Empecé a correr lo más rápido posible, mientras creaba una bola de agua a máxima velocidad, la cual lancé y logró golpear, haciendo que cayera a un par de metros de su ubicación original, y haciéndole soltar su espada.
-!!Mierda!! - gritó el tipo al que le disparé, el cual era algo bajito y regordete, tenía cicatrices por su cara, además de que sus facciones no eran muy agraciadas, pero lo que lo ayudaba sin duda era su cabellera rubia que sí le subía varios puntos.
-¿Quién eres? - dijo una voz, la cual era del segundo hombre, este se notaba que ya era alguien mayor, pues las líneas blancas en su cabello oscuro eran bastante notorias, él era más alto que el otro aparte de tener una apariencia más fornida, y sin duda daba el aire de ser el líder.
-Una simple trabajadora de aquí - dije mientras no perdía de vista a ninguno de los dos.
-Interesante, niña te recomiendo que te alejes, no busco llenar mis manos de sangre joven - volvió a decir el hombre mayor haciéndome una seña de que me fuera.
-Si es así ¿Entonces qué querían hacer con sus armas dentro del cuarto de Aris-Sama? - dije mientras empezaba a concentrar mi poder mágico en mis manos.
-Eso no te incumbe, y antes de que sigas, esta es la última vez que te doy esta oportunidad, vete ahora - continuó el tipo mayor el cual parecía estar exasperado y preocupado.
-¿Y si mi respuesta es no, qué vas a hacer? - dije mirándolo fijamente a los ojos.
-Tú lo dijiste niña, !!Golan hazlo!! - gritó el tipo, lo que me hizo voltear a ver al tipo regordete el cual, inesperadamente, incluso con su figura poco atlética estaba pegado al techo en una posición que recordaba a la de una lagartija.
-!!Jajajaja Toma esto!! - dijo el tipo lanzando varios cuchillos hacia mí que me hicieron retroceder. Respondí lanzándole un hechizo de tierra llamado "Cañón de piedra" el cual era lo mismo que los proyectiles que normalmente hacía, pero justamente estos eran una versión más pequeña del primero que usaba para causar daño, pero no letal.
Cuando disparé mi hechizo el tipo regordete se despegó rápidamente solo para volver a pegar en la pared. Esta vez comenzó a lanzar otras cosas, eran esferas que eran de color negro, así que decidí esquivarlos y moverme directo hacia él, lo cual al final fue la mejor opción, pues repentinamente las esferas estallaron haciendo que una especie de líquido se esparciera por la zona.
-Ugh - fue el sonido que solté cuando el olor de este líquido llegó a mi nariz, era de las cosas más asquerosas que había olido. Esto hizo que cayera en su distracción, para luego lanzarse hacia mí con una daga en cada mano.
Creé una pared de tierra que me protegió de ese ataque, para luego lanzar una bola de fuego directo en el pecho haciendo que este nuevamente saliera volando hacia atrás.
-Maldita moco...- empezó a decir el tipo regordete, mientras veía como las ropas de su pecho se habían incinerado y se podía ver su piel con varias quemaduras, pero no lo dejé terminar, pues lancé otro cañón de piedra hacia él.
El tipo intentó esquivarlo, pero no lo logró hacer completamente, así que logré herirlo en su brazo izquierdo, casi arrancándolo, solo manteniéndolo unido a su cuerpo un trozo de este. Debo admitir que esa escena me revolvió el estómago, pues nunca había herido a alguien como para dejar ver la cantidad de sangre que bañaba el suelo ahora mismo.
-Ahhh, !!Hija de puta!! - gritó el tipo viendo su brazo mientras trataba de mantenerlo unido con su otra mano.
-Ri..Rin..!!Ríndete!! - dije nervioso, pues con esa imagen frente a mí hacía que tanto mis manos como pies temblaran, pero aún así me forzaba a seguir.
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La Historia de Reida Greyrat
FanfictionAlexander es un chico que pronto irá a la universidad, decide hacer un viaje para encontrarse con una amiga a Japón, donde lamentablemente fallece, pero como si de un milagro se tratara rencarna en otro mundo, pero con algunas desventajas, puesto qu...