Capítulo 7.

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Amelie: 

Dos semanas después: 


El cuadro va a avanzando de maravilla, cosa que me ha tenido muy ocupada y ansiosa estas dos semanas, la verdad es que jamas le habia puesto tanto empeño a una pintura como lo estoy haciendo con esta. 

Para ser honesta, es una de las pinturas mas bonitas que he hecho en mucho tiempo, pero como asi he pintado esta, he hecho algunas mas. 

Dominic. 

La pared de mi departamento esta repleta de su rostro. Fue en un arranque de creatividad que comencé a dibujar a Dominic sin parar, fue tanto eso que hasta amaneci en ello, me resultaba un poco extraño hacerlo por que a los ojos de los demas podria parecer una loca obsesiva, pero no, solo que, su rostro no ha salido de mi mente. 

Estas dos semanas nos hemos vuelto demasiado cercanos, jamás pensé que un hombre como el fuese a ser tan interesante, tiene temas interesantes, además de que habla sobre los viajes que ha hecho, de lo listo que es y demás. 

Los hombres de mi edad no me parecen interesantes, ellos solo hablan de fiestas y otras cosas, al menos lo que yo conozco. 

En cambio Dominic, me parece demasiado interesante. 

Todos los dias hablamos sin falta, me llama por teléfono ya que no suele usar los mensajes, siempre hablamos de cualquier tema, todo lo que hablamos es realmente interesante, incluso me ha recomendado algunos libros para leer. 

La verdad no soy amante de los libros, no leo demasiado, pero los libros que me ha recomendado, han sido demasiado interesantes y eso me ayuda mucho a despejar mi mente. Jamás en mi vida había conocido a un hombre tan dulce como el. 

Puedo decir que el, ha ayudado a menguar mi ansiedad por fumar, he notado que no le agrada que fume mas no me lo dice, pero puedo notarlo, así que cuando nos vemos, llevo conmigo pastillas de menta o maní para comer, no me gusta hacerlo sentir incómodo con tenerme a su lado fumando. 

Deje el pincel sobre el caballete para tomarme unos minutos. 

Fui a la nevera y bufe al ver que no tenia nada mas que comida chica que posiblemente esté caducada. 

—Demonios —murmuré. 

La puerta de mi departamento sonó, cuando la abri me encontre con Damon. 

—Amelie. 

—Damon ¿que haces aqui?

—Vine a verte —me sonrió—, traje comida. 

Me hice a un lado para que el pasara, el dejó las bolsas sobre la pequeña isla de la cocina, yo la abrí y me encontré con pollo y papas. 

—Me has salvado el almuerzo —rei, lo mire y el estaba viendo mi cuadro. 

—¿Quien es?

—Es la esposa de un sujeto que tiene algo de dinero, me contrató para que la pintara. 

—¿Cuánto cobraste?

—Tres mil —dije mientras sacaba el pollo. 

—¿Tres mil, Amelie? 

—Si ¿Es malo?

—Obviamente que es malo, debiste cobrar el doble, mira el tamaño de este cuadro —dijo un poco molesto—, esto es trabajo de unos diez mil. 

—Oye ¿No crees que exageras?

—No, no lo hago.. 

—Damon, no soy una profesional, tampoco una artista conocida, tengo que cobrar lo justo. 

Too Sweet for Me |+18| |Disponible en Booknet|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora