Juego de Tronos: Pruebas y tribulaciones del guardián del juramento

Capítulo 37: La Víbora Roja de Dorne

En la Fortaleza Roja...

Daveth Baratheon había estado sentado en su habitación preparándose para la boda, vestido con las más finas sedas. Su ropa era negra y dorada, tenía mangas de color rojo carmesí con una capa carmesí y su corona de ciervo estaba junto a él. Pero frente a él estaban Lord Yohn Royce, Lady Anya Waynwood y Ser Vance Corbray, quienes llegaron por invitación de Daveth.

"Gracias por venir a Desembarco del Rey tan pronto como pudieron, señores", dijo Daveth antes de volverse hacia Anya. "Mi señora. La boda real comienza en dos días, pero estoy seguro de que tienen ciertas razones para venir. Lord Varys me ha informado que cada uno de ustedes ha solicitado una audiencia de suma importancia conmigo. Bueno... aquí estamos. Dile Yo. ¿Qué les ha estado preocupando a todos?

Lord Royce fue el primero en hablar. "Pedimos disculpas por no acudir en tu ayuda durante la rebelión antes, pero no es por eso que estamos aquí. No. Nuestras preocupaciones comerciales radican en el acuerdo que hiciste con Lady Arryn, especialmente con esa serpiente Baelish".

"¿Y qué es lo que te molesta de él, Lord Royce?"

"No necesitaba oír hablar de él. Prestamista, prostituto. Sin ánimo de ofender, Su Gracia, pero Baelish ha estado lamiendo las botas de su señor abuelo durante tanto tiempo, que es un milagro que su lengua no esté negra".

Ya veo que he decidido no andar con rodeos. Es bastante directo, ese Bronze Yohn, se lo concedo', pensó Daveth mientras guardaba silencio.

"Y cuando nuestro difunto Lord Jon Arryn decidió nombrarlo Maestro de la Moneda, a nadie le importó", continuó despotricando Yohn. "Siempre ha sido un trabajo sucio. ¿Por qué no dejar que un hombre sucio lo haga? Pero cuando me enteré de que arreglaste un compromiso entre Baelish y Lady Arryn..."

Daveth lo interrumpió. "Todos sabemos que no era un secreto ni una coincidencia que Lord Baelish y Lady Arryn tuvieran una historia pasada dada su infancia en Riverrun, mi señor. Todos sabemos lo... 'cercanos'... que eran. He visto bastante de eso cuando era niño, así que no hay necesidad de recordarme un pez tan extraño".

El silencio llenó la habitación.

"¿Quieres decir que no lo sabías?" él levantó una ceja. "Por supuesto que no. Lysa nunca amó a Jon Arryn, pero cumplió con su deber como Tully de todos modos... al menos durante 17 años, dada su cordura. Luego fue libre de hacer lo que quisiera ahora que ahora está casada con Lord Baelish. ".

"No es necesario que nos lo recuerdes", dijo Yohn algo bastante disgustado. "Deberías haber visto cómo crió a su hijo. Alimentándolo con sus propios pezones cuando tenía 10 años frente a nosotros..."

"¡Lord Royce! Las predilecciones de Lady Arryn eran asunto suyo", intervino Anya. "La preocupación y el bienestar del Valle también es asunto nuestro".

"Por supuesto."

-prosiguió Lady Waynwood-. "Es cierto que todo el mundo sabe que es un pez extraño, pero nos parece... extraño que se case con Lord Baelish tan pronto después de mantenernos a todos aislados en el Valle durante tanto tiempo. No veo "Que ella haya hecho algo tan imprudente, no por elección propia, a menos que a Lady Arryn se le prometiera algo a cambio".

"El Valle podría haber regresado al redil cuando Lady Arryn y su hijo Robin doblaron la rodilla, pero todavía no somos los Siete Reinos", respondió el Joven Ciervo. "Cada uno de nosotros tuvo que hacer sus propios sacrificios, Lady Waynwood, pero yo me estaba irritando cada vez más con la obstinada persistencia de Lady Arryn de no responder a mi convocatoria hasta hace poco. Es extraño que después de su boda con Lord Baelish ella de repente decidiera obedecer".