Sorcery // Louis Tomlinson | Español

Capítulo XI. Cena

Cada vez que miraba la foto de Louis, no podía evitar que una enorme sonrisa se extendiera por mi rostro. Él era un bobo, incluso en los momentos más graves.

Pero eso no cambia lo que dijo papá acerca de no verlo nunca más, lo que hizo que mi sonrisa desapareciera en un tiempo récord.

Salí de mi habitación aún en pijama, con la preciosa fotografía escondida con seguridad debajo de mi almohada. Camine tranquilamente por las escaleras, temiendo a algún tipo de interacción con mi padre. Sabía que era inevitable, aunque, él estaría en la cocina haciendo el desayuno como todas las mañanas, mis sospechas fueron confirmadas cuando escuche un crujido procedente de la cocina y el olor celestial de tocino disipándose por toda la cabaña.

Suspiré antes de entrar en la sala de estar, sentándome en silencio en el sofá. Sabía papá me tuvo que haber visto, la cocina tenía una visión muy clara de la sala de estar, pero estaba un poco sorprendida cuando él no dijo nada. Los únicos sonidos eran del crujido del tocino cocinándose en la estufa, el tintineo de platos y tenedores siendo sacados de los cajones y armarios, y papá suavemente tarareando para sí mismo mientras cocinaba.

Muy pronto los sonidos cesaron, y escuche pasos pisadas fuertes en el suelo de madera cuando papá se acercó a mí, poniendo un plato delante de mí en la mesa de café. Un vaso de jugo de naranja fue colocado al lado de él, las tres pastillas descansaban junto a él.

Mis ojos miraron hacia adelante sin comprender por un tiempo cuando papá se puso a mi lado, sostenía un tenedor a propósito en la mano mientras esperaba a que yo reconociera de alguna manera su presencia. Eventualmente suspiré y tomé el tenedor, mis ojos cayeron al plato.

Hizo una cara sonriente con los huevos y el tocino, con un chorrito de ketchup en la parte superior de una pila de papas hash brown bajo la sonrisa de tocino deletreando 'lo siento'.

Me quedé mirando el esfuerzo de mi papá para hacerme sentir mejor y mi corazón se calentó un poco por su esfuerzo.

Pero aun así eso no hizo que todo se mejorara. Dejé el tenedor justo al lado del plato y tomé mis pastillas con un trago de jugo de naranja, sentándome en el sofá mientras miraba hacia a la televisión que ni siquiera estaba encendida.

—Aww, pequeña, venga ya. ¿Sabes cuánto tiempo me tomó escribir perfectamente esa frase con catsup? —bromeó Papá, con una débil risa proveniente de él cuando yo no respondí. Suspiró antes de que sintiera al sofá hundirse mientras se sentaba a mi lado.

—A ver, Mira. Sé que aún estás molesta conmigo, y tienes todo el derecho a estarlo —explicó Papá lentamente, mi línea de visión todavía no se mueve, pero mi interés llega a su punto máximo.

—Mis acciones anoche estuvieron completamente fuera de lugar, quiero que entiendas eso. ¿De acuerdo? —me preguntó, haciéndome girar la cabeza para finalmente mirarlo por una respuesta.

—¿Está bien Mira? Lo siento —me dijo, pero yo todavía no dije nada. Mis ojos miraron a mi regazo mientras los dedos de papá liberaban mi barbilla.

—No está bien. Le dijiste que nunca volviera a verme.

—Lo sé, pero quiero que hagas algo por mí.

Levanté la vista hacia papá, con mis cejas fruncidas en la confusión.

—¿Qué?

Papa tomó una respiración profunda antes de ofrecerme una sonrisa.

—Quiero que vayas a encontrar a Louis y lo invitas a cenar esta noche. Creo que le debo una disculpa también.

Mis ojos se abrieron como platos mientras miraba a mi padre, enderezándome y mirándolo.