Extra 3

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Untó crema en las pequeñas mejillas del cachorro, presionándolas con cariño.

—Qué bonito eres, Jerome, lo mejor es que eres mi cachorrito. —dijo en voz chillona Satang.

Winny entró con una sonrisa, recostándose en la cama observando a su hijo y su omega.

—No te enamores tanto del cachorro que me sentiré reemplazado. —hizo puchero Winny.

—Tonto, siempre serás mi Winny.

Se acercó dando un largo beso al pelirrojo que no dudó en seguir el beso, la habitación se estaba acalorando mientras Winny acariciaba el brazo de Satang buscando algo más.

El timbre sonó y ambos se separaron con un leve sonrojo y una sonrisa.

—Cuida al cachorro, iré a ver quién es.

—Claro, nene.

Salió de la habitación yendo a la puerta principal a abrirla. Su mirada fue de sorpresa al ver a su madre y Prim afuera.

—¿Por qué están aquí?

—Traje pay de manzana. —entró su madre pasando a un lado suyo.

Satang observó a Prim, que ladeó una sonrisa y entró al hogar del omega.

—Debiste enviarme un mensaje para saber que vendrías. —entró a la cocina con los brazos cruzados.

—Era una sorpresa, ¿Dónde está Winny?

Satang tragó saliva endureciendo su mandíbula.

—Está ocupado —se acercó a la máquina de café—. Ya que trajiste pay, comámoslo con café.

Su madre asintió con una sonrisa.

Dejó el pay en medio de la mesa con platos, cubiertos y servilletas, comenzó a partirlo sintiendo la mirada de ambas omegas en él.

—Debo ir al baño, no tardaré chicos. —pasó su cabello detrás de sus hombros yendo al baño.

Ninguno se observaba, todo era un completo silencio, un silencio que para ninguno fue incómodo.

—Tal vez no lo sepas pero, me vi con Gemini.

Satang detuvo lo que hacía, levantando su mirada a aquella pelirroja que veía sus uñas.

—¿Y qué?

—Sigue tan guapo y espléndido como era en la preparatoria —suspiró con una sonrisa—. Me mostró fotografías de sus hijas, la mayor de ellas es tan parecida a él que es hermosa, aunque la pequeña no es tanto de mi gusto.

Satang sonrió burlón, dejando el cuchillo en la mesa y mordiendo su labio inferior.

—¿A dónde quieres llegar con esto?

—Parece que las cosas con Fourth van mal y piensa romper su lazo con él, me pidió que comenzáramos un amorío.

—¿Crees que te voy a creer?

—Si estoy mintiendo, ¿entonces por qué tengo las llaves de Gemini?

Sacó de su bolso un juego de llaves que traía colgando una fotografía de Fourth, Gemini y Dara.

Parpadeé en shock ante lo que veía, ella sonrió burlona y cruzó sus brazos.

Rodeé la mesa y fui hacia ella, acercándome lo suficientemente para quedar cara a cara.

—Más te vale alejarte, él ya tiene una familia y un omega a quién cuidar, así que no te ilusiones. —dijo entre dientes—. ¿Quieres que le diga a Fourth sobre esto o por qué me lo platicas?

A puppy? | Geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora