-Reida-
Cuando desperté me di cuenta de que estaba en una caravana. Lo que descubrí a mala manera al tratar de ver mi alrededor: el traqueteo de la caravana causó que me golpeara en la cara. Después de ese vergonzoso suceso pude ver con mejor precisión mis alrededores, donde me encontré con Ghisleine, la mujer que al parecer era amiga de mi padre, sentada a mi lado y a la vez la que me había dejado inconsciente. Realmente aún necesitaba una explicación, por lo que ahora era mejor actuar con cautela. Intenté levantarme solo para descubrir que estaba casi completamente atado, pero sabía que ahora eso no era la cosa más importante.
-Hola, un gusto, me llamo Reida Greyrat- dije mientras usaba magia de fuego para empezar a quemar ligeramente las cuerdas. -Si no es mucho problema, ¿podría saber qué está pasando?- mientras terminaba de liberarme y ponerme de pie, para luego realizar un saludo noble como me había enseñado mi madre por si acaso.
-Vaya, eres bastante educada, eso sí que es un milagro con Paul como padre- dijo Ghisleine con un tono de ironía, lo que debo admitir que también me dio risa y, como siempre, no pude evitar aunque logré que fuera no más que una risita leve.
-Bueno, recuerde que también está mi madre- dije con una sonrisa, que por alguna razón sorprendió un poco a Ghisleine, solo para volver a su cara seria en unos segundos.
-Es cierto, supongo que eres el reflejo de Zenith- dijo Ghisleine devolviéndome la sonrisa.
-Bueno, señora, si es posible me gustaría una explicación- dije tratando de ir lo más directo al grano posible.
-mmm, bien, primero nada de "Señora", no tienes que ser formal conmigo, llámame Ghisleine a secas- dijo Ghisleine con un poco de molestia en su voz.
-Está bien, entonces puedes llamarme Rei, así me llaman mis amigos- dije con una sonrisa, la cual Ghisleine devolvió.
-Está bien Rei, en segundo, toma esto- dijo Ghisleine dándome unos sobres amarrados con un listón rojo.
-Léelos en voz alta, yo no sé leer- dijo Ghisleine viéndome directamente.
Así que los desaté y abrí sin pensarlo. La primera era una de mi padre, que molesto abrí esperando una respuesta. Su contenido comenzaba con:
"Mi querida Rei, si estás leyendo esto es porque tal vez nunca nos volvamos a ver".
-!!!Queeee¡¡¡- dijimos al mismo tiempo Ghisleine y yo, lo que hizo que nos diéramos una mirada que nos hizo reír. -"Bien, ya entiendo a Shilp y a mi padre aquella vez"- pensé para volver a mirar la carta.
"Bromeo, solo es que siempre quise decir algo como eso. Bueno, ahora en realidad supongo que ahora te estarás preguntando por qué te dejé inconsciente, te até y luego te subí a una caravana, lo cual es algo que debería explicarte la mujer cerebro de músculo que te acompaña".
Con las primeras palabras, Ghisleine y yo no pudimos hacer más que darnos una mirada que parecía darnos a entender que pensábamos lo mismo.
-"Paul/Padre, en verdad eres un idiota"-
Aunque después con las últimas palabras de ese párrafo tuve que calmar con mucho esfuerzo a Ghisleine, para que dejara de ordenar al conductor a que diera la vuelta, para así poder, en sus palabras,
"Darle una paliza a ese imbécil de Paul".
Luego de calmarla diciéndole que se trataba de una broma nada más, continué leyendo la carta.
"En realidad ella es una persona muy fuerte, es una reina del Filo, lo que probablemente la vuelve la mejor espadachina de esta parte del mapa, es tan poderosa que nunca pude ganarle en nada... bueno, solo en la cama".

ESTÁS LEYENDO
La Historia de Reida Greyrat
FanfictionAlexander es un chico que pronto irá a la universidad, decide hacer un viaje para encontrarse con una amiga a Japón, donde lamentablemente fallece, pero como si de un milagro se tratara rencarna en otro mundo, pero con algunas desventajas, puesto qu...