Capítulo 3 2/2 - Una luna nublada y una copa vacía.

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Teobaldo luego de haber recibido esa humillación pública simplemente se limito a limpiarse la cara y esperar por la inminente despedida de Rebbeca.

- ¡¿Que carajos acaba de suceder?!- Preguntó Rebbeca confusa tanto como fúrica. - ¡¿Quién era esa loca?!- Mientras con una servilleta ayudaba a limpiar el desastre.

- Tú lo has dicho, ¡Una loca!- Respondió Teobaldo intentando zafarse.

- Oh no no, ella te conocía, ¡No creas que me vas a convencer así, te palideciste apenas la vista y eso ha de ser por algo!- Respondió aún mas molesta.

Teobaldo sólo intentaba buscar una manera de salir de ahí ileso, aunque sabía que no podría, tenía que intentar algo... Tal vez con algo que nunca uso en sus citas antes... Suspiró por la derrota - Aaagh esta bien... Si quieres que sea honesto esa era una ex, estuvimos juntos por un tiempo y se tomó un poco a pecho el hecho de que termináramos.-

Rebbeca solo guardó silencio, tratando de controlar su enojo un poco ya que podía ser un poco (muy) temperamental. Recobrando un poco más la paciencia y la calma con la ayuda de un trago, continuo preguntando. - Y... ¿Hace cuánto terminaron exactamente?-

Teobaldo ya rendido decidió contar todo y acabar esta pesadilla de una vez. - Mira, no vale la pena que no cuente así que te diré todo. Ella y yo estuvimos juntos por 5 meses y resultó ser un poco muy controladora para mi gusto, así que hace una semana decidí acabar todo con ella... Excepto que ella no quería que las cosas fuesen así claro esta.- Contestó finalmente y añadió un comentario - Te entenderé si quieres largarte y no verme más- Suspiró y miró hacia la ventana, buscando fútilmente aquella luna escondida entre nubes.

Rebbeca quedó en silencio de nuevo, no sabía que hacer, estaba pensativa, brochazos de dudas empezaban a pintar su mente, ya no sabía si quería continuar con esta aventura o no. - "Claro primera cita en años y esta vaina pasa"- Al finalizar unos cuantos minutos de silencio Rebbeca decidió hablar.

- Escucha, esta noche estuvo estupenda si obvias los últimos 10 minutos, fue muy agradable pasar este rato contigo.- ("Ahí viene el Pero"- Se dijo Teobaldo) Pero en realidad no sé si puedo continuar en esto.- Estableció Rebecca.

- "Lo sabía"- Teobaldo decidió voltear, y clavó su mirada de nuevo en Rebbeca. Suplicando piedad esta vez.

- Lo entiendo.- Dijo antes de cerrar los ojos, suspirar y empezar a levantarse para marcharse del lugar.

Rebbeca simplemente veía en cámara lenta cómo sucedía todo, desde ese lanzamiento profesional de vino hasta cómo Teobaldo se iba. Se mordió el labio inferior como signo de derrota también, esta noche al igual significaba algo para ella.

- Espera.- Dijo Rebecca agarrando su mano derecha. ("Puede que me arrepienta de esto, pero puede que no"- se dijo Rebbeca) - Te daré una segunda oportunidad por al menos ser honesto conmigo... Yo te escribo.- Finalizó con un toque esperanzador.

Teobaldo sonrió alegremente, se le acercó y le dio un suave beso en la mejilla para despedirse y agradecerle a su vez, mientras le susurraba un pequeño "gracias" al oído que causo que el cuerpo entero de Rebbeca sufriera escalofríos.

Ella simplemente lo abrazó brevemente y se fue del lugar sin decir nada. Aunque un poco feliz con ese último beso.

Ya eran las once de la noche, el frío se había hecho más prominente y las calles más desérticas, lo único las decoraba eran las cambiantes luces de semáforos y los postes de luz a lo largo de las aceras. Cuándo Rebbeca se encontrase abriendo la puerta del carro recordó que tenía tres mensajes no leídos de su amiga, decidió chequearlos antes de subirse su pequeño vehículo.

"- ¿Y entonces? ¿Llego el tipo o no?-" el primer mensaje recibido a las 8:32 p.m
"- Mira párame bola.-" mensaje recibido a las 8:35 p.m
"- Nojoda me fui.-" mensaje recibido a las 8:46 p.m

Enviando mensaje para: Antonieta. A las 11:13 p.m
Txt: "- Mira vete parando de esa vaina que te tengo unos cuentos.-"

"- Si va.-" mensaje recibido a las 11:14 p.m.

...

Teobaldo ya estaba en su sedán rojo en dirección a su casa, con los vidrios bajos el viento soplaba intensamente dentro de su vehículo moviendo su larga cabellera castaña, relajando su mente y su cuerpo por lo ocurrido, aparte la falta de vehículos le hacía más sencillo maniobrar a altas velocidades por la vía, aunque no tomaba tanto llegar a su residencia, el decidió tomar un pequeño tour por la cuidad mientras acomodaba sus pensamientos.

"- ¿Cómo es posible que me haya pasado esto?-"

"- Es decir, no es tan inesperado pero... ¿Justamente con esta chica tenía que ser la primera vez que me hacen eso?"

"- En primer lugar ¿Por que me preocupo tanto por arruinar las cosas con Rebbeca? Apenas nos hemos visto dos veces...-"

"- Y he conocido muchas mujeres hermosas antes... ¿Por que ella causa tanta confusión en mi?-"

"- Rebecca...-" Terminó de preguntarse Teobaldo antes de virar bruscamente a la izquierda y frenarse en seco.

"- Maldita sea." Maldijo antes de retomar la ruta hacia su casa.

...

Las caricias de TeobaldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora