El tal Aslan

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"Pásame eso, Hermione." Habló George.

"Graben esto porque no pasa todos los días." Dijo Charlie riendo. "Dime, George, ¿sabes leer, hermanito?"

"Te sorprenderías de todos los libros que he tenido que leer para mantener la tienda, hermano." Dijo George con una sonrisa orgullosa.

Hermione le pasó el libro a George y él se frotó las manos con emoción. Veía a T/n como una hermana mayor bastante asombrosa y cariñosa. Si ya la amaba sin saber todo lo que estaban conociendo de ella, pues ahora era muchísimo más su admiración hacia la mujer.

Ella siempre fue su mayor apoyo frente a su madre cuando estaban empezando con Sortilegios Weasley.

"Capítulo #5. El tal Aslan."

Edmund miraba cómo la tierra y el paisaje a su alrededor cambaban a tonos verdes y marrones. Sentía la calidez envolver todo su cuerpo. El río frente a él emitía el sonido del agua correr y chocar con las rocas mientras la cascada fluía con rapidez.

"Hace demasiado calor." Comentó Ginarrbrik ajustándose su chaleco de piel. Jadis lo miró mal y él se encogió de hombros. "Voy a estar en el trineo." Y se marchó.

"¿Tenía que decir justamente eso?" Preguntó con un suspiro Charlie.

Edmund tenía una pequeña sonrisa, pero la borró inmediatamente luego de escuchar la voz de Maugrim.

"Majestad." Anunció el jefe de la manada. Uno de los lobos traía al zorro entre sus dientes. No estaba muerto, pero sí estaba bastante débil. "Encontramos al traidor. Incitaba al enemigo en el Bosque Tembloroso." El lobo arrojó al zorro frente a la reina y éste dejó escapar un quejido.

"Ay, no" Susurró Hermione.

"Ah. Que agradable sorpresa. Anoche fuiste de gran ayuda para mis lobos" Habló Jadis. "¿Podrías ayudarme ahora?" Edmund veía aquella escena con un poco de miedo.

"Perdóneme, majestad." El zorro bajó la cabeza.

"Halagarme no te va a servir."

"No quiero ser grosero, pero no se lo decía a usted." El zorro miró a Edmund con admiración bailando en sus ojos. Jadis volteó a ver al niño que ahora sí estaba temblando del miedo.

"¡Toma!" Gritaron los hermanos Weasley, menos Percy, y los Merodeadores.

Lo que había dicho el zorro los metería en problemas a ambos. Edmund miró de reojo a la reina y sintió el miedo subirle desde los pies a la cabeza en cuestión de segundos. Estaba en problemas. Serios problemas.

Jadis avanzó con mirada amenazante y apuntó su cetro en dirección al zorro. Los lobos cerraron un poco más el perímetro que tenían alrededor del animal de pelaje anaranjado.

"¿A dónde se dirigen los humanos?" Preguntó con falsa tranquilidad la bruja.

El zorro no respondió y miró a Edmund con un tanto de temor. Jadis no esperó más respuesta y elevó el cetro dispuesta a congelar al animal en aquel momento.

"¡Alto! ¡No, no lo haga!" Intervino el chico Pevensie entre el animal y la reina. "El castor habló sobre una mesa de piedra. Que Aslan tiene tropas ahí." Confesó.

"Ay, Edmund..." Suspiró Amy.

"¿Tropas?" Analizó Jadis. El zorro bajó la cabeza un tanto decepcionado ante lo que había dicho el niño. "Gracias Edmund. Es bueno que estas criaturas conozcan la honestidad... ¡Para morir con ella!"

Jadis picó al zorro, quien dejó escapar un chillido, y éste terminó congelado al igual que cientos de criaturas antes que él. Edmund gritó. Se sentía mal. Otro narniano había terminado en manos de Jadis porque él había abierto la boca.

Eviterno (Ares Black y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora