Capítulo 3

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Esta noche pienso en cuánto ha incrementado mi devoción por los arándanos. ¿Existe algún santo o algo parecido? Porque quiero encenderle todas las velas del mundo hasta agotar la parafina.

Soy incapaz de creer ese encuentro —aunque nada más haya sucedido. Todavía.

¿Soy un tonto por creer en la continuidad del nosotros? ¿Será eso posible?

Esta noche pienso y pienso y pienso.

En su nombre, por ejemplo. Cómo escurre igual que la miel entre mis sentidos.

Zilé.

Pienso en cómo me reprimiré esto a futuro. Cómo reprimiré mi inocencia y la fantasía de todos estos escenarios.

Pero mis invenciones pesan más.

Me creo su príncipe.

Tengo una corona de papel esta noche. 

NUESTRAS CORONAS DE PAPEL (Precuela de «Lo que encontré cuando te perdí»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora