Yo era un chico de 20 años, era una persona tranquila que no le gustaba meterse en problemas para nada, y ahora me encontraba en una mala situación a punto de morir.
Siempre había sido llamado un genio, pues desde muy pequeño había demostrado mi superioridad en el aspecto del intelecto ante los demás, lo que causó que fuera llamado "niño genio" desde que tengo memoria, realmente siempre me gustó que por este hecho tuviera la atención de los demás, incluso algunas veces llegué a molestarme cuando no era el centro de atención, pero bueno eso fue cuando era nada más que un niño de 10 años, luego empecé a darme cuenta que mi rapidez de aprendizaje y mi infinita curiosidad por como funcionaba todo me podría ayudar en algún futuro, lo cual fue cierto gracias a eso decidí que lo daría todo para tener una mejor vida, pues mis padres siempre me inculcaron la idea de que si en los estudios me iba bien mi futuro sería brillante, lo cual no era una filosofía del todo incorrecta aunque eso ya es una tema aparte, luego nunca deje de esforzarme.
-Aun puedes dar más- era lo que siempre me repetía una y otra vez, después de mucho esfuerzo, al final fui recompensado, con una beca a la mejor universidad del país, la cual fue una noticia tan grande que en todo el pueblo sólo se habló de eso durante días, pero por alguna razón incluso de haberlo logrado no sentía satisfacción, no sabía por qué me sentía así como... vacío, así que luego de pensarlo mucho y de arreglarlo con la universidad me decidí a tomar dos años de sabático, pues aun que no lo quería admitir en realidad si sabía por que sentía ese extraño vacío en mi interior, y era que en realidad nunca me había gustado estudiar, solo lo hacía por que se me daba bien y era halagado siempre que lo hacía, bueno a decir era verdad que me gustaba un poco, pero lo que me gustaba era investigar sobre como funcionaban las cosas, no hacer tareas, trabajos, exposiciones, ni nada por el estilo.
Así que decidí que antes de entrar a la universidad buscaría algo que realmente me interesará, y después de mucho tiempo lo encontré en la escritura, la cual era un campo en el que nunca me había aventurado del todo, claro que me gustaba leer, pero nunca había pensado en escribir, y una vez que encontré aquello que me apasionaba, lo hice una y otra vez hasta que los dedos me dolieron de tanto teclear en mi laptop, pero pronto choqué con una pared y era que me gustaría conocer a más personas que les gustará, pero había un gran inconveniente y era que realmente no tenía amigos, ya que en vez de socializar normalmente me quedaba estudiando, así que decidí encontrar a alguna persona que también le gustará lo que a mí también en foros o cosas por el estilo, realmente no tardé mucho en encontrar a alguien. Se llamaba Akiko Yumi, y se trataba de una chica que vivía en Japón, nos mensajeabamos constantemente en inglés y un día propuso la idea de que me visitara o yo e ella, por lo que después de discutirlo con mis padres, los cuales ya estaban algo molestos conmigo por tomar tanto tiempo de sabático, se enfadaron bastante por que ahora quería ir al otro lado del mundo por una chica, pero al final de malas ganas me dieron dinero y permiso para irme, aún que realmente no lo necesitaba pues en toda mi vida había sido un buen hijo en mi opinión, y nunca había pedido nada así que solo por esta vez iba ser algo egoísta.
Así fue como me embarque en una divertida aventura para reunirme con Akimi ( el apodo que le puse ), la cual resultó ser una chica muy inteligente y agradable, me llevó a muchos lugares increíbles, comí de todo, subí el monte Fuji, y debo admitir empecé a sentir algo más que amistad por Akimi, y aún que pronto llegó el momento de despedirnos no nos pusimos tristes por que sabíamos que no íbamos a volver a ver... o bueno por al menos eso creía.
El día en el que me iba, me encontraba esperando a cruzar una calle de camino al aeropuerto, puesto que originalmente Akimi me dijo que me pagaba ella un taxi, por que a mí ta no me quedaba mucho dinero, fue en ese momento cuando empecé a escuchar alguna especie de discusión.
-Tu eres el que-
-No tu eres el que-
Cuando busqué el origen de estos encontré a tres jóvenes japoneses discutiendo, dos chicos y una chica, los cuales llevaban los uniformes más cliché posibles, ya saben el traje de marinero para la chica y chaquetas de color negro para los chicos, parecía que estaban teniendo una fuerte discusión, "¿De que estarán discutiendo?"- pensé para mi mismo, pero pronto decidí mejor no dar tantas vueltas al asunto, no es como si me incumbuera de todos modos. Pero fue en ese momento que noté algo que me llamó la atención fue solo por un momento pero lo pude ver se trataba de una camión que se acercaba a gran velocidad, hacia donde se encontraban los tres chicos.
"Maldita sea"- pensé mientras volteaba para ver si los chicos se habían percatado del el vehículo, pero para mi pesar parecía que estaban tan metidos en su discusión que no lo habían notado aún. Así que con toda la velocidad que mi cuerpo me permitía me lancé en su dirección, realmente no sabía por qué lo hacía, supongo que fue la idea de que no quería ver como unas personas eran convertidas en una escena grotesca.
-!!Cuidado!!- Grité lo más fuerte que pude y al parecer había funcionado un poco pues uno de los chicos se había dado cuenta del camión y había tomado a la chica acercándola a él con fuerza, pero parecía que el otro chico aún no se había dado cuenta, "Voltea idiota"- pensé mientras llegaba justo a su lado y tirando de su ropa lo saqué del camino. "Bien ya solo quedan los otros dos"- dije en mi cabeza mientras me acercaba hacia ellos, pero fue en ese momento que un dolor apareció increíblemente en mi pecho, parecía que mi cuerpo había llegado a su límite, pues siempre había tenido problemas constantes de salud en especial el corazón, por lo que normalmente tomaba pastillas cada cierto tiempo, pero esta mañana no lo había hecho, pues planeaba hacerlo en el vuelo.
-"No puede ser ahora, no ahora" - quería decir pero el dolor era tan grande que ni siquiera podía hablar, mi cuerpo se congeló en ese momento, y tan rápido como un rayo sentí el golpe más grande que había recibido en mi vida, no sabía muy bien como había sucedido todo, pues mi vista se volvió borrosa y realmente no podía pensar correctamente, y fue en ese momento que morí.
Cuando recuperé la consciencia, mi vista empezó a acostumbrarse pronto a todo lo que me permitió dar una pequeña vista de donde me encontraba, fue cuando me percaté de la figura que se encontraba frente a mi, parecía ser una chica algo joven alrededor de los veinte años de una cabello rubio muy hermoso y unos ojos azules igual de hermosos.
-¿Donde estoy? Y mas importante aun ?¿como estoy vivo?- pensé mientras trataba de mirar a mi alrededor- estoy seguro de que me había arrollado un camión, ¿será esta chica una enfermera?- Dije para mi mismo tratando de comprender la situación en la que me encontraba, en cuanto a la mujer realmente no parecía ser una enfermera pues su vestimenta no parecía para nada la de un médico o siquiera el uniforme de algún hospital, fue en ese momento cuando la chica me vio y me dedicó una bella sonrisa, no sabía del todo por qué, pero eso bastó para que por alguna razón me sintiera reconfortado y feliz, también en mi rango de vista entró un hombre que parecía ser de alrededor de la misma edad con un cabello de color marrón muy atractivo y unos ojos verdes bastante intrigantes, el tenía una sonrisa en la cara como la chica, pero la suya en vez de parecer linda lo hacía ver como un idiota de circo, el tampoco parecía ser algún médico.
-Zeníth koíta ton eínai tóso charitoménos- fue lo que dijo el chico o por almenos sonó a algo parecido a lo que decía -Nai kai eínai i kóri sou- luego la chica le contestó en lo que parecía ser el mismo idioma, pero realmente no lo reconocía para nada, incluso sabiendo hablar cuatro idiomas- Español,Ingles,Portugués,Francés y un poco de japones basico que estudie antes de viajar- no podía entender no ni una sola palabra.
-Disculpe señorita, me podría decir donde estoy- fue lo que intenté decir, pero en vez de eso de mi boca solo salieron chillidos e incoherencias. Esto me impactó, ¿acaso había perdido el habla por el accidente?, y también fue cuando en ese momento me di cuenta de otro defecto, no podía mover mi cuerpo, solo podía sentir débilmente los dedos de mis manos, pero además de eso no sentía nada más.
-No puede ser, ¿acaso quede mudo y lisiado?, no, no puede ser verdad- repetía una y otra vez, y al instante no pude aguantar la desesperación y comencé a llorar sin parar- No, por que a mi, al menos me hubiera gustado poder vivir una vida sano, maldicion, maldicion, esto parecía ser un castigo divino-
Fue entonces cuando parecía que las dos personas empezaron a ponerse nerviosos, y de la nada el chico me tomó y me cargó como si no fuera para nada pesado, lo cual no pude evitar, sorprenderme tanto que deje de llorar, no era muy pesado, pero ni de broma era tan liviano como para que pudieran levantarme de esa manera, el chico en ese momento comenzó a hacer caras ridículas una tras otra, y para ser sincero no ayudó en calmar mi desesperación y por en vez de calmarme solo me hizo llorar más de desesperación.
-!!Que mierda esta pasando¡¡- Grité internamente mientras maldecía mi destino.
----------
Avanzamos un mes, al parecer rencarné, si así como lo oyen aunque para ser sincero realmente yo tampoco me lo creo del todo, me recuerdo a los animes del genero isekai que alcancé a ver hace tres o cuatro años cuando desarrolle un gusto por el anime y las novelas ligeras, por lo que entiendo ahora no soy más que un bebe y ahora me llamo me llamo Reida Greyrat, lo cual era de lo poco que había podido descifrar del extraño idioma que hablaban mis nuevos padres, también me llamó la atención de por como suena parece ser un nombre inglés, por lo que parece que ahora vivo en alguna parte de Europa.
Mis padres resultaron ser los chicos que me dieron la bienvenida a mi nueva vida, realmente les tengo algo de envidia, pues aun en mi toda mi vida ni siquiera tuve mi primera vez, ni mi primer beso y ellos ya con veinte años ya tenían un hijo, pero bueno tampoco era momento de quejarme por todo. Ahora tenía un problema aún más importante, y era saber en que año rencarné, ya que la casa en la que vivo actualmente parece ser muy antigua, no he visto ni un solo electrodoméstico ni nada por el estilo, realmente sería problemático si rencarnara en un periodo como puede ser la edad media, incluso si tengo mala suerte puede ser que haya rencarnado durante el periodo de la peste negra.
Ya después de todo este tiempo e recuperado un poco de mi movilidad, aunque que aún no puedo caminar ahora puedo mover más mis extremidades, también por este motivo e tenido que renunciar a mi independencia, por que aun que no lo quería al final solo fue cuestión de tiempo que la naturaleza me llamara y no pudiera aguantar y ensuciar mi pañal el cual era de tela, y pues como era necesario fue limpiado por lo que parecía ser la sirvienta de mi familia, por que si, al parecer teníamos una sirvienta aún no se como se llama, pero en lo poco que he estado aquí la he visto un par de veces, ella es una mujer de cabello rojizo y unos ojos morados bastante hermosos, lo cual me parecía increíble, pues no sabía que las personas podían tener ojos de ese color, y al parecer se llamaba Lilia, volviendo al tema gracias a ella mi orgullo de hombre adulto independiente fue hecho añicos, !!¿que clase de hombre mayor de 20 años necesita ayuda para hacer sus necesidades.
También descubrí otra cosa durante el baño que me hicieron unos días después es de mi nacimiento, y era nada más y nada menos que !!ahora soy una chica¡¡, así como lo oyen, parece que el destino trabaja de maneras bastante curiosas, puesto que en mi anterior vida yo me dejé el cabello largo causando que gracias a esto y a mi complexión delgada que me confundieron varias veces con una chica, y quien lo diría termine siendolo de verdad.
