/ ⁄ • Fue en el momento que sus ojos se cruzaron, que sus almas iniciaron una bella balada que recorrería todos los rincones del Reino.
• Jacaerys Targaryen x Oc female
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Palabras: 1015
Comentarios míos: Alayna no va a soportar el camino al bosque...
El Norte
132 d.C
La cena fue de todo menos agradable. Para Alayna hubiera sido mejor cenar sin la presencia del principito frente a ella, pero no. Su hermano lo puso allí para que cada vez que levantara la mirada, se encontrara con los ojos interesados del príncipe en ella.
¡Quería darle una patada en el trasero para que se largara!
Lo odiaba. No lo quería en su hogar. Durante la cena se dio cuenta que su hermano y el principito mantenía más conversaciones entre ellos, que el resto de personas ¿Por qué el príncipe no le propuso matrimonio a su hermano? Se notaba la tensión entre ellos dos. Y asi era mejor, porque ella no estaría metida en el medio ni tampoco compartiría con el príncipe. Luego la noche llego y cada uno se fue a su aposento.
Esa noche no durmió con la puerta con pestillo.
Ese día por la mañana su hermano la despertó entre gritos que saldrían a cazar un animal. Ella no tenía muchas ganas de ir pero a su hermano no le importo ¡Si le hacia compartir con el principito, patearía su peludo trasero! Lo que menos quería en la vida desde la tarde anterior, era compartir con el joven que la puso en una comprometedora situación en las criptas de Invernalia.
Tan bochornosa que cada vez que la recordaba, su rostro ardía en calentura.
— ¿Estas lista? —Preguntó Cregan.
Este venía con su típica capa negra y Hielo colgando de su espalda ¿Cómo soportaba el peso de la espada? Su espalda debía doler al final del día. Además, ¿Para que la llevaba a una cacería que se supone se usan arcos y flechas? Mejor ni preguntarle.
—Mi caballo aún no está listo, al parecer la yegua está preñada —gruñó, viendo al hombre que cuidaba de los caballos.
Este miro al suelo ante la mirada de su hermano.
— ¿Esta seguro? —Indagó.
—Sí, mi Lord —respondió el hombre—. Los síntomas son exactos.
Alayna bufó. Al menos no iría a esa cacería y no vería el rostro del príncipe. Genial. Pero claro que su hermano no pensaba lo mismo. Una sonrisa malévola había aparecido en su rostro y le do mala espina ¿Qué tramaba? Las veces que esa sonrisa apareció en su rostro, solo eran complicaciones en su vida.
