⁠*⁠.⁠✧ Capítulo 4。⁠*゚⁠+

710 81 14
                                    

- ¡Ranlada! - Orm la llama desde la cocina - ¿Puedes venir un momento?

- ¿Que pasa mami? - La niña pregunta mientras corre hasta donde su madre se encuentra.

La castaña sonríe cuando la ve aparecer con un tutú rosado en su cintura y una corona encima de su cabellera lacia, la toma en brazos y seguidamente la deja encima de la mesada.

- ¿Recuerdas que la entrenadora nos ayudó el otro día a llegar a casa? - Pregunta sonriente.

- Sip - Dice asintiendo.

- Estaba pensando que quizás podríamos hacer algo para darle las gracias.

Ranlada frunce el ceño.

- Pero ya le dimos las gracias.

- Si, pero quizás podemos hacer algo especial para ella, por habernos ayudado. Igual que cuando por ejemplo le hicimos un pastel a la tía Ying por ayudarnos a arreglar la calefacción.

Los ojos de Ranlada se iluminan con la idea de prepararle algo a su entrenadora y enseguida se encuentra asintiendo varias veces con la cabeza.

- ¡Si! ¡Regalo para la entrenadora Ling!

Orm sonríe y seguidamente deja un beso en la frente de la pequeña.

- ¿Que te parecen unas galletas?

Ranlada sonríe ampliamente ante la sugerencia, asintiendo con entusiasmo.

- ¡Galletas de chocolate para la entrenadora Ling!

☾✩.*⭒☁. .☁⭒*.✩☽.

- ¿Cómo en las pelis? - Piyawat pregunta, con sus ojitos brillantes y una sonrisa que expresa pura emoción.

Se encuentran calentando un tanto apartados de los demás, hablando entre ellos sin realmente prestar mucha atención a lo que deberían estar haciendo.

- Mhmm - Ranlada coloca su mano en la barbilla y se encoge de hombros - No estoy muy segura, pero mi mamá se pone muy nerviosa, como cuando la tía Ying va a esa tienda de tatuajes y ve a la señora que le gusta.

Piyawat frunce el ceño, pero asiente.

- ¿Tu crees que tú mamá y la entrenadora se van a casar?

- No lo sé, pero espero que si, porque la entrenadora Ling me cae muy bien - Sonríe - Y tiene un coche muy bonito.

El niño de cabello rubio sonríe.

- Si se casan, ¿Puedo ir a la boda?

- Puedes, pero para eso primero tenemos que hacer que se enamoren.

- ¿Y como hacemos eso? - Ranlada aprieta los labios, procesando la preguntas y buscando una respuesta.

- No lo sé.

Se quedan en silencio, casa uno pensando la manera perfecta en la que conseguir que su pequeño plan funcione.

- ¡Ya se! - Ranlada exclama, pero no demasiado fuerte para no ser regañada en mitad del calentamiento - Tengo que hablar con mi tía Ying.

☾✩.*⭒☁. .☁⭒*.✩☽.

- Hola, Orm - Lingling la saluda con una pequeña sonrisa cuando está se detiene frente a ella.

En el campo tan solo se encuentran ellas, porque quizás Orm se retrasa un tanto a propósito para tener unos cortos segundos solas con Lingling. No por nada en especial, tan solo porque la pelinegra es agradable (o al menos eso es lo que se dice a si misma).

- Hola - Sonríe .

- ¡Mamá! - Ranlada corre hasta ella al verla y Orm se agacha para abrazarla.

- Hola bebé - Dice apoyando su barbilla en el hombre de su hija.

¡𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎𝚗𝚊𝚍𝚘𝚛𝚊 𝙻𝚒𝚗𝚐! ⊰⁠⊹ฺ ෆ [LingOrm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora