¡𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎𝚗𝚊𝚍𝚘𝚛𝚊 𝙻𝚒𝚗𝚐! ⊰⁠⊹ฺ ෆ [LingOrm]

⁠*⁠.⁠✧ Capítulo 7｡⁠*ﾟ⁠+

- Tengo un plan - Ranlada dice sentandose a un lado de Piyawat en la fresca hierba del campo de fútbol - Un plan para nuestra investigación.

El día estaba algo nublado, y tal vez en cualquier momento la lluvia podría hacerse presente. Sin embargo, Lingling se encuentra a lo lejos, hablando con otros niños, esperando a que llegue todo el mundo para empezar el entendimiento.

- ¿Un plan? - Pregunta el niño con el ceño fruncido.

- Para que mi mamá y la entrenadora Ling hagan las paces.

Resulta, que durante la última semana, Orm no ha aparecido para recoger a Ranlada ni una sola vez. Es confuso para Ranlada, y aún más para Lingling que no entiende que ha hecho más para que Orm no quiera verla.

Supone que las excusas de Ying con que la castaña está muy ocupada tan solo son eso, excusas. Una forma de evitar la realidad, Orm no quería verla.

- Pensaba que no estaban enfadas - Dice confundido.

- No lo están, pero mi mamá está triste y ya no va viene a buscarme.- La niña hace una mueca.

- ¿Crees que está triste porque echa de menos a la entrenadora? ¿Y porque no viene a verla? - La pequeña se encoge de hombros.

- Dice que está ocupada - Rueda los ojos.- Pero se la forma de arreglarlo.

- ¿Cómo?

- Si mi mamá no puede venir aquí, llevaremos a la entrenadora Ling a mi mamá.- Y con una sonrisa cómplice, Ranlada comienza a explicarle su plan.

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El cumpleaños de Ranlada llega más rápido de lo que Orm esperaba, y con este, la necesidad de que todo salga perfecto.

- ¿Como van esos sandwiches? - Pregunta entrando a la cocina, justo después de haber dejado varios tipos de zumos distintos en la mesa de la sala.

Podían oirse los gritos de emoción y las risas desde la cocina, proviniendo desde la habitación de la pequeña. Y Orm sonríe porque sabe que todo estaba saliendo como debería. Si Ranlada lo estaba pasando bien, significa que todo va perfectamente.

- Orm, solo tengo dos manos.- Ying se queja, rodando los ojos.

- Bien, te ayudo.

La chica solo sonríe satisfecha con esa respuesta y comienza a explicarle cómo los está haciendo.

- Estos son de crema de cacahuate y mermelada, estos son de queso y estos de jamón.- Ying le indica, señalando tres bandejas de plata distintas, donde caras de pan blando se encuentran listas para rellenar.

- Entendido - Orm asiente con una sonrisa.- Manos a la obra.

Ambas terminan de preparar todos los sandwiches y en un pequeño plato a parte colocan galletas que Orm había horneado esa misma mañana.

La castaña lleva las bandejas de comida a la sala, dejandolas en la mesita de café. Y una vez todo está perfectamente colocado, toma el mando de la televisión para seguidamente encenderla.

- ¡Pequeños monstruos, es la hora de la película!

Las risas se escuchan en la habitación de Ranlada, y enseguida un montón de pasos corriendo se hacen presentes a lo largo del pasillo. Justo segundos después, un grupo de cinco niñas y un pequeño rubio aparecen en la sala.

- ¿Que película vamos a ver, mami? - Ranlada pregunta, llevando su vestido de Aurora porque era de su color favorito.

El rostro de Orm se ilumina al verla. Ve la coleta que le había hecho aquella mañana completamente despeinada, y eso solo indica que lo estaba pasando genial. Y eso era todo lo que la castaña quería, que tuviera el mejor cumpleaños del mundo.