Por tu guerra, por tu paz

capítulo 10

Existe algo que de primera instancia creo que solo es mío y después me entero que todos los demás también lo tienen.

Pero hay algo más que es mucho mejor, cuando creo que algo lo tiene todo el mundo y resulta que solo es mío.

Eva es un total misterio quisiera poder conocerla sin tener que involucrar a más gente...una vez que Nigan se acerque Amelia ya no habrá vuelta atrás y Amelia estará más que involucrada.

Esperamos en el auto un poco lejos del antro hasta ver que lleguen, ojalá sí lleguen.

Después de un rato veo cómo llega un auto Lamborghini color gris plateado del cual desciende Nigan, le indico a Mel quién es Nigan y ambas lo miramos por un instante hasta que cruza al otro lado del auto para abrir la puerta del copiloto y ayudar a que salga una mujer de piernas largas,  cabellera rubia, pecho evidentemente operado y una sonrisa en el rostro que demuestra que está encantada con las actitudes del tipo.

Una mujer que claramente no es Eva.

Ambos entran al antro mientras un trabajador se lleva el auto al lugar del estacionamiento y regresa.

Eva no está.

—Crei que estaría con él — le digo a Amelia sin dejar de mirar el antro.

—Lo mismo pensé

No sé qué hacer, en este momento no puedo hacer nada, no puedo actuar... no serviría actuar ahora.

Trato de ver las opciones que tengo y los posibles escenarios que se me avecinan pero soy interrumpida por una puerta abriéndose, veo que es Amelia a punto de salir del carro pero la detengo antes de que salga.

—Qué haces?— le digo mientras le sostengo el brazo

—Como que qué hago Damita, iré donde esta Nigan, ese es el plan ¿No?— me mira incrédula como si lo que dijera fuera más que obvio.

—Pero...no está Eva, ¿Que se supone que haga yo?

—Al menos me conocerá, me mirara o algo, mínimo tiene que verme primero antes de acercarse o algo así no?

—Esta con otra mujer, no sabes si tan siquiera te mirara o no. Aparte no sabemos quién es esa tipa o que relación tenga con Nigan.

—Minimo tenemos que intentar no?— me dice insistente — vamos Damita, lo are bien, tienes que confiar en mi.

—Confio en ti..pero no en ellos — Mel me mira atenta

Suspiro y asiento

—Te estaré mandando mensajes okey?

—Esta bien

Amelia baja del carro para dirigirse a la entrada del antro, una vez que entra pierdo su rastro.

Me preocupa que Nigan pueda sospechar de que Amelia vaya sola, un antro no es lugar para ir solo.

Después de un rato me cuestiono si es correcto e inteligente quedarme aquí afuera, no creo que sea bueno tal vez sea mejor alejarme unas cuantas cuadras. Pongo el auto en marcha y avanzo por las calles solitarias junto con la noche que cubre todo a su paso solo iluminado por algunos postes de luz y mis faros; me estaciono en un lugar que creo apropiado y reviso mi celular.

Mel:
*Foto adjunta*

Abro la foto que Amelia me mandó y descubro lo que es.

En la foto se aprecia una mesa del lugar a la que supongo es donde está sentada Mel, la foto está tomada por la parte de abajo y se ven tres pares de piernas, los de Amelia, los de una mujer de piernas largas con tacones vinos y los de un hombre con pantalones negros.