Hablando de otras cosas, también se encontraba el hecho de que he tenido todo este tiempo comer a través del pecho de la chica rubia que ahora era mi madre, que al parecer se llamaba Zenith, sinceramente era vergonzoso hacerlo, porque mentalmente no había mucha diferencia en nuestra edad.
-!!No soy un pervertido lo juro en serio¡¡- repetía para mi mismo cada vez que tenía que comer por este medio, solo podía soñar con el día en el que pudiera comer por mi propia cuenta todo.
Ya han pasado seis meses desde que reencarné, después de todo este tiempo he estado escuchando a mis nuevos padres hablar, por lo que ya entiendo bastante bien el idioma en el que hablaban mis nuevos padres, aún desconozco el idioma, pero supongo que debe ser algo como Sueco o Alemán tal vez, bueno eso no era importante, porque tengo algo que anunciar, sé que sonará tonto, pero en serio lo tengo que decir, !!Ya puedo gatear"¡¡, me tardé bastante, pero ahora me sentía tan libre de lo que me había sentido nunca.
Ahora que era libre de moverme a mi antojo no había podido parar un solo día, ahora había recorrido cada rincón de la casa, también había descubierto que al parecer ahora vivía en un lugar muy rural, lo cual no me molestaba ya que a mí siempre me había gustado la naturaleza, aunque casi nunca había tenido la oportunidad de salir de las zonas más desarrolladas tecnológicamente.
-Es toda una aventura, gatea tan rápido que parece que corre- dijo mi madre con cara de cansancio.
-No te preocupes, después de todo es nuestra hija, ya deberías haber esperado que sería una exploradora por naturaleza- le contestó mi padre, el cual se llamaba Paul, mientras me veía ir por todos lados con una sonrisa.
- Es cierto también me asusté cuando no lloró cuando nació, pero me reconfortó un poco cuando lo hizo, aunque también me puso nerviosa cuando no paró de hacerlo durante bastantes días- agregó mi madre, la cual parecía mostrar una expresión de cansancio mucho mayor.
Realmente lo sentía, pero durante los primeros días no pude evitar quejarme por cómo había sucedido todo, pues no volvería a ver a mis antiguos padres ni a Akimi y mucho menos asistir a esa gran universidad, pero actualmente ya me había mentalizado a estos hechos, o por lo menos más de lo que había hecho durante aquellos días.
Ya que me movía mucho, también me cansaba pronto, así que aprovechaba esos momentos libres para pensar en lo que haría en el futuro, pues no sabía muy bien lo que podría hacer, tal vez hubiera alguna escuela, pero realmente no me interesaba volver a hacer que mi vida girara en torno a los estudios, así que tal vez me dedicaría a tener una vida tranquila, incluso podría llegar a volverme una ama de casa como mi madre, aunque realmente no me imaginaba casándome con otro hombre, era molesto pensar en todo eso, así que por un momento pensé en que mejor seguiría el camino que surgiera poco a poco, o eso era lo que planeaba hasta una tarde.
Estaba entretenido explorando todo por quien sabe cuánta vez, (ya que era lo único que me entretenía a ese punto). Cuando decidí subirme a una silla que se encontraba al lado de una ventana con el objetivo de ver el exterior, pero cuando lo logré me encontré con una vista que hizo que abriera los ojos. Afuera se encontraba mi padre Paul agitando una espada una y otra vez.
-Acaso podría ser que mi padre fuera un caballero- pensé, pues eso daría entender por qué había tantas comodidades en el lugar, además de tener una sirvienta, porque por lo que tengo entendido en el pasado a los caballeros se les pagaba bastante bien, así que es muy probable que fuera eso, también no pude evitar ver cómo agitaba la espada, pues en cada momento parecía estar increíblemente concentrado, y sin darme cuenta empecé a tratar de acercarme tratando de obtener una mejor vista de esos movimientos, olvidando por completo que me encontraba sobre una silla, lo que causó que perdiera el equilibrio y cayera de esta dándome un gran golpe en mi cabeza.
-Ay no, Rei, ¿estás bien?- dijo mi madre Zenith mientras se acercaba y se agachaba frente a mí.
-" No te preocupes madre, solo fue un golpe algo grande, no es necesario que te preocupes"- pensé mientras me llevaba para estar en una posición de sentado a la vez que trataba de controlar el mareo que se encontraba causándome estragos en mi cabeza.
Mi madre comenzó a revisarme con la vista, para luego calmarse un poco, supongo que no era nada grave, fue en ese momento que mi madre puso su mano sobre mi frente.
- solo para estar seguros "Permite que este poder divino sea un nutrimento satisfactorio, dándole a quien ha perdido sus fuerzas la fuerza para levantarse de nuevo-- Sanación - dijo mi madre, lo cual no entendí, acaso era una de esas rimas de juego como sana sana, pero antes de que pudiera seguir pensando en todo lo que significaba eso, una luz verde brillante empezó a emerger de la mano de mi madre la cual cayó sobre mí y en un instante el dolor y el mareo habían desaparecido.
-"¿Qué había sido eso?", pensé para mí mismo con los ojos abiertos de la sorpresa.
-Con eso estará- dijo ella mientras sonreía alegremente - Sabes mami solía ser una aventurera bastante famosa- para culminar con unas palmadas en la cabeza.
-¿Qué pasó?, ¿por qué tanto alboroto?- dijo mi padre el cual acababa de entrar a casa mientras se limpiaba el sudor de la frente, supongo que por estar agitando la espada.
-¿Qué pasó?, Rei logró subirse a la silla y se cayó, deberías estar más alerta Paul, podría haberse lastimado de gravedad- dijo mi madre mientras subía su tono de voz y se acercaba a mi padre.
-Tranquila amor, ya sabes que nuestra pequeña es toda una exploradora, además si se hubiera lastimado de verdad tú podrías curarla sin ningún problema- dijo mi padre mientras le dedicaba una sonrisa a mi madre.
-Sí, pero podría haberse lastimado de alguna manera que no pudiera curarlo- contestó mi madre haciendo algo parecido a un puchero.
-Tranquila, eso nunca pasaría, lo sé porque confío en ti- contestó de vuelta mi padre mientras tomaba a mi madre por la cintura y comenzaba un intenso beso.
En cuanto a mí estaba aún en shock por el suceso tan repentino, acaso lo que había dicho mi madre era "aventurera", además que un brillo verde y dolor desapareciendo de la nada, canto, no puede ser, ¿acaso en realidad reencarné en otro mundo y no en la tierra?, si era así esto sin duda era un Isekai en toda la regla, pero aún más importante- "Un mundo de magia y espadas"- Dije en mi cabeza, para ser sincero no pude evitar la emoción, esto era increíble, antes de esto realmente no sabía qué quería hacer con esta segunda oportunidad, así que prefería en tener una vida tranquila y aburrida, pero esto cambiaba todo completamente, creo que mi mentalidad estaba cambiando, tal vez podría optar por una ruta más... emocionante.
Hola mucho gusto a ustedes lectores aventurados dándole esta oportunidad a esta obra, tengo muy planeado cómo será este fanfic, entonces si les gustó este primer capítulo no duden en seguir las aventuras de esta versión femenina de Rudeus Greyrat, además de dejar su opinión en los comentarios, también quería aprovechar para dar una mención de agradecimiento a Korneta-sensei por inspirarme a hacer mi propia fanfic de Mushoku Tensei, también les recomiendo el suyo, lo encontrarán como "Un rudeus Diferente". Si se pasan por ahí, díganle que vienen de mi parte. En fin, sin más que decir, muchas gracias por leer. ¡Nos vemos en la próxima actualización!

ESTÁS LEYENDO
La Historia de Reida Greyrat
FanfictionAlexander es un chico que pronto irá a la universidad, decide hacer un viaje para encontrarse con una amiga a Japón, donde lamentablemente fallece, pero como si de un milagro se tratara rencarna en otro mundo, pero con algunas desventajas, puesto qu...