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Al despertarme, no me apetecía ir a clases. 

No me apetecía hacer nada. 

Después de la pelea de anoche con Jungkook, él agarró su chaqueta y se fue, dejándome sola en un torbellino de emociones. Yo simplemente me eché a llorar hasta quedarme dormida.

Me incorporé lentamente, mirando mi reflejo en el espejo. Últimamente sentía que estaba más apagada de lo habitual, como si algo dentro de mí se hubiera desvanecido. Necesitaba a Leo. Lo extrañaba. Muchísimo.

Abrí la puerta de la habitación y me dirigí a las escaleras, pero me detuve al escuchar la voz de Namjoon abajo. Su tono... lo reconocía. Era su tono de "papá preocupado". ¿Qué le preocupaba?

Hubo un momento de silencio, y por algún motivo, supe que era mejor no revelar que estaba ahí. Me quedé en completo silencio, escuchando desde lo alto de las escaleras.

—¿No ha salido? —preguntó Jungkook en voz baja.

Me tensé. 

¿Estaban hablando de mí?

—No, —dijo Namjoon.

—No es muy normal de ella faltar a clases —murmuró Jungkook, con un tono que me hizo sentir un nudo en el estómago. 

Estaban hablando de mí. No había otra opción, yo era la única que aún estudiaba por las mañanas.

Sentí un ligero vuelco en el pecho. No quería emocionarme.

—Jungkook, no creo... —Namjoon suspiró, buscando las palabras adecuadas—. Mira, anoche... te dije que mantuvieras distancias.

—Lo intenté. No pude.

—Sí, lo sé. Y mira cómo terminaron.

Hubo un suspiro de Jungkook, y agudicé el oído, conteniendo la respiración.

—Estoy harto de todo esto, —murmuró él.

—Lo sé.

De todo —aclaró Jungkook.

—Lo sé, —repitió Namjoon con tristeza en la voz.

Se hizo otro silencio incómodo. Estaba tensa, tratando de entender.

—¿Crees que...? —empezó Jungkook.

—No —interrumpió Namjoon.

¿Qué había estado a punto de preguntar? ¿Por qué no hablaban claro en lugar de entenderse solo con miradas y frases a medias? Era frustrante.

No quería cruzarme con Jungkook. Lo último que necesitaba era más tensión, especialmente después de haber dormido fatal, con sus palabras martillando mi mente toda la noche. Opté por darme una ducha, buscando algo de alivio.

Al terminar, me envolví en una toalla y me quedé frente al espejo. Definitivamente, estaba apagada. Más de lo que quería admitir. Suspiré y me vestí rápidamente, intentando aparentar normalidad, aunque por dentro no me sintiera así.

Bajé las escaleras sin muchas ganas, y cuando llegué a la cocina, me encontré cara a cara con Jungkook. Evité su mirada deliberadamente, aunque pude sentir cómo me observaba mientras pasaba junto a mí. Ninguno de los dos dijo nada. Él entró al baño, y yo me quedé en el salón, tratando de ignorar el nudo en mi estómago.

Jimin y Suga estaban hablando en voz baja, y Jimin me sonrió ampliamente cuando me vio.

—Si no es la protagonista de anoche... —dijo con una sonrisa burlona.

—¿La protagonista? —pregunté, sin entender.

—De la discusión a gritos —aclaró con una risa.

Después de....Una relación abierta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora