La luz en Slytherin.

Parte 3

Estábamos ya en el campo de Quidditch, al llegar algunos del equipo ajustaron su uniforme mientras otros hablaban amablemente. Draco por su parte estaba recibiendo instrucciones y estrategias para atrapar la Snitch dorada, yo por mi parte me encontraba amarrando mi cabello aún algo molesta.

Hey, Malfoy chica. –Una voz extraña me habló y voltee a ver– Un gusto, soy Mattheo Riddle, de tercer año. –El chico me extendió su mano y le devolví el saludo–

Lysanne Malfoy. –Me presente con una sonrisa más relajada–

Lo sé, escuché hablar de ti. –Mire curiosa intentando saber a lo que se refería– Los chicos de tercer año te hemos visto junto a Potter y los otros dos que estaban ahí, el pelirrojo y la sangre... –Justo cuando iba a decir eso fruncí el ceño– Perdón, y la chica.

¿Algún problema con eso? –Quite mi mano bruscamente del saludo y lo mire poniéndome a la defensiva–

No rubia, todo lo contrario, note como regañaste a tu hermano y seguramente ahora estás molesta por como él le dijo a tu amiga, aprovecha ese enojo y déjalo todo en el campo... tómalo como un consejo. –El chico me sonrió y noté lo que quiso decir "desquitar mis emociones en el campo" parecía buena idea–

Gracias por el consejo, Riddle. –Le agradecí por sus palabras–

Oh vamos, no seas tan formal, dime Mattheo, después de todo somos compañeros. –Una sonrisa sincera salió de la cara del chico a lo que yo asentí– Ambos somos cazadores, cuando yo te la pase aprovecha para desquitar todo, ¿de acuerdo?

De acuerdo. –Conteste con firmeza y una sonrisa– Por cierto, dime Lys. –Él me asintió–

¡Bien todos, a sus posiciones! -Escuchamos a Marcus gritar y todos nos dirigimos a nuestros lugares en el campo– Mellizos Malfoy, demuestren lo que tienen. –Nos hablo y ambos asentimos con la cabeza, de repente el silbato sonó y despegamos–

El día era perfecto para jugar Quidditch, sentí el calor del sol abrazar mi cuerpo, mientras el viento pasaba por mi cara, algo que se sentía simplemente refrescante, me sentía libre.
Los golpeadores habían despegado el camino para nosotros, mandando a los bludgers lejos nuestro. Mientras yo esperaba la Quaffle, note como Draco se movía ágilmente entre todos para atrapar la Snitch.

¡Es tuya rubia! –Me grito Mattheo para pasarme la Quaffle a lo cual yo la atrapé y me moví velozmente hacia el arco–

Esquivé a los otros chicos mientras Mattheo me seguía por si acaso, rápidamente lance la Quaffle al arco anotando los primeros puntos.

¡Estás en tu punto niña! –Escuche a Mattheo gritar con una gran sonrisa, me acerque volando a él y chocamos los 5–

El entrenamiento siguió, logré demostrar destreza y habilidad anotando puntos para el equipo, también trabaje en equipo junto a Mattheo y el otro cazador. Terminando todo me despedí de los chicos y de mi hermano, salí volando rápidamente hacia la cabaña de Hagrid con esperando a que los chicos aún siguieran ahí.
Al llegar escuché voces en el interior, así que golpee la puerta y me abrió el dueño del lugar.

Hagrid, buenas tardes, ¿Hermione está? –Le pregunté con la esperanza de poder arreglar lo que le había dicho mi hermano–

Pasa Lys. –Me indicó él y dejo lugar para que yo pueda entrar a lo que hice caso, cuando entre logré ver a Harry sentado junto a Ron mientras él pelirrojo vomitaba babosas, de repente la chica corrió y me abrazó fuertemente–

Hey, hey, perdón por tardas, tuve que ir a entrenar. –Dije mientras le devolvía el abrazo– ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes, principessa? –Pregunte diciendo a último una palabra en italiano–