El viaje,La revelación y La boda

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El Reino de los Enanos era una joya oculta entre las montañas. Acompañado por Rimuru, Veldora y Diablo, Goku caminaba asombrado por las calles del reino. Los enanos eran conocidos por su destreza en la construcción y la forja, y eso se reflejaba en la magnífica arquitectura que los rodeaba.

Goku: (admirando los edificios) ¡Wow! Este lugar es increíble. ¡Nunca he visto nada parecido!

Rimuru: (sonriendo) Sabía que te impresionaría. Los enanos son unos genios cuando se trata de construir cosas.

El grupo se dirigió hacia el palacio, donde el Rey enano los esperaba. Los ciudadanos enanos observaban a Goku con curiosidad, susurrando entre ellos acerca de la presencia de un guerrero tan poderoso.

Una vez dentro del palacio, el Rey enano, un hombre robusto y de porte majestuoso, los recibió con una sonrisa cordial.

Rey Enano: (extendiendo la mano) Rimuru, es un placer verte de nuevo. Y tú debes ser Goku. He escuchado grandes cosas sobre ti.

Goku: (estrechando la mano del rey) ¡Encantado de conocerte! Este lugar es increíble, me encanta lo que han hecho aquí.

El Rey y Goku conversaron durante un buen rato, hablando de las historias de sus respectivos mundos. Goku, fascinado por la cultura enana, le preguntaba al Rey sobre las técnicas de forja y las armas especiales que los enanos creaban. El Rey, a su vez, estaba interesado en las aventuras de Goku como guerrero y en las increíbles batallas que había librado en su mundo.

Rey Enano: (riendo) Sabes, Goku, creo que seríamos buenos amigos. Tal vez incluso podríamos entrenar juntos algún día. ¡Sería interesante probar tu fuerza!

Goku: (sonriendo) ¡Eso suena genial! Siempre estoy dispuesto a un buen combate.

Después de varias horas de conversación y de establecer importantes acuerdos entre el Reino de los Enanos y Tempest, el grupo decidió que era hora de regresar. Rimuru y el Rey enano sellaron su pacto, fortaleciendo aún más los lazos entre ambas naciones.

De vuelta en el bosque de Tempest, Goku no tuvo mucho tiempo para descansar. Rimuru le había pedido que fuera con sus dos compañeros de equipo, Veldora y Diablo, a visitar el reino de Milim. Había una misión importante que cumplir, y la Reina Demonio les había solicitado su ayuda.

El Reino de Milim era salvaje y majestuoso, con vastos paisajes y montañas que parecían tocar el cielo. Goku, siempre emocionado por conocer nuevos lugares, observaba todo con asombro mientras viajaban por el reino.

Veldora: (con tono de advertencia) Recuerda, Goku, Milim no es alguien a quien debas subestimar. Si te enfrentas a ella, no será un combate fácil.

Goku: (sonriendo) Lo sé, Veldora. Pero eso lo hace más emocionante, ¿no crees?

Al llegar al castillo de Milim, la Reina Demonio los recibió con su energía imponente, aunque su rostro mostraba una sonrisa traviesa.

Milim: (cruzándose de brazos) ¡Goku! He oído que eres fuerte, pero quiero ver si puedes enfrentarte a mí. Después de todo, ¡soy la Reina Demonio!

La misión que tenían con Milim se completó sin problemas, pero como era de esperarse, Milim no dejó pasar la oportunidad de retar a Goku a una pelea.

Goku: (sonriendo emocionado) Si insistes, Milim, no puedo rechazar una buena pelea.

Los dos se posicionaron en un claro fuera del castillo, con Veldora y Diablo observando desde lejos. El aire se llenó de tensión mientras ambos guerreros se preparaban para desatar su poder.

Milim: (con una sonrisa) No te contengas, Goku. ¡Quiero ver todo tu poder!

Goku asintió, su expresión se volvió seria mientras aumentaba su ki. Su cabello se tornó de un rojo intenso cuando adoptó la forma de Super Saiyan God. Milim lo observaba con fascinación, su energía brillaba con fuerza a su alrededor.

Milim: (gritando) ¡Aquí voy!

Ambos se lanzaron el uno contra el otro, sus puños chocando con una fuerza abrumadora. El suelo temblaba bajo sus pies, y las ondas de choque de sus ataques resonaban por todo el reino. Milim se movía con una velocidad y fuerza impresionantes, pero Goku mantenía el ritmo con facilidad.

La batalla se extendió durante horas, con Goku y Milim intercambiando golpes y ataques de energía. La Reina Demonio era increíblemente fuerte, pero Goku no se quedaba atrás. Sin embargo, en un momento crucial, Goku logró esquivar uno de los ataques más poderosos de Milim y la derribó con un golpe bien calculado.

Goku: (jadeando) Eres increíble, Milim. No puedo creer lo fuerte que eres.

Milim: (sonriendo desde el suelo) ¡Tú tampoco estás nada mal, Goku! Pero no te emociones demasiado, la próxima vez te ganaré.

Ambos se rieron mientras se levantaban, y tras la intensa batalla, regresaron al bosque de Tempest. Goku, aunque exhausto, estaba más que satisfecho con la pelea.

Esa misma noche, mientras conversaban alrededor de una fogata, Goku cometió un desliz al hablar de su vida en la Tierra.

Goku: (mirando el cielo) Sabes, todo esto me recuerda a mis hijos… Goten y Gohan. Siempre que tenía tiempo, entrenaba con ellos.

Rimuru: (sorprendida) ¿Tienes hijos, Goku?

El saiyajin asintió, pero la expresión de Rimuru cambió de inmediato. Su mente comenzó a correr, pensando en lo que significaba.

Rimuru: (seria) Entonces… ¿estás casado? ¿Tienes una familia?

Goku, dándose cuenta de la confusión, se apresuró a aclararlo.

Goku: (rápidamente) No, ya no. Me divorcié hace tiempo. Aunque sigo cuidando de mis hijos, ya no estoy casado.

Rimuru suspiró, aliviada pero a la vez confundida. Sus sentimientos hacia Goku habían crecido con el tiempo, pero la revelación de que tenía una familia la había dejado pensando.

Rimuru: (con voz suave) Goku, si ya tienes una familia… tal vez lo que hemos estado haciendo no debería seguir. No quiero complicar las cosas.

Goku la tomó suavemente de la mano y la miró a los ojos.

Goku: (con seriedad) Rimuru, ya no estoy casado. Lo que siento por ti es real. No quiero que te preocupes por eso. Mis hijos siempre serán importantes para mí, pero eso no cambia lo que siento ahora.

Rimuru lo miró en silencio, sus pensamientos confusos, pero al final sonrió, sintiendo que Goku estaba siendo honesto con ella.

Rimuru: (sonriendo) Entonces… sigamos adelante.

Unas semanas después, todo Tempest estaba en celebración. La boda entre Rimuru y Goku había sido organizada, y el reino entero estaba lleno de alegría. Los amigos y aliados de Rimuru, así como los guerreros más poderosos del reino, asistieron al evento.

La ceremonia fue sencilla pero hermosa. Rimuru, vestida con una prenda elegante, caminaba hacia Goku, quien la esperaba en el altar con una sonrisa genuina en su rostro. Veldora y Diablo, como los más cercanos a Rimuru, también estaban presentes, junto con otros líderes importantes del reino.

Rey Enano: (en voz baja) Nunca pensé que vería algo así, una Reina Demonio casándose con un guerrero de otro mundo.

Veldora: (sonriendo) Es extraño, pero… parece correcto, ¿no crees?

Goku y Rimuru intercambiaron votos, sellando su unión frente a todos. La ceremonia concluyó con un beso que fue celebrado con aplausos y vítores. El futuro de Tempest parecía más brillante que nunca, con Goku ahora como parte integral del reino.

Pero en el fondo, Goku no podía evitar sentir que nuevas aventuras estaban por venir. Aunque ahora tenía una nueva vida en Tempest, sabía que aún quedaban muchos desafíos por enfrentar, y él, como siempre, estaba listo para lo que fuera.

Goku En Otro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora