Querida Orden

Capítulo 8: Los alfileres comienzan a caer

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28 de agosto de 1996

Hogwarts, Escocia

—¡Merlín maldice a ese chico! —gritó Albus furioso mientras arrojaba una pila de pergaminos sobre su escritorio. En su concentración absoluta en encontrar a Harry, había dejado a Minerva para que buscara un profesor sustituto para Pociones. ¡Las cartas del ministerio lo hicieron enfurecerse con su subdirectora y con Harry Potter!

Había evitado la interferencia del ministerio en su escuela durante décadas, hasta el año pasado. Después de la debacle con Dolores, habría pensado que el ministerio no debía meterse en asuntos de los que no sabía nada. Las cartas de Marchbanks, el jefe del Departamento de Educación Mágica, decían lo contrario.

Miró con enojo las frases ofensivas. ' Debido a la caída de los estándares, es decisión del DME anular la decisión del Consejo de Gobernadores de Hogwarts y del director ausente según el Decreto Educativo Dieciocho y el tratado del Wizengamot con Hogwarts de dieciséis treinta y cuatro cuando se creó el Consejo de Gobernadores. El 28 de agosto de 1996, un equipo estará en la escuela para determinar la viabilidad de un mayor empleo del siguiente personal e inculcar...'

Dos días. Había estado en Amberes para hablar con un equipo de magos de ICW Hit que había enviado para encontrar a Potter. Había estado en el continente durante dos días para regresar a Binns después de haber sido eliminado, Sybille y Charity despedidas, Severus y Hagrid en libertad condicional y la adición de dos clases de las que había logrado deshacerse hace años.

Estaba considerando a cuatro nuevos profesores, todos ellos designados por Marchbanks con la aprobación de Scrimgeour y sin ningún consejo por su parte. Albus no quería Rituales y no creía que los nacidos de muggles necesitaran ninguna introducción al mundo mágico. El paquete con las cartas de primer año era más que suficiente y normalmente costaba menos de cincuenta galeones, en comparación con los casi dos mil que ganaba normalmente un profesor titular.

Furioso por tener que reunirse con el personal para presentar y establecer sus expectativas sobre su nuevo cuerpo docente al día siguiente, gritó: "¡ENTREN!" cuando llamaron a su puerta. Había estado tan absorto en las cartas que no había oído a la gárgola que anunciaba quién era.

La puerta se abrió para dejar entrar a Severus a la oficina. El hombre le miró con una ceja ligeramente levantada. "¿Potter todavía te tiene en un buen estado?" preguntó el hombre con expresión divertida.

Albus casi gruñó. "No me hagas empezar. ¿Lo ha encontrado el Señor Oscuro?"

—Si así hubiera sido, no tengo dudas de que el Señor Oscuro me habría llamado a mí y a todos los demás para presenciar la muerte del niño —dijo Severus.

Albus se pellizcó el puente de la nariz y se subió las gafas. —¿Ha habido alguna novedad?

—Lucius regresó hace dos días. Está planeando algo, pero se muestra inusualmente cauto al respecto. También tengo sospechas de que Draco y Narcissa se han visto involucrados en esto y que usará a Draco para llegar a ti —le informó Severus.

Albus cerró los ojos con fuerza. Ahora, precisamente, no era el momento de lidiar con un niño que jugaba a juegos de adultos. También significaba que necesitaba a Harry y que debía seguir adelante con sus planes de buscar los Horrocruxes como lo había hecho antes de que Harry se escapara.