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1 Ron Weasley y Ginny Weasley: 1 mes
3 de agosto
2. Gabrielle Delacour: 2 meses
19 de julio
3. Neville Longbottom: 4 meses
1 de mayo
4. Harry Potter: 4 meses
2 de mayo
5. Luna Lovegood: 5 meses
15 de abril
6. Hermione Granger: 7 meses
14 de febrero
7. Pansy Parkinson: 10 meses
15 de noviembre
8. Blaise Zabini: 11 meses
8 de octubre
9. Draco Malfoy: 1 año (cumplió hace dos días)
13 de septiembre
10. Fleur Delacour: 2 años
15 de septiembre

Los puse con sus apellidos originales.

Bueno, sin más dejo el cap aquí y nos vemos en una semana.
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Damian había intentado todo para evitar esta reunión, pero como siempre, su madre tenía otros planes. Al final, no tuvo más opción que ceder cuando Talia prácticamente lo secuestró, igual que había hecho antes con su hermana Alina. Lo que más le molestaba no era el hecho de que lo llevaran en contra de su voluntad, sino el misterioso lugar al que se dirigían. Un lugar que, según su madre, debía permanecer oculto, aunque ese secretismo solo aumentaba la desconfianza de Damian.

Durante el trayecto, el aire tenso lo rodeaba. Podía sentir el aura impenetrable de Talia, su madre, quien caminaba a su lado con pasos rápidos pero llenos de elegancia. Damian intentaba hacerle preguntas, pero cada vez que abría la boca para pedir explicaciones, Talia lo evadía con la misma respuesta de siempre: "Pronto lo sabrás". Esa insistencia en mantenerlo en la oscuridad solo lograba que el chico se pusiera más alerta. ¿Qué tramaba? Si había algo que Damian sabía de su madre, era que nunca hacía nada sin un propósito muy bien calculado.

Finalmente, después de un largo caminar por lo que parecían ser interminables pasillos subterráneos, Talia murmuró casi en voz baja, como si el silencio del lugar fuera sacro:

—Llegamos.

Damian no esperó a que ella diera más detalles. Con un movimiento rápido, se quitó la venda de los ojos que había llevado durante todo el viaje, detestando no saber a dónde lo habían llevado. Ante él, se erguía una puerta metálica, sellada con tecnología avanzada, un sistema de seguridad que no había visto antes, al menos no en ningún otro lugar que su madre solía utilizar. Elevó una ceja, desconfiado, y volvió su mirada hacia Talia, buscando una respuesta que ella, por supuesto, no dio.

—Adelante —dijo su madre mientras abría la puerta con facilidad, permitiendo que la luz verde de la habitación iluminara el pasillo en el que estaban.

Damian avanzó, aunque con cautela. Sabía que, con Talia, nada era casual, y entrar en esa sala tenía un peso que podía sentir en el aire.

Lo primero que vio al entrar fue la figura de su hermana Athanasia, de pie frente a lo que parecía ser una cápsula de cristal que emitía una suave luz verdosa. No estaba sola; Mara, su prima, también estaba allí, ambas observando con intensidad lo que había dentro de la cápsula. A Damian le resultaba imposible ver qué era lo que capturaba su atención, ya que las dos chicas bloqueaban su vista.

—Athanasia, Mara —murmuró Damian, tratando de no sonar tan desconcertado como realmente estaba.

Athanasia giró lentamente hacia él, una sonrisa que bordeaba lo arrogante en sus labios.

—Madre, siempre es un placer verte —dijo con una reverencia superficial hacia Talia, antes de mirar a Damian con un destello burlón en sus ojos—. ¿Cómo va la vida entre los ricos, hermanito?

Damian puso los ojos en blanco ante la provocación de su hermana mayor, respondiendo con una mezcla de sarcasmo y afecto.

—Siempre puedes unirte si quieres, ya sabes. Padre estaría encantado de mimarte como lo hace con el resto de nosotros.

Return to life, in another bodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora