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O4

Hora del descenso 02:43 a.m.

Max permanecía sentado en aquella fría sala de hospital, se sentía el aire frío correr y colarse entre su suéter ni siquiera había tenido tiempo de cambiarse y se había ido con la misma ropa que tenía antes de la carrera, sus amigos estaban ahí pero no sabían como consolarlo, pues aún no había noticias de Checo. Carlos, por su parte se seguía sintiendo culpable y se odiaba a sí mismo por no haber ido más lento y evitar todo eso, ya había tenido dos ataques de pánico los cuales solo empeoraban el ambiente de el holandés, quién pese a todos los esfuerzos seguía temblando.

Las esperanzas de Charles eran demasiado bajas, pues después de ver como apagaban el fuego del monoplaza notó que incluso la protección que tenía para evitar que se diera un golpe en la cabeza estaba completamente fuera del auto.

De repente el aire para verstappen comenzó a sentirse más helado de lo normal y esto lo noto Hamilton, quien le puso su chamarra en la espalda y le dió unas palmadas antes de irse, pues el holandés había pedido que lo dejaran solo por lo que estaban alejados de él.

El medico salió, quitó su cubrebocas y hablo con Max.

— Lamentamos informarle que el señor Pérez llegó en un estado de salud muy grave, intentamos hacer de todo y aún así no pudimos... Lo siento mucho, les doy mi pésame y les sugiero que esperen aquí en lo que preparan al señor.— las piernas de max fallaron y se tiro en el suelo mientras el nudo en su garganta se hacía notar más.

Los demás pilotos subieron su boca con una mano y mientras Sainz se hacía bolita y lloraba desesperadamente Charles trataba de calmarlo. Los demás seguían en un estado de shock y entonces Lewis notó como el rubio estaba llorando inconsolablemente.

No era cierto, se había ido para siempre su Pecas y no podía ser. Su mundo se estaba viniendo abajo y las lágrimas salían de sus ojos sin pedir permiso, ignorando toda indicación del médico echo a correr y entro en la habitación de su amado, el estaba ahí, recostado en la camilla cubierto con una sabana blanca y sin ningún aparato conectado a él. No le importo romper las reglas y empujando a la enfermera que estaba ahí abrazo a Checo y se inco en el suelo llorando.

— No te vayas, por favor no te vayas...

Su voz era apenas un hilo, la enfermera quería decirle que estaba mal pero verlo en ese estado la hizo entender que sería un momento íntimo, por lo que salió y jaló al doctor para poder dejar que el chico se despidiera de su novio.

— Pecas, corazón no te vayas, no te puedes ir tenemos que casarnos... —. Reclamaba mientras y cabeza estaba enterrada en su pecho buscando los latidos de su corazón. — Mi amor tenemos que cumplir las cosas que prometimos no te puedes ir así

Sus manos tomaron las mejillas de Sergio, para poder hablar con él y sentirse escuchado pero no podia engañarse, sus ojos cerrados, sus mejillas frías y su cuerpo sin ninguna señal de vida. Max estaba despeinado y estaba rojo de tanto llorar, sus ojos se veían cada vez más cristalinos y entonces lo aceptó. Su Checo ya no estaba más en este mundo.

Los pilotos lo miraban a través de la ventana con lágrimas en los ojos, les dolía haber perdido a su gran compañero Sergio y aún más ver cómo Verstappen le lloraba rogando que despertara. Fernando ya había contactado una funeraria que venía en camino a preparar a su amigo para darle una sepultura digna y mientras tanto la familia de Sergio se encontraba buscando desesperadamente los boletos para el próximo vuelo.

— Max tenemos que...

— ¡Lárgate! Quiero estar con él

No le importó nada, ni siquiera gritarle a Christian que se fuera. Su corazón latía con mucha fuerza y sus manos temblaban, estaba teniendo un ataque de ansiedad pero la diferencia es que ahora se refugiaba en un cuerpo sin vida, no en los brazos cálidos de Sergio.

Leclerc sobaba la espalda de Carlos quien se culpaba completamente por el accidente de Checo, y mientras todos los demás se abrazaban Lewis seguia observando a Max llorando como niño pequeño, le dolía verlo así pero nadie podía ayudarle, solo el entendía el dolor que sentía.

El doctor y la enfermera sabían que no podía pasar más tiempo en esa sala, pues el cuerpo comenzaría su estapa de putrefacción y soltaría bacterias que podían enfermar a Max, ambos entraron y lo separaron del cuerpo, sin embargo el holandés se negaba a irse, tuvieron que sacarlo arrastrando del cuarto y al cerrar la puerta sintió una vez más su mundo venirse abajo.

— Maxie vamos levántate—. Charles trataba de ayudar a sus dos amigos. — Por favor no te quedes aquí, necesitas alejarte un poco

— No me pidas eso, no puedo... ¿Por qué él?—

Los recuerdos de su pareja hablando con los demás pilotos lo atormentaban una y otra vez. "Siempre he dicho que terminar una carrera vivo ya es ganancia" Esta vez checo no había ganado, lo había perdido todo y Max sentía que había perdido toda su vida, si Jos lo viera en ese estado sabía que lo golpearía por estar haciendo algo "ridículo" como lo era llorar.

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El día estaba nublado, y la leve brisa amenazaba que llovería pronto, sin embargo ahí estaba Max, con un traje negro y una flor en sus manos, el día de despedirse de su gran amor había llegado, sentía un bloqueo emocional al darse cuenta de como lloraba la mamá de Checo y se aferraba a la caja de madera. Christian lo sacó de sus pensamientos cuando entrego uno de los cascos que solía ocupar cuando corría.

— Max tu deberías entregarlo.— El holandés se quedó mirando el casco entre sus manos.

— No me hagan esto.— respondió sintiendo como su voz se quebrara de a poco.

— Checo hubiera querido eso.— se metió su hermano Toño quien tenía la nariz roja y los ojos hinchados de tanto llorarle. — Por favor hazlo.

La caja se quedó estática, habían llegado. Max sentía sus ojos picar y ese nudo en la garganta lo hacía sentirse débil y vulnerable. Paola abrió una sombrilla y la puso arriba del rubio para cubrirlo de la brisa de agua que caía, entonces sabía que tenía que hacerlo.

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