capitulo 11

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Viviendo juntos

- ¡no puede creerlo! ¿De verdad vas a mudarte? - dijo Jes mientras me ayudaba a guardar algunas de mis cosas en cajas y maletas.

-¡sí, ese fue el acuerdo, no nos casáremos ,pero viviremos juntos!- guarde un par de blusas en mi gigantesca maleta - ¿podrías sacar la ropa de ese armario? - señale un pequeño armario que estaba junto a la ventana, casi nunca lo habría, ahí guardaba la ropa que no me quedaba para luego dárselas a mis primas pequeñas, que aún estaban muy pequeñas.

- ¡ahh!- se escuchó el grito ahogado de Jes.

-¿qué paso?- corrí hasta ella.

- ¡aún conservas a Boby! - señale a mi gran oso de peluche.

-sí, se lo iba a dar a alguna de mis primitas, pero siempre se me olvidaba - sonreí al verlo - recuerdo cuando jugábamos a las princesas y que él era él valiente príncipe- las dos reímos al recordarlo.

- ¿lo vas a conservar?- preguntó esperanzada.

- no lo sé- dudé.

- ¡vamos, se lo darias al bebé!- me suplicó.

-¡esta bien!- Jes festejo -¡ire a dejarlo en la casa del árbol, así cuando sea más grande él, o ella, podrá jugar con él ahí- dije mientras sacaba al un poco pólvoriento peluche ¡nada que una aspiradora no pueda arreglar!

Estaba bajando las escaleras cuando -¿no llevarás eso, o si?- señaló a boby.

-no, iré a dejarlo en la casa del árbol- dije mientras rodeé los ojos - ¿qué haces aquí?

- vine a ver si necesitaba ayuda.

- no, Jes ya lo esta haciendo.

- ___, cariño Luke esta... ¿Ese es boby?- preguntó mi madre al ver al oso.

- ¿boby?- preguntó Burlón Luke.

-¡tenía cuatro!- me excuse.

-¿qué no se lo habías dado a Lili?- preguntó mi madre refiriéndose a una de mis primas.

-no, iré a dejarlo en la casa del árbol- le informe mientras bajaba lo que quedaba de escaleras, para luego salir al patio he ir a mi vieja casa del árbol.

-tenía tiempo sin entrar aquí- dijo Luke en el marco de la puerta.

- sí, yo igual - sonreí con nostalgia.

- ¡recuerdo cuando éramos más pequeños escapábamos de las cenas y subíamos todos aquí a jugar algún juego! - miró el mediano lugar.

- ¡O cuando Ben casi se cae por la ventana! - los dos reímos al recordarlo.

- ¡también fue la primeras vez que peleamos!

-¿Cómo olvidarlo? ¡solías decirme niña mimada!- lo fulmine con la mirada.

- sí - río levemente al recordarlo - ¡ahora tenemos dieciocho, ya no nos hacemos bromas pesadas y vamos a ser padres! -suspiero pesadamente.

¡PADRES POR ACCIDENTE! (L.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora