Ahí estábamos, tanto mis padres como yo, frente a la puerta, viendo cómo el chico aún esperaba alguna respuesta.
-Así que tú vienes por el trabajo de maestro de magia- finalmente dijo mi madre, la cual parecía tener una expresión de sorpresa. Y realmente no la podía culpar, pues si me hablaran sobre un maestro de magia, esperaría algún tipo de anciano súper sabio, no a alguien tan joven.
-Así es, señora. ¿Podría saber dónde se encuentra mi alumno?- dijo el chico, que al parecer se llamaba Roxen, el cual parecía un poco ansioso.
-Oh, sí, aquí está- dijo mi madre mientras se hacía a un lado para que mi figura fuera más clara.
Por un momento, Roxen se quedó desconcertado viéndome, algo que me había causado una extraña sensación.
-Ya veo, no esperaba que fuera uno de esos casos donde los padres creen que sus hijos son unos genios- murmuró Roxen mientras llevaba su mano a la barbilla. -Bueno, de todos modos, me van a pagar, así que no me importa mucho- volvió a murmurar Roxen. Sus palabras realmente me enfurecían, pues había podido escuchar claramente lo que decía, aunque no sabía si mis padres lo habían hecho. Pero más le valía que no lo hubieran hecho.
-¿Pasa algo?- preguntó mi madre, la cual parecía tener una mirada de furia reprimida en su cara. -"Parece que madre sí escuchó", pensé mientras me imaginaba a Roxen siendo echado en ese momento.
-No, nada- dijo Roxen. -Solo me preocupa que ella sea capaz de entender bien la magia.
-No te preocupes, ya verás que nuestra Rei es muy capaz- dijo mi madre mientras se hacía aún más a un lado y daba una señal que parecía significar que pasara adentro de la casa. Y así fue como comenzaron mis clases de magia y esgrima.
-Bien, lo primero que quiero saber es ¿cuánta magia puedes hacer normalmente?- dijo Roxen mientras hacía lo que parecían ser un par de estiramientos.
-Bueno, puedo usar un poco a diario- contesté.
-Bueno, muy bien. Lo primero que te enseñaré es un hechizo básico, Bola de Agua. ¿Entendido?- dijo Roxen mientras se acercaba a mí y extendía su mano hacia el frente.
-"Permite que las aguas bastas y benditas converjan donde se marchitan y crea un solo chorro puro de eso- ¡¡Bola de agua!!"- dijo Roxen, frotando así una esfera de agua en la palma de su mano y disparándola a gran velocidad.
-Bien, ya lo viste, ¿no? ¿Qué te pareció?- dijo Roxen volteando así hacia mí mientras me hacía una señal de pulgar hacia arriba.
-Primero, maestro, yo ya sé hacer eso. Y dos, me pareció que mi madre va a estar molesta cuando vea qué daño su árbol favorito- dije con un tono tierno e inocente a propósito para que lo hiciera ver algo idiota. Pues no sabía muy bien por qué, pero me molestaba un poco su forma de ser, pero eso no importaba ahora.
-¿En serio?, rayos- dijo Roxen mientras corría a toda velocidad, usaba la misma magia que mi madre usaba, la cual supongo es de curación, y volvía a donde estaba antes como si nada hubiera pasado.
-Bien, dices que ya sabes cómo hacer eso, ¿no? Pues adelante, hazlo- me dijo Roxen con un tono que parecía ser de molestia. -"Supongo que no le gustó que le mostrara su lugar, jejeje"- pensé mientras me posicionaba y extendía mi mano como él lo había hecho hace apenas unos momentos.
-"Permiten que las aguas bastas converjan don, dond, donde, achuuu"- al final, durante mi recitación, estornudé y con eso la esfera de agua se formó rápidamente y salió volando a gran velocidad.
-Perdón, maestro, es que..- traté de excusarme con Roxen cuando él se empezó a acercar a mí.
-Oyes, lo que acabas de hacer hace unos momentos, ¿fue acortar el encantamiento para el hechizo?, ¿Lo haces normalmente?- preguntó Roxen algo sorprendido. -"¿Qué le contesto?"- me pregunté, pero rápido llegué a una respuesta.
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La Historia de Reida Greyrat
FanficAlexander es un chico que pronto irá a la universidad, decide hacer un viaje para encontrarse con una amiga a Japón, donde lamentablemente fallece, pero como si de un milagro se tratara rencarna en otro mundo, pero con algunas desventajas, puesto qu...