Sorcery // Louis Tomlinson | Español

Capítulo XV. Mariposa

Me había despertado antes que Louis, disfrutando de la vista de su forma de dormir placenteramente a mi lado durante unos momentos antes de que maniobrara cuidadosamente mi camino por debajo de las sábanas sin despertar a Louis.

Una de las condiciones de dejarme ir de campamento era que aún tenía que tomar mis pastillas una vez que me despertará, papá incluso llegó demasiado lejos al empacar tres cápsulas en un pequeño contenedor en mi mochila. Tome una botella de agua de una mochila de Louis, tragándome las pastillas de una en una hasta que solo quedó una.

—Quiero dulces —balbuceó somnolientamente Louis a mi lado, sus bonitos ojos apenas permanecían abiertos mientras miraban a la última pastilla en mi mano.

Estaba sin camisa y su cabello estaba completamente salvaje, aplastado en algunos lugares y enmarañado en otros. Bostezó cuando tomé mi última pastilla, Louis hizo una mueca cuando se dio cuenta de que no recibiría ningún "dulce".

—Preferiría no ver lo que mis pastillas le hacen a alguien perfectamente sano como tú —le dije a Louis, viendo como se encogió de hombros y recogía las tibias mantas para mí. Después de cerrar la botella y acomodarla a un lado, felizmente me arrastré de nuevo bajo las sábanas con Louis, riendo mientras envolvía sus brazos alrededor de mí y mordisqueaba la piel de mi cuello.

—Soy un vampiro, témeme —bromeó mientras enterraba su cara en el hueco de mi cuello, haciéndome reír.

—Deja de reír, quiero chupar tu sangre —continuó su farsa de vampiro Louis, sus manos levantaron mi camisa un poco por lo que dedos pudieron hacerme cosquillas en los costados. No pude evitar los chillidos y carcajadas que escaparon de mí cuando le rogué a Louis que se detuviera.

Finalmente lo hizo, tirando de mi cuerpo agotada encima del suyo por lo que mi cabeza descansaba sobre su pecho. Sentí el latido de su corazón contra mi mejilla, fuerte y estable y tan diferente del mío. Casi como si pudiera leer mi mente, Louis tomó mi fría mano en la suya y la presiono contra el duro músculo de su pecho cerca de mi cabeza, los latidos de su corazón parecieron acelerar ante mi tacto.

—Mi corazón no puede hacer eso. Deberíamos de intercambiarlos —bromeé débilmente, a Louis no le parecieron graciosos mis problemas de salud. Su mano descansaba sobre la mía en su pecho, sus dedos apretaron ligeramente los míos mientras sus ojos se clavaron en mi alma.

—Si pudiera, lo haría —me dijo, mi cabeza se sacudió diciendo no.

—Tú no quieres esta vida —murmuré—, quedarte sin aliento al caminar por el bosque, teniendo siempre las manos y pies fríos, sin saber lo que depara el día siguiente —suspiré y sentí mi labio inferior temblar. Lo mordí rápidamente para contener las lágrimas que sabía que se formarían, mis ojos se cerraron con fuerza.

—Yo lo tomaría si eso significará que finalmente podrías vivir. Vivir locamente y como si no hubiera un mañana, y luego despertar y hacerlo todo de nuevo por el resto de tu vida —susurró Louis, haciéndome abrir los ojos y mirarlo.

—¿T-Tú... tú harías eso? —le pregunté, completamente sorprendida cuando Louis asintió.

—En un santiamén —dijo antes de besar la parte superior de mi cabeza, sosteniéndome cerca y cubriéndonos con las mantas, por lo que podría estar más caliente mientras él me sostenía.

No estaba muy segura de cuánto tiempo estuvimos acostados, pero con el tiempo Louis me instó a levantarme y comenzar a empacar mis cosas. Afirmó que aún tenía lecciones en el Rift y su maestro impaciente lo mataría si llegaba tarde.

Una vez más, era el deber de Louis desarmar la tienda, y el mío era empacar las maletas y todo lo demás. Louis se quejó todo el tiempo acerca de cómo deseaba tener telequinesis ya que todo el proceso sería más rápido, lo que me hizo cuestionar el por qué no lo había aprendido todavía si él aprendía tan fácilmente otros talentos.