6. Prueba de obstáculos

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¡Martin, despierta!- escuchó, medio adormilado, mientras una voz insistente intentaba arrancarlo de su sueño.

Cinco minutos más- pidió Martin, hundiéndose en la almohada, reacio a dejar la comodidad de la cama.

Venga, no puedes llegar tarde- insistió la voz, apartándole las sábanas con un gesto decidido.

Martin gimió y abrió los ojos ligeramente para encontrar el rostro de Juanjo justo encima de él. ¿Seguía soñando?

¡Martín! ¡Vamos! ¡Arriba!- exclamó Juanjo, tirándole del brazo con firmeza, obligándolo a sentarse en la cama.

¿Martín? ¡Es Martin! ¡Sin tilde!- corrigió Martin, ahora completamente despierto e indignado. No había nada que le molestara más que pronunciaran mal su nombre.

Con o sin tilde, tienes que levantarte ya si quieres llegar a tiempo a la prueba- dijo Juanjo, sin paciencia y apurándolo con urgencia.

Sin embargo, Martin apenas escuchaba lo que decía. Su mente se había quedado atrapada observando a Juanjo en su uniforme de cuero azul oscuro, que se ajustaba perfectamente a su cuerpo. La espada colgada a su espalda completaba la imagen de un caballero impecable. Estaba guapísimo... y peligrosamente sexy.

Te he dejado la ropa en el baño. Dúchate, vístete y baja al salón para desayunar algo y equiparte. No tenemos tiempo- ordenó Juanjo con seriedad.

Mandón... - murmuró Martin, finalmente logrando ponerse de pie, aunque todavía medio dormido.

Tengo que irme, pero nos vemos abajo con los demás. No me hagas subir otra vez a buscarte, ¿vale?- dijo Juanjo, mientras lo observaba con una mezcla de diversión y frustración, viendo cómo intentaba no tropezar camino al baño.

Que sí, pesado- respondió Martin con una risa suave, entrando al baño y rodando los ojos.

¿Pesado? Pero serás... - replicó Juanjo, ahora con el ceño fruncido y molesto por el comentario. Encima que le ayudaba...

No seas picón- dijo Martin, sacándole la lengua desde el marco de la puerta del baño antes de cerrarla. La falta de sueño lo hacía más atrevido de lo normal, y se reía por lo bajo al imaginar la cara de Juanjo.

Juanjo, aún con una mueca de molestia en el rostro, no pudo evitar sonreír mientras se marchaba.

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Juanjo entró al salón después de atender unos asuntos con sus "tías" y se alivió al ver que Martin había terminado de desayunar con sus amigos.

Le había dado mucha pena tener que despertarle, pues estaba muy mono despeinado y abrazado a la almohada, pero no tenía otra opción.

Martin debía presentarse a la prueba y él se había comprometido a ayudarle. Aunque, después de su "disputa" mañanera, no sabía si se lo merecía.

Juanjo negó con la cabeza, tratando de ignorar la familiaridad que sentía al tratar con él, y se acercó al grupo.

Buenos días chicos, ¿estáis listos?- saludó, lanzando una mirada rápida que se detuvo en Martin. El uniforme de cuero negro, que le había seleccionado, le quedaba perfecto, como si hubiese sido hecho para él.

Sí, vamos a hacer una prueba increíble- respondió Alex con entusiasmo, entregando a Martin y Paul un par de espadas para completar su equipación.

¿Sabéis qué recorrido vamos a hacer?- preguntó Juanjo, todavía sin información clara después de la reunión con sus "tías". Magnus había decidido mantener en secreto los detalles de la prueba.

SÓLO CONTIGO (Juantin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora