⁠*⁠.⁠✧ Capítulo 1。⁠*゚⁠+

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Tarde, tarde, tarde.

Orm se quitaba el delantal y lo cuelga para seguidamente correr al baño y limpiarse el rostro que habia sido salpicado de harina con una toalla un tanto húmeda. Se mira al espejo y se asegura que está decente para seguidamente volver a correr hasta la entrada de su apartamento, allí se pone sus zapatos y toma las llaves de su coche.

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El sol de la tarde alumbraba el campo de fútbol el cual está siendo vaciado de niños que felizmente parloteaban y saltaban alegres por su primer entrenamiento de la temporada. Los padres los toman de la mano mientras se retiran del club y Lingling sonríe mientras guarda su botella de agua en su mochila alargada y azul.

Había extrañado eso.

Había sido un buen entrenamiento, al menos para ser el primer día y Lingling lo había disfrutado mucho así que se encuentra satisfecha. Ahora que los entrenamientos han vuelto a comenzar y vuelve a hacer lo que más le gusta, Lingling está deseado llegar a su casa y tener una agradable noche para si misma.

Pero es justo entonces, cuando estaba dispuesta a guardar el material que había sido utilizado durante el entrenamiento, algo la detiene.

- ¡Entrenadora Ling! - La voz dulce y aguda exclama, haciendo que Lingling se de la vuelta.

Allí, en la mitad del campo de fútbol vacío, una niña de cabello lacio y castaño sonrie mientras sus manitas sujetan las correas de su mochila amarilla y corre hasta ella.

Ranlada Kornnaphat. Fácil de saber debido a que es la única niña en el equipo de fútbol infantil.

- Hey pequeña, ¿Que haces aquí? - Le dedica una sonrisa sincera. Y tal vez es debido a que la niña es adorable, o simplemente el amor incondicional que Lingling siente por los niños.

Cuando la vio llegar hace dos horas atrás, Lingling se había sentido muy emocionada de tener una pequeña en su equipo, así que nadie podía culparla si sentía debilidad por la niña de ojos miel y hebras castañas.

Al fin y al cabo, había crecido rodeada de niñas.

- Entrenadora Ling, creo que mi mami se ha olvidado de mi.- Lo dice encogiéndose de hombros como si aquello fuera de los más normal, haciéndo que Lingling levantada una ceja.

- Eso es imposible, las mamás no se olvidan de sus bebés.- Dice con una sonrisa divertida mientras se agacha para quedar a su altura y mirar aquellos ojos miel que brillaban con emoción.

- Mamá es especial - La niña anuncia.- Tía Ying dice que mamá es un desastre, pero yo creo que es divertida.

- Ya veo.- Asiente mientras aprieta los labios.- ¿Quieres ayudarme a guardar el material en el almacén mientras esperamos a que llegue tu mami?

Los ojos de Ranlada brillaron y con la mayor sonrisa en sus labios, asiente repetidamente.

- ¡Me gusta este! - Ranlada anuncia señalando el tatuaje de huella de perro en el brazo de Lingling.

Ambas se encuentran sentadas en el calido césped minutos después de haber recogido todo lo utilizado en el entrenamiento. El sol dorado de la tarde los ilumina con gracia mientras con una sonrisa Lingling enseña sus tatuajes.

- ¿Este? Es una buena opción.- Ranlada asiente y levanta la cabeza para mirarla.

- Mi mami tiene tatuajes también.

Lingling aprieta los labios en una pequeña sonrisa, y la curiosidad por conocer a la peculiar madre de la pequeña burbujea en ella con casa cosa que Ranlada menciona.

- ¿Si? ¿Y cuál de los suyos es tu favorito?

Ranlada no parece pensarlo, enseguida sonríe con entusiasmo.

- El de maripositas - Dice con emoción. Y Lingling está segura de que la pequeña adora hablar de su madre.- Tiene un par de mariposas volando en su abdomen.

- Wow, si es tu favorito, debe ser genial.- Ranlada asiente con emoción, haciendo que sus hebras se muevan de arriba abajo.

- Lo es, y...

- ¡Ranlada! - La voz de una joven castaña de ojos color miel me interrumpe, la cual se encuentra caminando hasta donde ellas se encontraban sentadas.

- ¡Mami!

Lingling se pone de pie en el momento en el que la pequeña se levanta y corre hasta su madre, quien la toma en brazos y la aprieta contra su pecho de forma aliviada.

- Te he echado de menos, siento llegar tarde.

- No pasa nada, la entrenadora Ling me estaba enseñando los tatuajes de su brazo ¡Tiene muchos como tu!

Orm entonces hace contacto visual con la mujer que viste un pantalón gris deportivo y una camiseta blanca ceñida a su torso. Y al verla, sus mejillas se convierten en tonos diferentes de carmesí.

- Lo siento, es mi primera vez dejando a Ranlada en una actividad extraescolar y no estoy acostumbrada a la rutina, no volverá a suceder.

A Lingling se le escapa una pequeña sonrisa por la clara preocupación de la contraria. Lo encuentra un tanto gracioso y ahora empieza a entender lo que Ranlada mencionaba al principio.

- Tranquila, no hay problema. Ranlada es un encanto.- Lingling dice de forma amable, con su sonrisa dibujada en su rostro.

Orm asiente y dirige su mirada a su hija entre sus brazos, enseguida apareciendo una sonrisa dulce.

- ¿Has sido buena, bebé? - Le pregunta, dejando un beso en su frente.

- ¡Siempre lo soy! - Orm sonríe divertida, causando que Lingling se muerda levemente el labio.

- Dejémoslo en casi siempre.

- Siempre, mami.

Orm niega divertida ante el puchero que se ha formado en los finos labios de su pequeña. Entonces, vuelve a mirar a Lingling sintiendo como enseguida sus mejillas se tornaban rojizas.

- De nuevo, gracias por estar con ella mientras no estaba.

- Por supuesto - Asiente - Es un placer conocerla señora Kornnaphat.

- No me llames señora, soy joven todavía.- Dice con una pequeña sonrisa mirando al suelo, segundo después vuelve a levantar la mirada.- Soy Orm.

Lingling sonríe.

- Lingling. Encantada de conocerte, Orm.

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Nueva adaptación pq pinshi ship es precioso y cómo m encanta.
Recuerden que es una adaptación de ©larryflowers28

Todos los derechos son de esa autora.

¡𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎𝚗𝚊𝚍𝚘𝚛𝚊 𝙻𝚒𝚗𝚐! ⊰⁠⊹ฺ ෆ [LingOrm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora