Por tu guerra, por tu paz

Capitulo 16 "Señorita Verónica"

⚠️Capitulo algo fuerte⚠️

Narra Eva:

—Ah...ahhh....AAHH, más adentro pequeña — la señorita Verónica me toma del cabello y hunde más mi cabeza para obtener más acceso a ella.

Lamo, chupo y succionó cada vez más para complacer a quien será mi dueña  los próximo días.

Mi ama abre más las piernas y sujeta más fuerte mi cabeza para luego soltar un gran gemido y terminar por correrse en mi boca, intento limpiar la zona pero antes de poder terminar ella me alza hasta quedar a su altura
Y besarme; ella invade cada rincón de mi boca con su lengua, saboreando sus propios fluidos desde mi boca.
Me sujeta con fuerza para mantenerme mucho más cerca, me presiona contra su cuerpo y me besa hasta que el aire falta, se separa de mi para ahora atacar mis pechos.

En ningún momento me suelta, siempre a sido así, siempre le ha gustado poseerme, quiere saber que no tengo oportunidad de irme. Como si quisiera recordarmelo siempre.

—Ahh — me quejo un poco ante la fuerte succión que le da a mi pezón, no entiendo por qué hice ruido..ya debería estar acostumbrada, fue involuntario, estaba pensando en otra cosa.

—Te dolió?— me pregunta

Niego con la cabeza.

—Lo siento— me dice para después depositar un beso en dónde había succionado anteriormente.

Ella hace eso...no sé cómo explicarlo...ni siquiera sé si quiero explicarlo...tal vez me da miedo lo que pueda pensar.

Flashback: (Recuerdo de hace más de un año)

El señor Nigan lleva un buen rato en una de las habitaciones de la casa, lo único que ha salido de ahí son gemidos.

Me ducho, después de un rato salgo de la bañera y me dirijo al baño principal de la casa. Aún hay cosas ahí que necesito; salgo de mi habitación, ya no escucho gemidos ni ruido alguno, supongo que han terminado y se han ido.

Llegó a la puerta del baño pero antes de poder entrar la puerta se habré y detrás de ella aparece una mujer recién bañada.
Es hermosa, no puedo negarlo, es alta con su cabello negro azulado en perfectas condiciones incluso mojado, tiene la piel blanca...tanto que parece de un tono lechoso.
Es delgada pero no de una forma exagerada, es como si estuviera en su peso ideal, con una cintura fina, grandes pechos y grandes caderas, y claro..un trasero increíblemente formado.

Es totalmente atractiva a la vista de cualquier persona, más que atractiva.

—Quien eres?— es lo primero que sale de su boca en un tono casi imponente.

Agachó la mirada y trato de regresar a mi habitación.

—Te hice una pregunta— insiste. Pero si le respondo puede que Nigan se moleste, y no quiero ser golpeada hoy.

Me giro y trato de dar un paso hacia delante pero ella me toma del hombro para impedirme dar un paso más.
Es ahí cuando reparo en mi desnudes, me siento expuesta en indefensa.
Tal vez siempre me siento así, pero con nuevas personas la sensación igual es nueva o diferente.

Ella también está desnuda, pero parece no afectarle en lo más mínimo.
Es claro que ella tiene todo el control de la situación.

—Que pasa aquí?— Nigan aparece viendo la escena, me tenso un poco al escucharlo.

—Yo ya me iba, señor

—No, tu no irás a ningún lado— la mujer no suelta mi hombro, no me lastima pero tampoco me permite moverme.