Sirius's daughter//Wolfstar

29

El teléfono de Remus suena, rompiendo la cálida burbuja, aunque logra que Ela lo note.

-¡Remus!- exclama emocionada, así que Lupin ignora su celular y se acerca a saludarla.

-Hola Ela, ¿cómo te sientes?

-¡Mucho mejor! ¿tú?

Remus y Sirius sonríen divertidos.

-También mejor, ahora que estás aquí estamos más tranquilos.

-¿Convences a papá de salir de este feo lugar blanco e ir a tomar un helado?- pide, haciendo un puchero, mientras junta las manos.

Remus mira a Sirius, quien le regresa la mirada.

-Creo que deberíamos consultar con los médicos, Ela- opina Remus- quizá cuando salgas puedas ¿qué te parece?

-¡Quiero helado!- exclama cruzándose de brazos y comienza su berrinche.

El celular de Lupin suena nuevamente, esta vez es una llamada. Es el director de la escuela donde trabaja.

-Mierda- susurra para sí mismo, ya lejos de la pequeña familia, atiende- ¿Hola?-El hombre del otro lado de la línea le grita por un minuto entero.

-¡Es inaceptable que te vayas sin avisar, Lupin!

-Lo siento, tuve una emergencia familiar- Sirius sonrie, mientras su corazón salta emocionado por la palabra "familiar"

Remus se pasa 10 minutos intentando arreglar la situación.

-Papá- llama Ela- ¿con quién habla Remus?

-Creo que su jefe.

-¿Lo van a sacar?

-Espero que no- hace una mueca, preocupado.

-¿Por qué lo quieren sacar?- cuestiona Elara, jugando con el cabello de Sirius.

-No lo sé, cariño- suspira. Sí lo sabe y si lo echan será su culpa, él llamó a Remus llorando a mitad de mañana.

Remus cuelga la llamada y vuelve junto a los Black. Sirius lo mira a los ojos, Remus sonrie desanimado.

Alguien golpea la puerta y Remus va a abrir.

-Vengo a revisar a Ela- habla la doctora.

Remus mira a Sirius.

-Claro, pase- responde Black, dispuesto a seguir a Remus fuera de la habitación, quiere saber que pasó y como puede ayudarlo, pero Ela tira de su brazo.

-No te vayas, papi- pide la niña.

Sirius mira a Ela y luego a Remus, no sale. Se queda junto a su hija, a pesar de querer correr a abrazar a Remus, porque sabe que pasó y se siente culpable.

La doctora tarda demasiado en revisarla, así que Sirius supone que Remus ya se fue a casa.

-Está todo bien, traeremos comida para ella en un rato, buenas tardes.

-Gracias, doctora- saluda Sirius, Ela juega con el celular de su padre mientras Black decide salir a buscar a Remus, su sorpresa es grande al verlo apoyado en la pared, junto a la puerta, con un café en mano- Remus- llama sacando a Lupin de sus pensamientos.

-Sirius, ¿como le fue a Ela?- cuestiona el más alto.

-Está todo bien- sonrie tranquilo- creí que te ya te habías ido.

-¿Por qué lo haría?-pregunta Remus, mirándolo directamente a los ojos.

Sirius siente que el corazón se le encoge al ver la calma en los ojos ámbar de Lupi. Intenta sostener su sonrisa, pero sus ojos grises se empañan de lágrimas. ¿Cómo es posible que pudo pasar de despertar solo en una cama de hotel, sin señales de su cita de la noche anterior; a que  alguien que tal vez acaba de perder su trabajo por estar cinco horas a su lado en el hospital siga esperándolo?

-No lo sé- tartamudea- creí que...

Remus frunce el ceño y sonrie de lado, extiende el café.

-Espresso doble, ¿no?

Sirius mira el vaso térmico en la mano de Remus ¿él recuerda que café pidió hace semanas?