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JUNGKOOK:








— Fue un sueño bonito.— murmuré sonriendo al despertar.

Esta vez Jimin me pidió huir del mundo en una alfombra voladora. Lo sé. Es muy irreal u fantasioso pero es un sueño y todo puede pasar, como tener cositas con Jimin.

Me sonrojé al recordar como Jimin pasó sus labios por mi cuerpo desnudo. Y me decía que me amaba.

— Soy un pervertido.— digo avergonzado.

Aun así.

No niego que me gusta tener intimidad con Jimin en mis sueños apesar de jamás haber tenido ese tipo de contacto con alguien. Soy inexperto y asi seguiré por un buen tiempo.

— Buenos días mi niño.— saluda mi abuela entrando a mi habitación para dejar mi ropa limpia en la orilla de la cama.

— Buenos días abuela.— me estiro y beso su mejilla.

Ella me escanea rápido.— Por tu sonrojo en el rostro no me hace falta adivinar. Soñaste con ese chico.— me miró cómplice.

Y es que mi abuela sabe sobre Jimin. De mi amor por él.

Le conté sobre los sueños, obviamente omitiendo algunos detalles, como el sexo con Jimin. Me avergonzaria hablar de ese tema con ella.

— ¿Por qué no te acercas a él como amigo?

Me paralize al escucharla.

— ¡No! — medio grité.— Él me ignoraria.

— Exageras hijo. Si te gusta tanto es porque es una buena persona...— y tiene razón mi abuela. No me enamoraría de un pedante, grosero y violento como lo es su novio.— Él no te va a ignorar. Quizás puedan ser amigos y en un futuro quien sabe.

Quizás.

Pero me da pavor acercarme a Jimin y más cuando Hyunbin mi horrible pesadilla esta rondandolo al ser su novio. No puedo.

— Hijo. Tengo algo para ti.— cambia de tema y de uno de sus bolsillos saca un collar con una flor desconocida para mi en su centro. Es raro pero bonito.

— Gracias.— se lo recibo.

— No es un collar cualquiera. Te ayudará a ir más allá de lo que tu sueñas.— explica con una sonrisa extraña en su rostro.

¿Más allá de lo que yo sueño?

Entrecerré los ojos.

— Abuela, ¿Esta involucrado tu don?

Ella se encogió de hombros.

Lo sabía.

Mi abuela se dedica a ser una bruja blanca. Tiene un don increíble y lo usa para ayudar a personas con consultas a espíritus, crear amuletos de la buena suerte, entre otras cosas que aun ni sospecho que pueda hacer. Su don nos ha ayudado a salir adelante. Desde que mis padres fallecieron cuando era más pequeño pase bajo su cuidado y ella tuvo que pedir dinero a cambio de usar su don, lo hizo solo por mi. Su único y amado nieto.

No sé que haría sin ella. La amo.

Mi única familia y no quisiera defraudarla haciéndole saber que soy un rechazado en el instituto. El saco de box de Hyunbin. No. No debe saberlo jamás. Solo tengo que seguir escondiendo mis heridas con maquillaje y aguantar los golpes hasta graduarme.









(...)









Camino con perfil bajo por los pasillos del instituto. Recibo algunos empujones o insultos en el camino pero sigo andando hasta dirigirme a la cafeteria donde pienso comprar un jugo. Al llegar me formo en la fila y espero mi turno.

— Hyunbin sigue insistiendo en ir a mi casa...— mis sentidos se pusieron en alerta cuando escucho esa dulce voz que tanto amo.— Ya sabes para qué.

Jimin.

Con disimulo giré un poco mi rostro para darme cuenta que él esta formado detrás de mi en la fila. Oh. Junto al traidor de su amigo. Alexei.

— Pero es normal tener intimidad en pareja.— le comenta el otro siendo hipócrita con su voz.

— Lo sé pero no me siento cómodo.— escuchar decir eso a Jimin me sorprendió.

¿No le gusta estar con Hyunbin de esa forma?

Vaya.

— Eso no es normal, ¿seguro que estas bien?

— No me siento deseoso de estar con él y...— su mirada se enfoca en mi. Trague saliva. Me descubrió de chismoso.— Disculpa. Es tu turno.— me sonrió amable.

Ah.

Era por eso.

Avanzo en la fila y pido mi jugo  mientras busco un billete en mi pantalón, nervioso porque Jimin aun no me ha quitado la vista.

No sé porque me mira.

— Aquí esta tu jugo.— me entrega la mujer que atiende la cafetería.

Y yo sigo buscando el billete pero no lo encuentro. No puede ser.

¿Se me cayó?

Lo más probable es que fue cuando me empujaron.

— Oh, el pobre Jungkook no tiene ni para un jugo.— Alexei le comenta a Jimin en forma de burla pero él no se rie y sigue mirándome.

Mierda.

Justo cuando consigo su atención me pasa esto.

— Yo pago su jugo.— se ofrece Jimin.— Puedes irte tranquilo. Otro día me lo pagas.

— Gracias.— titubee un poco al hablarle y me alejé a pasos rápidos como un cobarde.

¡No puedo creerlo!

Mi primera interacción con Jimin y fue de una manera vergonzosa. Todo mal.

Muy mal.







(...)







Es un sueño más.

Obvio.

Pero aprovecho.

Deslizo mis manos por su cintura delgada mientras él me observa algo confundido.

— El chico del jugo en mi sueño.— expresa como si no pudiera creérselo.

— Ese mismo cariño. Hoy hablamos en la vida real por primera vez y así me toparas, como el chico del jugo.— suspiré un poco frustrado. Sin embargo, me repongo para seguir disfrutando de tener una vez más a Jimin frente a mi. Así de cerquita.— ¿Qué quieres hacer hoy?

— No lo sé. Esto es raro.— contesta aún confundido.— Es un sueño... ¿Qué se hace en un sueño?

— Lo que queramos. Somos libres aquí.

Lo noto pensativo.

— Entonces, ¿paseamos por un campo de girasoles? — propongo.

Él sonríe.— Mis favoritas no sé como lo sabes. Pero aquí no hay girasoles.

— Oh, claro que las hay.— y en un chasquido de dedos nos teletransportamos a un campo de girasoles.— Disfrutemos.— busco su mano y la entrelazo con la mía.

Él se deja hacer. Observando con emoción a su alrededor.

— Es hermoso. Jamás pensé que experimentaría algo así. Y menos con un chico que apenas hable hoy.

Este Jimin está siendo diferente al de mis otros sueños. Me sorprende un poco. Aún así sigo disfrutando de su compañía. No todo puede ser 100% romance en los sueños, ¿verdad?








Solo en mis sueños ||| Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora