos los grupos de gente que aún se apelotonaban cerca de la puerta principal, fumando o bebiendo. También le obligó a sentarse en la acerca junto a la pared, y Juanjo juró que la visión se le nubló por completo al hacerlo, al dejarse caer contra el suelo, siendo acompañado por Martin segundos después.

El bullicio de la gente parloteando lejos de ellos aún era audible, y tal y como había sucedido en el baño, Juanjo agradeció el descanso que suponía no estar escuchando la música a todo volumen sobre él. La noche se hizo un poco más pesada y, para amenizar el cansancio de sus piernas y de su cuerpo, dejó caer la cabeza contra la pared a sus espaldas. Suspiró y cerró los ojos. A su lado, Martin también pareció hacer lo mismo. Le sorprendió que estuviera en silencio, relajado. Pero por si acaso, prefirió no decirle nada. Se mantuvieron así durante unos minutos más.

"Tengo frío."

"Martin, es imposible que tengas frío, estamos a mitad de junio" balbuceó, atascándose en algunas palabras.

"Pues yo te digo que tengo frío."

Abrió un ojo para poder mirarle de soslayo, frunciendo el ceño con duda. Era imposible que estuviera sintiendo frío. Hacia algo de fresco, pero no era lo suficiente como para poder considerarse frío. Además, Martin aún estaba sudando por el calor que hacía dentro de la discoteca. A su derecha aún con los ojos cerrados, la sonrisa del vasco le dio una idea de lo que en realidad estaba haciendo. Le estaba mintiendo para quedarse con él. Y si no hubiera sentido sus extremidades tan pesadas, Juanjo le hubiera estampado un puño sobre la cara.

"¿Y qué quieres que haga yo?" aún así, le siguió el juego, soltando un suspiro y volviendo a colocarse en su posición anterior, con ambos ojos cerrados y la cabeza apoyada sobre la pared.

"Creo que es el momento perfecto de la noche para que me abraces románticamente y me consueles por estar pasando frío."

"¿Cómo en un libro, a eso te refieres?"

"Exacto" su voz sonó entusiasmada, como si estuviera satisfecho con que Juanjo hubiera parecido entenderle. "Pero que sea una escena bonita, ¿me oyes?" su lengua se movió pesadamente, notándola menos ágil que de normal. Era solo un producto de todo lo que había bebido. "Tienes que hacerlo lentamente, como si te diera vergüenza hacerlo. Piensa que somos los protagonistas y métete en el papel. Luego tienes que decirme algo muy bonito. Cómo que te encanta mi sonrisa y mis ojos. Lo típico. Y bueno, si te sientes animado y todo eso, también es el momento perfecto para que me beses. Pero no hace falta que lo hagas ni lento ni con vergüenza. Con que lo hagas me sirve, la verdad."

Cowboy Like meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora