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O8

- Wow ¿Que?. - Carlos escupió el agua al escuchar la historia del porque Max había llegado llorando a su casa.

- Me siento asqueado completamente y ni siquiera abrí la boca, solo sentí su lengua babeando mis labios y eso es aún peor. - estaba tirado en la cama mientras los demás observan con atención.

- Tal vez iba borracho ¿Sabes si salió antes de ir a la cena?. - El holandés negó. - Tu teléfono lleva sonando 10 minutos, responde.

- Es él Char y honestamente no pienso responderle y mucho menos hablarle

- El tiene razón y yo apoyo a Verstappen!- A todos les causó gracia como Russell gritaba.

Mientras tanto Sainz se levantó y tomo agua antes de volver a hablar, sabía que la pregunta pondría tenso el ambiente pero era importante que el holandés tuviera claro lo que quería o necesitaba.

- Max, ¿Crees poder comenzar de cero con alguien más?

La sala de quedó en total silencio, incluso el monegasco del grupo le hizo unos ojos al otro Ferrari buscando que se callara.

- Lo dudo mucho, Checo siempre tendrá mi corazón y siempre será mi único amor... Siempre será el y es lo único de lo que estoy seguro en esta vida. - en sus labios se formó una pequeña sonrisa, todos sabían que estaba aceptando su realidad.

- ¡Vamos a la piscina!. - exclamó Alex mientras señalaba los trajes de baño que habían llevado algunos.

- Vamos Max, total somos hombres y si necesitas ropa o toallas yo les presto.

Los chicos habían organizado una cena en la casa de Carlos pero el rubio había dicho que tenía la cena con su compañero de Red Bull para arreglar sus problemas por lo que los demás pilotos no insistieron tanto en que fuera, pero ahora ya estaba ahí y no se podía negar.

Su última salida juntos había sido hace un mes y Max aún tenía abierta la herida por la pérdida de su prometido, sin embargo ahora se le veía más feliz y aunque en el fondo le seguía doliendo sentía que debía ser feliz pues Checo así lo habría querido. Verstappen llevo una cerveza a George, quien sin dudarlo ni un poco y se abalanzó contra Max tirándolo al agua. Los demás pilotos reían a carcajadas al ver la cara de molestia que tenía el rubio, además la cerveza se había caído en el césped.

- ¡Max! Perdóname pero le respondí una llamada a ese tipo y creeme que te dejará de molestar un momento. - Habló Carlos sosteniendo el teléfono del holandés entre sus manos.

- ¿Por eso gritabas tanto Calos?.- habló burlonamente Leclerc antes de sentir un golpe en la cabeza por parte del español. - Auch

- Ya no me importa caerle bien o no a Daniel, se quería robar el puesto de mi Chequito y no le llega ni a los talones.

El resto de la noche se la pasaron riendo, tomando y hablando de pura tontería, por primera vez la mitad de la parrilla estaba de acuerdo en algo, Max estaba aceptando la realidad y como consecuencia se le veía notablemente mas alegre.

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Este capitulo es más corto de lo normal porque la siguiente parte será la penúltima, una historia corta pero créanme que no se esperan lo de mañana (o tal vez al rato).