꧁ Los dos, azabache y peliplateado, caminaban hacia la finca Mariposa, acariciando con dulzura al pequeño animalito con cada paso que daban. El menor intentaba apartar las manos del más alto, quien no cesaba en su empeño de quitarle al gatito, lo cual claramente le estaba molestando.
– ¡Iguro! No es justo que lo lleves todo el camino, déjame cargarlo también – protestó Uzui, frunciendo el ceño con ternura. Sin embargo, Iguro no estaba dispuesto a ceder el adorable gatito al más alto, así que apartó suavemente la mano de Uzui del gatito, dedicándole una mirada fulminante pero protectora.
– ¡Ay!, ¡oye! – gritó ofendido Uzui.
– Yo lo encontré, por lo tanto el gatito es mío – gruñó Iguro, mientras se adentraban en la finca Kocho. Tengen seguía quejándose, intentando tomar al minino, pero Obanai se lo impedía con determinación.
– Te dije que no, tonto – advirtió, pero nuevamente fue ignorado, por lo cual no le quedó otra que darle un fuerte manotazo a Uzui.
– ¡Auh! No era necesario el golpe – se sobó la zona afectada, lloriqueando como un niño.
– Tantos idiomas y la gente solo entiende a golpes – murmuró para sí mismo, rodando los ojos. Dirigió rápidamente su mirada al pequeño animalito, acariciándolo con suavidad. Por alguna razón, ese tierno animalito le atraía, incitándole a estar con él.
– Ey, chicos, ¿qué los trae por aquí? – preguntó dulcemente una chica de cabello azabache con puntas moradas. Se acercó a ambos con una sonrisita, cuando de repente notó un bulto blanquecino en los brazos de Iguro –. ¿Qué traes ahí? – se acercó poco a poco. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, notó unas pequeñas orejitas puntiagudas y una larga colita pomposa. Supo inmediatamente de qué se trataba –. Oh, es un gatito – se acercó lentamente, extendiendo dulcemente su mano hacia el pequeño minino blanco, acariciándolo y sorprendiéndose por lo suave que era el pelaje de aquel precioso ser.
– Sí, Iguro lo encontró escapando de algo, así que lo cargó en sus brazos hasta aquí – explicó Uzui, también acercándose para acariciar el pomposo pelaje del animalito –. Decidimos venir aquí para ver si nos podías ayudar.
La mujer no respondió de inmediato, en cambio, siguió acariciando al animalito, sonriendo ampliamente con ternura.
– ¿Kocho? – susurró Uzui, mirándola curioso.
– ¿Eh?.. Ah, sí, sí, ¿en qué les puedo ayudar? – dijo algo apenada, mientras continuaba acariciando al gatito, quien ronroneaba plácidamente.
– Uzui y yo notamos lo flaquito que está, no sabíamos qué hacer, así que tú fuiste lo primero que pasó por nuestras cabezas – se incluyó Iguro en la conversación, levantando levemente su rostro, esperando una respuesta de Kocho.
– ¡Claro! Intentaré ayudarles, pero no sé mucho de animales, yo trabajo con personas, tontito – exclamó la menor con emoción, mientras tomaba al minino de los brazos de Obanai, quien bufó al no sentir el cálido pelaje del animalito en sus brazos –. ¿Qué esperan? No se queden ahí, pasen, pasen, que pronto lloverá. ꧂
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🍘 Kįťtėņ; ßaņēmí Håręm || RESCRIBIENDO/PAUSADA
Fantasy꧁♡ ...Porque el no era un minino normal... ♡꧂ ⊰⊹ Sanemi Harem ...