Cuando uno piensa en su lugar favorito usualmente piensan en un lugar hermoso o que significa demasiado para ellos. Para algunas personas su lugar favorito puede ser un bosque, un museo, un antro, incluso podría ser una escuela que guarda la mitad de sus vidas en ella pero para estos cuatro chicos su lugar favorito era encima de 9 ladrillos.
Todas las tardes este grupo de cuatro chicos salían de la escuela y cada quien hacía lo suyo. Ya sea que se arreglaban, dormían un rato, o se bañaban pero siempre se juntaban a las 5:30 de la tarde en el mismo lugar.
No importaba si llovía, si había una tormenta de arena o si había demasiada tarea. Siempre hallaban la forma de encontrarse en el parque. Ahí jugaban y platicaban lo que hacían en su día a día. Uno platicaba sobre su novia mientras los demás se quedaban callados ya que eran solteros, otro hablaba de como estaba al borde de reprobar mientras los otros tres se reían con él. El otro chico hablaba sobre cómo se va ir de la ciudad a la primera oportunidad que se le aparezca.
Sin embargo, el último chico casi nunca compartía nada. El solo hacía las preguntas y comentaba sobre lo que sus otros amigos decían. Jamás hablo sobre una chica, no mencionaba nada de sus planes a futuro. Supongo que el solo disfrutaba el momento sin necesidad de hablar sobre el.
Después de jugar un rato y perder el tiempo los chicos subían una montaña para poder ir por una bebida en una gasolinera donde estoy seguro que ellos mantuvieron el negocio de pie por 3 años ya que de lunes a jueves sin falta llegaban estos cuatro chicos y compraban siempre sus bebidas. Uno elegía un gatorade verde, uno azul, otro elegía agua de horchata quien sabe por qué, y el último escogía siempre un sabor nuevo.
En la fila para pagar sus cosas siempre se separaban en vez de pagar todo juntos y ya que uno estaba delante de otro se hacían pláticas en grupos de dos donde retomaban algún tema que dejaron pendiente en el parque o solo hablaban sobre sus hobbies. Ser el último chico en la fila era lo peor porque estaban solo dos opciones, o alguien del grupo fue bondadoso y te espero para abrirte la puerta antes de salir o todos ya se salieron mientras tú esperas a recibir tu cambio.
Salir de la tienda era como salir a la guerra. En cuanto pasarás la puerta tenías que defender tu bebida como si fuera un ticket ganador de la lotería. Como las bebidas vienen en vasos de foam estos chicos siempre hacian bromas estúpidas como intentar apretar tu vaso para que se desborde o incluso hacerle un hoyo con el dedo obligando a que te tomes rápido el jugo. Ahí era donde tenías que decidir si querias desperdiciar medio dolar de tu bebida o tomarte el jugo frío hasta que te doliera la cabeza.
Ya dejando sus juegos los cuatro chicos se van caminando nuevamente hacia la montaña por donde subieron pero cerca de ahí había una barda que nunca terminaron de derribar. Una barda soportada por solo nueve ladrillos la cual era el lugar perfecto para sentarse.
Un dia uno de los chicos venía cansado ya que digamos que no tenía un cuerpo muy atlético y subir una montaña no era algo que el disfrutace. Los demás lo intentaron obligar a bajar pero él solo puso su bebida en la barda y se sentó. Los demás no tuvieron de otra más que sentarse igual aunque dos se pelearon por que no les tocara el borde de la barda teniendo medio trasero al aire.
Ya sentados los chicos tenían usualmente 20 segundos en donde no había ningún ruido más que ellos tomando de su bebida mientras apreciaban la vista ya que justo enfrente de esa barda podías apreciar el atardecer. Dado a que los ladrillos no estaban en una zona tan baja ellos podían ver como el solo poco a poco se escondía tras el parque donde estaban hace unas horas.
Esos 20 segundos eran los 20 segundos más tranquilos de todo sus días.
Luego del pequeño descanso el grupo solo dejaba su vasos ahí ya que al parecer les pesaba mucho traer un vaso de foam en la mano hasta ver un bote de basura pero uno de esos chicos decidió llevarse su vaso. Los cuatro regresaban a sus casas y repetían el ciclo una y otra y otra vez hasta que sin saberlo llegó el último día que pasaron sentados juntos en la barda.
Ya que nadie les avisó que después de este día se separarian el grupo solo repitio todo como de costumbre. Charlaron, eligieron su última bebida, pelearon una última vez por defender su vaso y se sentaron a ver lo que sería su último atardecer y justo al ritmo que iban bajando esa montaña fue el ritmo que se separaron.
El primero en bajar la montaña fue un chico llamado Daniel. El se graduó de la preparatoria y de un día a otro decidió convertirse en un Navy SEAL lo cual fue una sorpresa para todos ya que jamás mencionó nada referente a eso.
El segundo chico que fue el causante de añadir a la rutina lo de sentarse en la barda se llamaba Gael o se llama. La verdad le perdí la vista desde hace muchos años. Fue la última vez que supe algo de él en esa montaña así que supongo que él hizo su vida en otra parte.
El tercero en bajar con esos tenis rojos tan icónicos que siempre usaba y sus lentes con varilla azul se llama Santiago pero todos le decíamos Santi. El se encerró en su casa y jamás volvió a salir. De vez en cuando conocidos me dicen que está bien y otros me dicen que ha cambiado mucho al chico que yo recuerdo. Al parecer él decidió relajarse en su cuarto con sustancias que le hacen olvidar sus problemas causados por su epilepsia.
El último chico en bajarse de la barda fui yo. Fue como si algo en mi supiera que ya no habrá más momentos como este asi que queria aprovechar todo el tiempo posible pero los demás ya estaban abajo y ahora justo como ese dia solo quedo yo en la barda.
Yo seguí con mis estudios ya que aún no se muy bien que hacer de mi futuro. Siendo sincero pensaba que todo el resto de mi vida sería ir al parque para después ir a comprar una bebida en la gasolinera hasta mi ultimo dia pero esos son solo sueños sin sentido. Aunque no significa que no tengan un valor.
Hasta este día sigo pasando cerca de esa barda. Cuando voy a la tienda por algo suelo voltear a esos ladrillos con cariño y con la esperanza de que si me quedo viendo el suficiente tiempo mis amigos aparecerán y volveremos a sentarnos ahí pero eso ya no va a pasar. La gente cambia.
Nosotros cambiamos.
Cada quien tomó su camino y tengo que aceptarlo. Ya no volveremos a ese lugar pero es lindo saber que esos ladrillos aún siguen ahí. Esperando a que otro grupo de chicos de preparatoria repitan el ciclo y vean el atardecer juntos mientras comen papitas y hablan sobre su día. Ellos tomarán nuestro lugar y otros tomarán el de ellos.
Solo hacen falta nueve ladrillos para crear un momento que dure para toda la vida.
![](https://img.wattpad.com/cover/371853033-288-k509209.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Siempre Vas a Volver Aquí
شِعرEstá más que una historia será una sección conformada de varias ideas que nacen en base a perderme en el momento y dejar que mi mente haga el trabajo y yo solo guíe mis dedos para plasmarlo en un papel. Algunos capítulos tendrán mensajes, otros son...