Los dos omegas presentados con anteridad, se pusieron al tanto de todo (mor checo si que es chismoso). Ambos compartían bastantes cosas, ambos eran recesivos,amaban los animales Pero más a los perros, querían a los niños Pero no se sentían capaces de tener uno, ambos gustaban de ropa holgada,y de aventuras.
– y dime, si por cosas se la vida yo te pudiera que fueras conmigo al perla zul ¿Aceptarías?
– tal vez.
Respondio el monegasco con una sonrisa.
– nah, es si o no cabron.
Dijo el tapatío con una risa y empujándolo levemente.
– bien,bien si.
Acepto mientras miraba alfrente viendo a dos alfas pelear entre ellos, aunque no supieran el porque se veía como si estuvieran jugando jugando.
– ay que lindos los cachorros.
Dijo checo utilizando la voz de su Omega para llamar la atención de los dos alfas.
– obvio siempre.
Respondió Carlos mirándolo desafiante.
– calos
Charlie hablo mirando a Carlos mirandolo mal.
– uyy te tienen gobernado.
El rubio se hecho a reír mirando al otro alfa.
– cállate.
Dijo avergonzado y levemente enojado por la actitud del verstappen.
– y tu no cantes victoria.
Señaló Sergio a max mientras esté dejaba de reír.
– se te borro la sonrisa.
Canto levemente Carlos con una sonrisa. Ambos Omega rieron y miraron a los dos alfas.
–nos acompañan a la plaza.
Dijo Charlie con una sonrisa pícara.
– ¿A qué?
Pregunto Carlos,mientras max lo miraba confundido y el que hablo intrigado.
– a hacer un pequeño paseo,además es el festival del tulipán.
Sonrió Checo mirándolos mientras los más altos miraron sorprendidos.
– me lo dijo Charlie.
– es mi nuevo amiguis.
Dijo juguetónamente.
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Después de que todos se cambiaron, los alfas fueron jalados por los más bajos,pues querían ver,comer y comprar de todo, ya estaba cayendo la noche lo cual los apresuraba más.
– max cómprame un tiramisú.
Dijo checo agarrándolo por los hombros aunque jalando su camisa por la diferencia de altura.
– vamos a comprarte la cosa esa.
Ambos caminaron a una pastelería, siendo seguidos por la otra pareja. Entraron a la pastelería, y las luces cálidas de las velas iluminaban los rostros de las dos parejas sentadas en la mesa. Max y Carlos, los dos piratas , compartían un tiramisú con sus respectivos Omegas, Charlie y Checo. Tiempo después, minutos Victoria,llegó a la pastelería, se unió a la mesa, su belleza y elegancia contrastando con la vida de piratas que llevaban los alfas.
Pero había algo en el aire, algo que no se podía explicar. Un ambiente de misterio pero lleno de un toque de amor que daban los Omegas rodeaba la mesa, como si las palabras que se pronunciaban fueran solo una parte de una historia mucho más grande.
–Recuerdas cuando nos unimos a la vida de piratas.
dijo Max, con una mirada hacia Carlos. El alfa sonrió, y su mirada se cruzó con la de Charlie.
– ¿Cómo podría olvidarlo?
respondió alegre,el pecoso se inclinó hacia adelante, curioso.
–¿Cómo fue que se convirtieron en piratas?
Su voz era llena de curiosidad, a pesar de que varias veces la tripulación y la reina hablaron de como lo hicieron, el queria saber de su propia boca.
Max se recostó en su silla, una sonrisa en su rostro.
–Fue una noche como esta, en un pequeño puerto, mi padrino nos había llevado a Carlos y a mi, y habíamos oído historias de los grandes piratas que surcaban los mares, Pero también había algo que iba por cada rincón del mar, un pirata enamorado de un principe.
Pero su voz se detuvo abruptamente, como si hubiera recordado algo que no debía mencionar.
–Y entonces.
continuó Carlos, con una pausa.
–decidimos unirnos a ellos, buscar fortuna y aventura en el mar, Toto, fue el que nos regaló al gran perla zul.
Pero su voz parecía llena de remordimiento, como si estuviera recordando un error del pasado. Victoria intervino, su voz suave y melodiosa hizo presencia.
– Mi hermano siempre ha sido un aventurero, y Carlos su compañero de aventuras. Pero hay secretos que solo ellos conocen, y yo.
Su mirada se cruzó con la de Max, y por un momento, pareció que estaban compartiendo un secreto. El silencio que siguió fue pesado, como si las palabras que no se habían pronunciado fueran más importantes que las que sí se habían dicho. Las dos parejas se miraban, pero parecían estar viendo más allá de la mesa, más allá del presente.
De repente, Max se levantó de su silla y se dirigió hacia la puerta.
–Tengo que hablar con Toto,quedamos en vernos.
dijo, su voz baja y levemente curiosa.
Carlos lo siguió con la mirada, preocupado pues sabia que cuando Toto lo necesitaba era por algo, no solo para un saludo.
–¿Qué pasa, Max?
Max se detuvo en la puerta, su mirada seria.
–Hay un barco que llega mañana. Un barco que puede cambiar todo.
Y con eso, salió del restaurante, dejando a las otras cuatro personas en un silencio incómodo. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué secreto escondían Max y Carlos?¿Victoria tenía algo que ver? La noche parecía haberse vuelto más oscura.
La familia nunca se niega, ni se oculta, en las buenas y en las malas. La sangre derrama será una misma.
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Bueno perdón si es más corto que los demás, Pero esque como estoy escribiendo el otro pues quería salir rápido de acá, en fin una sola cosa le dejaré, una pregunta nada más ¿Hay algo en Carlos?. Hasta acá rocoo byeee 🏎️ fiaun
