── imgonnagetyouback

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En la oscuridad de la noche y lo que parecía una gran llovizna, Oscar llegó a la casa en la que pasó la mayoría de su infancia, riéndose con la única chica con la que realmente se había sentido conectado.

Tocó la puerta, deseando que haya alguien en casa, que este ella y pueda verla después de tanto tiempo.

── ¿Hola? Oh, Oscar, que grata sorpresa── la mamá de la que fue su mejor amiga lo saludó ──Tu madre me comentó que vendrías, que grande estás ──

──Buenas noches señora Campbell, disculpe, quería saber si Alice se encontraba aquí──

──Deja las formalidades, querido. Llámame Francis, y respondiendo tu pregunta, Ali no está en casa, hoy empezó la mudanza a su nuevo departamento ──

El chico asintió decepcionado, sintiendo como todo lo que había hecho no había dado fruto.

──Pero hay una caja que Ali tenía que me parece que es para ti── La señora se adentró en su hogar mientras el chico esperaba tratando de mantener la paciencia

──Aquí está, no sé que abrázame adentro, pero tiene tu nombre escrito en uno de los lados, si quieres puedes llevártelo──

Oscar asintió rápidamente, su cerebro ahora maquinando el que habría adentro de aquella misteriosa caja

──Gracias Francis── el chico paró en seco al recordar otra cosa ──Si puede, ¿podría darme el número telefónico de Alice?──

──Claro──

Y así es como el chico partió nuevamente a su hogar, esperando llegar para revisar a detalle el contenido de la caja de cartón.

Al llegar a casa, con el corazón prácticamente orbitando fuera de su cuerpo, el castaño emprendió su camino hacía su habitación, tratando de no desesperarse.

Pero quien lo culparía, cuando la única chica con la cual soñabas de pequeño resulta haberse declarado, lo último que se esperaría de él sería la paciencia y calma.

Al llegar a dichosa habitación, esparció el contenido de la caja encima de la cama. Siendo revelada así un gran número de cartas. No podía negar que le daba temor abrirlas.

Habían muchas cartas, unas veinte, por lo menos, pero, todas eran distintas.

El envoltorio de cada una tenía un patrón distinto y cada una de ellas estaba decorada al máximo con pegatinas y dibujo pequeños, que lo hacían ver mucho atractivo e interesante al ojo.

Pero entre todas ellas, una resaltaba, y no porque era de un color vibrante, ni por la decoración qué tenía. Es más, esa carta era la más simple, su envoltorio era crema y no tenía ningún tipo de pegatina pegada, ni un rayón de lápiz.

Pero eso era lo que la hacía resaltar, era simple, su exterior no parecía ser lo más interesante, pero su interior seguro que lo era.

Por eso y solamente por eso, la carta crema fue la que Oscar decidió abrir primero..

En su interior, encontró dos hojas, cada una llena y completa de palabras que le aterraban leer, temía que en ellas solo encontrara la cruda realidad de lo ocurrido entre ellos dos. La realidad que solo lo culpaba a él.

Una vez empezó a revisar la primera hoja, sus ojos se humedecieron, volviéndose cristalinos, mientras que un sabor de culpa y arrepentimiento pintaba su boca.

Las preguntas sin responder tuvieron por fin una, las explicaciones que quería estaban más que presentes y tatuadas en esa pieza de papel.

Pero lo que Oscar no esperaba era encontrarse llorando por algo que pasó en el pasado. Algo que quizá ya no tenía importancia ahora y que debería haber dejado como estaba. Escondido y sin resolver.

Sin embargo, bien dicen que no se pueden prevenir las cosas, que todo un día saldrá, flotando en la realidad que creías haber armado, para cambiarla y redireccionarla según las decisiones que tomes a partir de ahí.
















strawb's mssg!
Prometo que la carta será más larga que esto!! (no m hago cargo de daños emocionales) chauup


THE SECRET OF US | Oscar PiastriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora