MI PEQUEÑO RAYITO DE SOL ☀ OMEGAVERSE (KAGEYAMA X HINATA)

[CAP14. DEJARLO FLUIR]

[ANTERIORMENTE]

Yamaguchi: —sorprendido por la confesión, frunciendo el ceño— ¿Diferente cómo? ¿Kageyama te ha dicho algo? —preguntó, preocupado por lo que estaba pasando tras esa aparente tranquilidad—

Hinata: —suspirando, aliviado de poder hablarlo con alguien— Ha estado distante... No lo ha dicho, pero lo siento. Cuando estamos juntos, es como si hubiera una barrera entre nosotros, como si hubiera algo que él no me está diciendo. —confesó, con la voz baja, casi avergonzado de lo que estaba admitiendo— A veces, siento que haber quitado la marca solo... lo empeoró.

Sugawara: Estas equivocado, Shoyo... -Dijo acercándose a la barra de pedidos- Esto es muy normal entre dos personas que pasaron por eso. No empeoro nada el quitar la marca, simplemente esta mostrando la realidad.

Hinata: Suga san! Que haces aquí? -Dijo confundido-

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Sugawara: Estábamos Daichi y yo paseando y hemos decidido venir a veros al trabajo. -Dijo sentándose en la barra-

Daichi: A mi si me pones un cappuccino, por favor? -Dijo con una sonrisa-

Yamaguchi: Claro! -Dijo sonriente y se retiro-

Hinata: —mirando a Sugawara, todavía un poco sorprendido— Oh... ¡Qué casualidad! —dijo, intentando sonar alegre, aunque su mente seguía llena de dudas— ¿Y a qué te refieres con que está mostrando la realidad?

Sugawara: —con una sonrisa comprensiva, pero su tono más serio— Me refiero a que, sin la marca, no hay un lazo artificial que los obligue a estar cerca. Ahora, ambos están enfrentando sus sentimientos reales, sin ningún vínculo físico que los mantenga unidos. —explicó mientras se sentaba junto a Hinata— Y eso es difícil, pero también es lo más honesto.

Hinata: —frunciendo el ceño, tratando de procesar lo que Sugawara le decía— Entonces... ¿lo que siento no es porque quitamos la marca, sino porque siempre estuvo ahí, debajo de todo?

Sugawara: —asintiendo— Quizás. Las marcas pueden crear una sensación de seguridad, pero también pueden esconder lo que realmente está pasando en el corazón de cada persona. Ahora que la marca ya no está, todo se siente más... vulnerable, pero es una oportunidad para que ambos se entiendan de verdad.

Yamaguchi: —mirando a Sugawara con admiración por su sabiduría, pero volviendo su atención a Hinata— Eso tiene sentido, ¿no crees, Shoyo? Tal vez por eso sientes que Kageyama está distante. Ambos están intentando entender lo que sienten de verdad, sin la presión de la marca.

Hinata: —suspirando, sintiendo un poco de alivio pero también más preguntas— No lo había pensado de esa manera... Pero entonces, ¿qué hago? ¿Cómo hablo con Kageyama sobre esto?

Daichi: —colocando una mano en el hombro de Hinata— La respuesta es simple: Déjalo fluir. Tienes que ser paciente, Shoyo. Kageyama probablemente también está sintiendo algo parecido, pero no sabe cómo manejarlo. No lo empujes, pero tampoco te alejes. Solo dejen que todo vaya a su tiempo.

Hinata: —mirando hacia el suelo, pero asintiendo lentamente— Tienes razón... Siempre lo complico más de lo que es. Debería dejar fluir todo.

Sugawara: Daichi siempre tiene razón cuando se trata de estas cosas. —bromeó, haciendo que Hinata sonriera levemente— Pero en serio, Shoyo, no dejes que el miedo te impida mantenerte tranquilo.  Ambos pueden manejar esto, pero solo si se enfrentan a ello juntos o por cuenta propia.

Hinata: —levantando la mirada, decidido— Sí... 

Mientras el día avanzaba, Hinata siguió atendiendo a los clientes de la cafetería con su inigualable sonrisa que irradiaba.

(...)

Hinata: —con una sonrisa genuina mientras servía a los clientes— Gracias por su pedido, ¡disfrútenlo! —dijo con energía, tratando de mantener su mente ocupada con el trabajo, aunque sus pensamientos volvían constantemente a su conversación con Sugawara y Daichi—

Mientras tanto, el ambiente en la cafetería era animado. Los clientes iban y venían, el sonido de la máquina de café llenaba el aire, y la música de fondo creaba una atmósfera relajada. Sin embargo, Hinata no podía evitar notar que, a pesar de su intento de "dejar fluir", sus pensamientos sobre Kageyama seguían regresando.

Yamaguchi: —observando a Hinata desde la barra, notando que, aunque trabajaba con su habitual entusiasmo, había algo en su mirada que lo delataba— Oye, Shoyo, ¿quieres tomar un descanso? Has estado trabajando duro hoy. —sugirió, sonriendo de manera alentadora—

Hinata: —mirándolo por un segundo antes de asentir— Sí, creo que me vendría bien un respiro. —dijo mientras se dirigía hacia la parte trasera de la cafetería, donde solían relajarse cuando necesitaban unos minutos de descanso—

Al llegar, se dejó caer en una silla, sacando su teléfono de su bolsillo. Dudó por un momento, pero finalmente decidió enviarle un mensaje a Kageyama.

Hinata: —escribiendo lentamente, borrando las palabras varias veces antes de enviar un mensaje breve— "Oye, Kageyama... ¿podemos hablar más tarde?" —presionó enviar y luego se quedó mirando la pantalla, esperando una respuesta—

Los minutos parecieron alargarse, pero finalmente su teléfono vibró.

Kageyama: "Claro. Después del entrenamiento, ¿te parece?"

Hinata: —leyendo el mensaje, sintiendo un ligero nudo en el estómago, pero también aliviado de que Kageyama estuviera dispuesto a hablar— "Sí, después del entrenamiento está bien." —respondió, y luego soltó un suspiro profundo, apoyándose en la silla— "Todo irá bien", se dijo a sí mismo.

Después de su breve descanso, Hinata volvió a la cafetería, donde Sugawara y Daichi todavía charlaban entre ellos. Yamaguchi lo miró, levantando una ceja inquisitiva, pero no dijo nada, sabiendo que Hinata estaba procesando lo suyo.

Sugawara: —notando a Hinata volver— ¿Todo bien, Shoyo? —preguntó con tono casual, pero había una comprensión tácita en su voz—

Hinata: —asintiendo, esforzándose por mantenerse positivo— Sí, hablé con Kageyama. Vamos a hablar después del entrenamiento. —dijo, su tono más relajado ahora, aunque todavía había una ligera tensión en él—

Daichi: —con una sonrisa de aprobación— Me alegra escuchar eso. Solo recuerda lo que te dijimos. No te precipites, pero tampoco te detengas. Las cosas se acomodan cuando dejas que tomen su curso.

Hinata: —sonriendo levemente— Lo sé. Gracias, Daichi. —respondió mientras se preparaba para atender a otro cliente que acababa de llegar—

La tarde pasó rápidamente, y antes de darse cuenta, el turno de Hinata en la cafetería había terminado. Se cambió de ropa rápidamente y salió del local, caminando con paso rápido hacia el gimnasio donde entrenaban. A medida que se acercaba, su corazón comenzó a latir más fuerte, pero recordó las palabras de Sugawara y Daichi: "Déjalo fluir"

(...)

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MARATON FINDESEMANA: 2/6 CAPITULOS

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