Capitulo 10: Duelo y peligro.

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-Thomas, ¿Quién es ella? - dijo Aris, el cual estaba frente a mí apuntándome, con un tono que estaba lleno de arrogancia.

-Por favor Aris-Sama, no se descortés con una nada, ella es Reida-Sama, y vino aquí para cubrir el papel de su tutora - dijo Thomas de manera tranquila, aunque también parecía estar algo nervioso.

-!!!¿Qué?!!! - dijo Aris de una manera en la que demostraba que estaba en desacuerdo - Déjate de bromear Thomas, ella es más pequeña que yo, y ¿Ella me va a enseñar a mí? - continuó él haciendo gestos de molestia.

-Si me permite decir algo, no creo que la edad tenga que ver con quien enseña - dije de manera elegante haciendo un saludo noble, ya que no había tenido la oportunidad de saludar.

-mmm, bueno así que al menos eres educada - dijo Aris algo más calmado - Aunque no me gusta tu manera de hablar, si no fuera porque eres una chica ya te habría dado una paliza - continuó Aris mientras volvía a sentarse en la silla.

Yo no sabía muy bien qué hacer a continuación, así que volví a ver al mayordomo Thomas en busca de ayuda, a lo que él evitó mi mirada haciéndose el loco.

-"Qué gran ayuda eres Thomas" - pensé mientras veía cómo este se seguía tonteando.

-Bueno, ya puedes volver de donde sea que vienes - dijo Aris de repente - No necesito aprender nada de letras o números, y menos de los trucos baratos de la magia - concluyó Aris dando un suspiro.

-"!!¿Quién se cree este idiota para hablarme así?!!" - pensé conteniendo mi furia, hasta que recordé que él era mi boleto para ir a la universidad mágica de Ranoa junto con Shilp, así que no me importaba tener que lidiar con este imbécil durante un tiempo, si así conseguía mi objetivo, de todos modos no era la primera vez que tenía que lidiar con personas como él. En mi otra vida llegué a tener peleas con tipos como este que no dejaban de criticarme llamándome "Nerd" o cosas por el estilo. Así que calmándome decidí que solo había una manera de resolver pronto esto.

-Lo siento creo que escuché mal, ¿Acabas de llamar a la magia "Trucos baratos"? - comencé echándole madera al fuego.

-No, no escuchaste mal, y antes de que digas algo más, vete ahora - dijo Aris con una cara de molestia reprimida.

-"Bien, idiota, así ven y cae en la trampa jejeje" - pensé riéndome de manera macabra con una clásica pose de científico loco, aunque obviamente en mi imaginación.

-¿Así? Si la magia no es más que "Trucos baratos", entonces ¿Qué es la esgrima? Supongo que solo jugar con varas de metal - fue lo que dije, lo cual obviamente no pensaba, pero tenía que seguir con este juego, ya que había observado cómo al lado de la cama del cuarto se encontraba una espada real en su funda, junto a una de práctica, así que era probable que a él le gustara o por al menos le interesara la esgrima.

-!!¿Qué acabas de decir?!! - gritó Aris bastante molesto, pero de repente paró en seco, como si recordara algo, para luego parar y quedarse viéndome con una cara de rabia. Yo volví a ver a Thomas el cual al darse cuenta que lo estaba viendo paró de dar unos pasos rápidos y pequeños, él estaba ahora un poco más lejos de mí, a la vez que más cerca de la salida, aparte de que se le veía nervioso.

-"Así que si estabas huyendo, ¿No es así?...Mayordomo de pacotilla" - pensé mientras lo veía.

-Oyes a caso ¿Me ibas a golpear? - dije volviendo al objetivo principal, el pelirrojo súper orgulloso.

-No, a una dama no se le debe de golpear - murmuró Aris con cara de molestia, muy probablemente solo estaba repitiendo las palabras que alguien más le dijo.

-Bueno, perdón por insultar a la esgrima, pero tú insultaste a la magia, fue como un precio a pagar - dije dándole una falsa sonrisa que por alguna razón también lo hizo sonreír.

La Historia de Reida Greyrat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora