-Lilia-
Al principio, decidí que iba a decir lo correcto: "Yo seduje a Paul".
Esas palabras que había planeado durante bastante tiempo fueron completamente inútiles en aquel momento, donde solo pude quedarme callada y evitando la fuerte mirada de Zenith.
Él y yo ya nos conocíamos desde jóvenes. Él incluso tomó mi virginidad una noche, lo cual, por alguna razón, no me disgustó ni me gustó, simplemente no me importó. Pero incluso así, cuando me enteré de que él había abandonado el centro de entrenamiento, no pude resistirlo y lloré bastante.
Después de eso, empecé a creer que eso había sido un error, pero cuando los únicos otros hombres que hacían avances conmigo no eran otros que los hombres gordos y calvos del castillo de Asura, me hizo empezar a reflexionar sobre qué tal vez no había sido tan malo. Y cuando me reencontré con Paul, esa creencia solo se reafirmó. Él había madurado, ya no era tan arrogante y ahora tenía una vibra de alguien responsable, lo cual empezó a hacer surgir esos sentimientos reprimidos una vez más.
Él a veces hacía bromas sobre aquel tiempo que compartimos de jóvenes, incluso a veces me manoseaba a manera de broma, lo cual era algo resistible.
Pero no fue hasta que Zenith quedó embarazada, y sabiendo que gracias a esto Paul tendría una gran cantidad de libido reprimido, aproveché esto para conducirlo a mi habitación. Sabía que era algo imperdonable, pero para cuando lo entendía, ya era demasiado tarde, pues ya había sido condenada por mi pecado, ya que así era como veía mi embarazo: nada más que una sentencia por mis pecaminosas acciones.
Pero fui perdonada y ayudada por Reida, la cual escuchó todo y creó una manera en la que nadie terminará con la culpa entera. Esa niña siempre fue bastante inteligente. Al principio, pensé que era extraña, pero ahora me daba cuenta de que en realidad era una niña maravillosa, tanto que incluso procura por mi hijo y por mí sobre sus sentimientos, ya que sabía que esta situación la llenaba de furia, pero aún así decidió ayudarnos.
Y ahora estaba en deuda de por vida con ella. También merecía todo mi respeto, por lo que sabía que para pagar mis errores haría que una vez que el bebé que vive en mi vientre nazca, me aseguraré de que sirva a Reida-Sama.
-Reida-
Después del día del incidente de mi padre y Lilia, estaba teniendo clase de esgrima con mi padre.
-Rei, basta, es suficiente- decía mi padre, el cual durante todo este tiempo se había dedicado a bloquear mis ataques.
-Estás...¿Estás molesta conmigo?- preguntó mi padre con una cara de preocupación.
-"!!Sabes lo que hiciste, y aún así lo preguntas¡¡"- pensé mientras veía a mi padre, el cual me veía fijamente.
-Sí- fue lo que contesté. Estaba furiosa, pero aún así no iba a decirle todo lo que pensaba.
-¿Es por lo de ayer?- preguntó mi padre, aunque yo sabía muy bien que él ya conocía la respuesta.
-Sí- volví a contestar.
-Sabes, te quería dar las gracias por mentir por nosotros, pero no sabía cómo hacerlo- comenzó mi padre a hablar. -Yo mismo me había metido en ese problema, y para ser sincero, fue algo humillante que necesite que mi hija pequeña se metiera en algo como eso para salvarme el cuello. Te lo compensaré con algo, ¿qué piensas?.- finalizó mi padre, el cual parecía esperar una respuesta, la cual no llegó.
-¿Qué te gustaría?, tal vez la próxima vez que vaya a Roa, te pueda traer un postre o algo parecido- dijo mi padre con una sonrisa bastante despreocupada, que para ser sincero, me asqueó.

ESTÁS LEYENDO
La Historia de Reida Greyrat
FanfictionAlexander es un chico que pronto irá a la universidad, decide hacer un viaje para encontrarse con una amiga a Japón, donde lamentablemente fallece, pero como si de un milagro se tratara rencarna en otro mundo, pero con algunas desventajas, puesto qu...