Too Sweet for Me |+18| |Disponible en Booknet|

Capítulo 8.

Dominic: 

Pasar el rato con Amelie, me ha hecho sentir muy bien, me siento como un puto adolescente, ella hablaba y yo la escuchaba, ella tenía esa chispa, ese ánimo que yo sentía que hacía falta en mi vida, me contaba sobre sus días en la universidad, pero luego me dijo que la dejo por que no se sentía en la capacidad de volver a ese lugar. 

Amelie es una chica muy dulce. 

Amable.

Risueña.

Y sobre todo, talentosa, muy talentosa. Y eso me quedo claro cuando vi aquella pintura, además de los dibujos en su pared. 

No le comente nada de eso, por que pude ver la vergüenza en su rostro, aunque me siento muy halagado de que ella me haya dibujado, no pude detallar mas los dibujos pero, era yo, en varios ángulos y posiciones, como sentado, caminando, de pie, de espaldas y de perfil. 

Me sorprende la capacidad de los detalles que tiene, por que me ha dibujado exactamente como soy y eso me ha gustado. 

Ultimamente nos hemos vuelto demasiado cercanos, mucho mas que cuando nos conocimos. Y para ser honesto, a mi me encanta poder hablar con ella de cualquier cosa, algunas veces coincide conmigo y algunas no, cosa que me gusta por que a pesar de que tenemos opiniones distintas, podemos seguir hablando sin problema. 

Pero asi como todo es bueno entre nosotros, hay un pequeño problema. 

Ella me gusta. 

Y no es que eso sea un problema, claro que no. 

El problema es la edad, la gran diferencia de edad, nos llevamos trece años y eso para mi es un enorme conflicto, por que a pesar de que nos llevemos muy bien y tengamos temas de los que charlar, me causa un poco de ruido la diferencia de edad que tenemos. 

Ella es joven, demasiado joven para mi, ademas de que somos polos totalmente opuestos en muchos aspectos, ella es divertida, alegre, llena de vida y yo, un hombre que vive metido en el trabajo la mayor parte del dia, que no tiene tiempo de hacer nada mas que trabajar. 

Mi unico pasatiempo es coleccionar pinturas y antigüedades. Nada de fiestas y esas cosas, lo mío era trabajar y Amelie es completamente distinta a mi, me ha dicho que ha ido a conciertos, conoció algunas partes del mundo aunque fueron pocas, tiene mucho estilo, autonomía y seguridad. 

¿Cómo podría estar con ella?

Soy demasiado aburrido.

Pero ella, ella es hermosa, tiene talento, tiene brillo. Y es cautivante.

Aunque. 

Algo me dice que ella oculta ciertas cosas que se que no me las dirá. Quiza por que  aun no confía del todo en mi y eso lo entiendo, quisiera que ella pudiera decirme lo que piensa o al menos como se siente. 

Quizá esté pidiendo demasiado. 

—Señor, su hermano está aquí —anunció mi secretaria. 

—Hazlo pasar por favor. 

Mi hermano entro a mi oficina, yo me puse de pie y camine hasta el para darle un abrazo. 

—Hasta que al fin te veo —rió. 

—Lo siento —respondí—, he estado demasiado ocupado con algunos casos, siéntate. 

Ambos nos sentamos en los sofás de la oficina. 

—Si, ya me di cuenta... Por cierto, necesito que me digas quien es la mujer.