Capítulo II. Nuevo Hogar

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Papá confirmó su parte del trato esa noche cuando hizo su platillo para morir de espagueti y albóndigas. Cuenta la leyenda, que preparo eso para mamá en su primera cita con ella, y la única razón por la que ella se enamorara de alguien tan aburrido como él fue para poder comer su increíble comida cada vez que le diera la gana. Esa historia siempre me hacía reír, y eso hacía reír a papá también. Realmente él nunca se reía cuando se trataba de cosas acerca de ella después del accidente.

Nunca conocí a mi madre, ella murió cuando tenía apenas un mes de edad. La única forma por la que se cómo se veía es por la pequeña foto que papá lleva en su cartera.

Ella parece feliz en la foto, con una gran sonrisa en su rostro mientras se vuelve para mirar al fotógrafo (que supongo era mi padre). No lleva nada particularmente especial o elegante, sólo un par de jeans y una camiseta vieja de los cardinales de Arizona que pertenece a mi papá. Mi madre está sonriendo y riendo mientras se sentaba sobre la hierba, con los brazos envueltos alrededor de sus rodillas dobladas. Está sentada sobre una manta de picnic, el cielo por encima de ella comienzo a desaparecer en tonos de un rosa grisáceo y un púrpura profundo. Su cabello es salvaje y se levanta en un moño loco, mejillas sonrojadas con una belleza natural que enredo a mi padre en una trampa de ansia y devoción.

Ella no está usando ningún otro tipo de joyas aparte de su fino anillo de bodas y el medallón de corazón que brillaba intensamente, pero mi padre afirma que esa foto es una de las más bellas que alguna vez le tomó, incluso yendo demasiado lejos el rival de la foto se perdió en el día de su boda.

Mi madre era una belleza, y apuesto a que en los ojos de papá me veo justo como ella, con mis ojos azul oscuro y cabello castaño oscuro. Me imagino que él debió de haber despertado el interés de mamá con sus ojos color avellana y su cabello oscuro, pero papá siempre me asegura que era mamá quien siempre lo encantaba y lo llevaba en grandes aventuras. Él simplemente era suertudo de estar en el asiento del pasajero, sacando fotos de su maravilloso tiempo cada vez que podía, con la esperanza de eternizar al amor de su vida.

Era casi cruel, como el único legado que queda de la mujer que fue Amelie Lane fueran las fotografías que su marido había tomado de ella y el collar alrededor de mi cuello.

Supongo que técnicamente yo podría contar como un legado también.

Papá y yo no hicimos mucho el resto de la noche además de desempacar e instalarnos. Doblé toda mi ropa y la puse en los gabinetes de madera y colgué todo lo que no cabía en el armario. Desempaqué mis cámaras, asegurándome de que las tenía todas y que no fueron dañados de alguna manera en el viaje. Pronto fueron colocadas en una estantería junto a la puerta de mi dormitorio, sólo un par de libros residen en los estantes.

Me puse mi pijama y me lavé los dientes, preparándome para acostarme puesto que ya era bastante tarde cuando habíamos llegado. Papá había venido a mi habitación para darme un beso de buenas noches en la frente como lo hacía desde que era pequeña, no importaba lo mucho que me quejara de que era demasiado vieja para ese tipo de cosas. Él siempre besaría el medallón en mi cuello, como si de alguna manera pudiera besar a mi madre sólo una vez más.

Estuve acostada en la cama durante un rato después de que papá se fuera, simplemente mirando por las puertas corredizas de cristal que conducían a la oscuridad del bosque. Esperaba que me gustara este nuevo hogar, con la esperanza de que tal vez mi vida pudiera cambiar para mejor aquí.

Cerré mis ojos y caí en un sueño sin sueños no mucho tiempo después.

***

Nunca fui realmente una persona de sueño pesado, y al amanecer ya estaba levantada y tomando fotos de la lentitud del amanecer en mi pijama, con suaves pantuflas y un abrigo que me puse para mantenerme caliente en el aire frío. Me aseguré de tomar una variedad de fotografías, me gustaría volver y borrar las que parecían menos interesantes después. Tomé una Polaroid de eso también, escribiendo un título para ello. Normalmente guardaba mis Polaroids para cosas especiales, y decidí que mi primera mañana en mi nuevo hogar era lo suficientemente especial.

Sorcery // Louis Tomlinson | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora