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🍵:

' Narrador Pov;

Estaban atonitos, mirando fijamente ese par de bellos orbes, color lavanda, eran magnificos, parecian iluminar la habitacion que se encontraba a oscuras, era un bello morado, conbinado con lila y rosa, eran increibles, una belleza natural.

Ninguno quitaba la vista de aquel bello felino de ojos brillantes, ellos realmente no querian asustar a tan bella criatura, pero lo estaban haciendo sin darse cuenta, el animalito templaba levemente, abriendo los ojos de par en par, intentando buscar un lugar, al cual saltar y escapar de allí.

La tentacion corria por la sangre de Rengoku, quien mantenia una muy enorme sonrisa, queria tocar a esa pequeña criatura, arullarla en su pecho con ternura, repartiendo besos por esa adorable carita, emocionado, estendio su mano hacía el felino, intentando alcanzarlo, cuando alguien aparto su mano, diciendo bajo:

– Lo vas a asustar, Rengoku-San, deja que se calme. – Musito suavemente el azabache, a lo cual, Kyojuro asintio, conteniendose, al menos por ahora.

Otro que se estaba muriendo de ganas por tocar aquel suave pelaje, era Giyuu, quien sentia sus manos temblar de la emocion, normalmente sabia como retener sus emociones, pero ese gatito empezaba a ponerlo nervioso, haciendolo sonreir ampliamente.

De repente, noto como el gatito dirijia su mirada hacía el, levantando poco a poco sus orejitas, okey, si antes no se podia resistir, ahora mucho menos, esos bellos orbes parecian llamarlo, y el hiba a responder.

Levanto su mano lentamente hacía aquella criatura de luz, acercandola a su cabecita, para acariciarlo con enfusivo cariño, el animalito poco a poco, se acercaba igualmente, estaba a nada de tocarlo cuando..

– ¡Ay! – Grito, apartando rapidamente su mano, Iguro le habia golpeado – ¡Que te pasa idiota! – Dijo, ya fuera de sus casillas, soltando un enojado gruñido, asusto al animal, quien rapidamente corrio por toda la habitacion, intentando salir, finalmente, termimo optando por esconderse debajo de uno de los sillones, fue lo suficientemente agil para que los pilares no le vieran.

– ¡Iguro, Tomioka! ¡Le asustaron! – Les dijo enfadada Kanroji, mientras se levantaba, al igual que todos los pilares, que intentaban encontrar al minino.

– Aquí esta. – Escucharon decir a Tokito.

...

Y bueno, eso es todo por hoy, mañana vendre con 5 capitulos más, besitos, bye.

🍘 Kįťtėņ; ßaņēmí Håręm || RESCRIBIENDO/PAUSADAWhere stories live. Discover now