⁠*⁠.⁠✧ Capítulo 10。⁠*゚⁠+

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- ¿Puedo pasar? - pregunta con una sonrisa abriendo levemente la puerta de la habitación.

- ¡Tia Ying! - Ranlada exclama emocionada y se levanta del suelo dónde se encontraba jugando para correr hasta la azabache. - ¿Que haces aquí?

Ying la toma en brazos y la aprieta fuerte contra su pecho, deja un casto beso en la cabeza.

- He venido a cenar, tu madre me ha invitado.- Le dice alegremente.

Ranlada por su lado sonríe divertida y levanta las cejas repetidas veces.

- Esta nerviosa.

- ¿Nerviosa? - pregunta con el ceño fruncido - ¿Por qué?

- Por su cita con la entrenadora Ling - anuncia con ojos brillantes de emoción.

- ¿Cita? - la niña asiente.

- Sip, la entrenadora Ling nunca ha visto los Minions.- Dice claramente, comí si aquello tuviera todo el sentido del mundo.

Ying frunce aún más el ceño, confusa, pero decide guardar todas las preguntas para Orm.

- Vaya, y yo ahora me entero.

- Mamá lleva todo el día actuando extraño, ha sonreído tanto que creo que le debe doler la cara.

- Bueno, eso es genial, ¿Verdad? Nos gusta ver qué mamá sonría.

- Si - la niña sonríe -. Mamá está muy feliz.

- Entonces nosotras también.

- Mami feliz, nosotras felices.

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- Así que una cita, ¿Eh? - Ying dice divertida al entrar en la cocina, encontrando a su mejor amiga terminando de hacer la cena.

Las mejillas de Orm enseguida se vuelven carmesí, y con cuidado deja la cuchara de madera encima de la encimera.

- Que rápida, le daba más de una hora hasta que sacara el tema.

Ying sonríe y se apoya contra la larga encimera de mármol, mirando a Orm de aquella manera que la ponía un tanto nerviosa.

- Estoy muy orgullosa, Orm.

Las palabras de Ying le hacen sentir pequeña, como si fuera una bebé que acaba de aprender a caminar. Porque de cierto modo, así era, Orm estaba aprendiendo a caminar fuera de su burbuja, de su cálida zona de confort.

Y era extraño y a veces le daban ganas de volver a esconderse dentro de su burbuja. Pero entonces la imagen de Lingling besándola bajo la lluvia le hace querer dar un millón de pasos hacia delante.

- No es nada.- Niega con una sonrisa nerviosa mientras baja la mirada y continua con la cena.

- Lo es, es la primera cita que tienes en años.

Lo era, exactamente la primera cita que tenía desde hace más tiempo del que podía recordar. Y estaba tan aterrada como emocionada.

- No lo sé, no es la gran cosa, ¿Sabes? Vamos a ver una película de niños con Ranlada.

Orm sonríe, una sonrisa grande y sincera.

- Suena divertido, y que Ranlada este involucrada solo lo hace mejor.

- Supongo.- Orm sonríe al recordar la forma en la que Lingling parecía encantada de que Ranlada fuera a estar con ella, la forma en la que hablaba de su hija como si fuera la niña más increíble del mundo.

- Me alegro mucho por ti, Orm.

- Gracias Yingi - le sonríe y se siente más tranquila ahora que su mejor amiga estaba con ella -. Ahora ayúdame a terminar la cena antes de que Ranlada se queje de que tiene hambre.

¡𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎𝚗𝚊𝚍𝚘𝚛𝚊 𝙻𝚒𝚗𝚐! ⊰⁠⊹ฺ ෆ [LingOrm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora