⁠*⁠.⁠✧ Capítulo 12。⁠*゚⁠+

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Orm tenía que haberlo sabido, que quizás jugar bajo la lluvia una mañana fría de otoño no era ma mejor opción.

Pero aquella mañana estaba tan feliz, había tenido un delicioso desayuno junto a Ranlada y Ying, quienes no paraba de preguntarle sobre la noche anterior. Y Orm aún se sentía en una nube, aún podía sentir los labios de Lingling contra los suyos, sus manos en su cintura y sus palabras repitiéndose una y otra vez en su cabeza como una canción pegadiza.

Quizá sabía que aquello pasaría, pero no le importo. Y ahora, rodeada de mantas y con la nariz roja, maldice no haberse quedado quieta.

Porque ahora, estaba enferma.

☾✩.*⭒☁. .☁⭒*.✩☽.

- Sabía que te iba a gustar - Ranlada dice con emoción, sentada delante de Lingling en el césped del campo de fútbol.

- Es una buena película - Lingling asiente con una sonrisa mientras intenta hacer de nuevo la coleta de la pequeña.

La niña sonríe mientras su entrenador termina de atar su coleta y una vez está peinada de nuevo se gira para mirarlo.

- ¿Entonces ya son novias? - Pregunta con la mayor sonrisa en sus labios, sacando una risa sincera de la pelinegra.

- ¿Novias? - Pregunta divertida mientras frunce el ceño levemente.

- ¡Claro! Se miran como las mamás de Piyawat, las cuales están casadas, siempre sonrien como cuando la tía Ying ve a la señorita de los tatuajes y tuvieron una cita. Según mis cálculos, tienen que ser novias.

Lingling sonríe con cariño. Sin duda veía el punto en lo que Ranlada decía.

- No estoy segura de que funcione así, bicho.

- Debería, los adultos son raros.- Ranlada frunce el ceño con confusión, y Lingling sonríe cuando se da cuenta de lo mucho que se parece a su madre - Si quieren ser novias y darse besos en la boca como en las películas, deberían de hacerlo.

Lingling supone que la pequeña de siete años tiene razón, a veces las cosas parecen más complicadas de lo que realmente son. Y bueno, ella realmente quiere intentar algo serio con Orm.

Sin embargo, se limita a sonreír y negar levemente con la cabeza.

- Creo que has visto demasiadas películas románticas, bicho.

- Son las favoritas de mi mami.- Responde encogiéndose de hombros.

- Ni me lo recuerdes, no sé cuántas veces me ha obligado a ver "Historias de un matrimonio" - Alguien dice detras de ellas.

- ¡Tia Ying! - Ranlada exclama levantándose rápidamente para abrazar a su tía.

- Hola pequeña - Ying se agacha para abrazarla con la mayor sonrisa en su rostro.

- Ying, hola - Lingling lo saluda con una pequeña sonrisa, a pesar de estar un tanto confundido.

- Hola, Lingling - Ying sonríe, apartándose de Ranlada para mirar a la pelinegra.

- ¿Está todo bien? - Lingling pregunta, aunque realmente lo que quiere decir es "¿Dónde está Orm?"

De golpe, el miedo de que Orm no quiera volver a verla después de su cita la invade. Varios posibles escenarios de porque la castaña no quería verla aparecen en su cabeza, y Lingling solo espera que ninguna sea real.

- Si, tranquila - asiente, haciendo que la pelinegra pueda volver a respirar - Está un poco enferma.

- ¿Enferma? - pregunta confundida.

¡𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎𝚗𝚊𝚍𝚘𝚛𝚊 𝙻𝚒𝚗𝚐! ⊰⁠⊹ฺ ෆ [LingOrm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora