Capitulo 4

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No pudo dormir. La alarma sonó de fondo mientras sus ojos estaban firmemente cerrados. Gruñó de frustración y se levantó de la cama. Caminó hasta el baño para lavarse los dientes y la cara, su rutina diaria, hasta que notó un leve cambio en sus ojos. Apenas perceptible si no sabías que buscar. Se acercó al espejo y pudo vislumbrar la extrañeza: sus ojos estaban levemente rasgados en horizontal. Se alejó con un grito cuando notó la leve deformación y se cambió rápido para salir del baño. Hoy tenía una lista larga de tareas por lo que no podía llegar tarde. Corrió hasta las cocinas con la idea de encontrar a Jarran y hablarle de su descubrimiento. El cabello blanco matizado con rojo se asomó por el pasillo y Vass lo reconoció de inmediato.

-¡Jarran!Jarran se dio la vuelta con una bandeja en la mano.-¿qué sucede cachorro? -preguntó despreocupado. Llevaba comida de un lado a otro como si estuviera preparando una de esas cenas importantes para alianzas.-necesito que mires mis ojos.Jarran se detuvo en seco y le lanzó una mirada confundida -¿qué?-mira mis ojos, están raros.-yo no veo nada raro.-no, sí lo están, mira, los humanos no tenemos los ojos así, nuestras pupilas son redondas, no ovaladas. No, ni siquiera son ovaladas, parecen--para -interrumpió Jarran con un suspiro -, ¿cuál es el problema?Vass no pensó que fuera un problema grave. Todavía puede ver, así que...-no sé de dónde salieron, no sé por qué el cambio.-quizás tu sangre mixta este interviniendo. No puedes pretender que tengas una típica apariencia humana cuando posees otra sangre dentro tuya -explico con calma -.Jarran tenía razón, Vass estaba haciendo un drama por algo que no tenía mucha importancia. Ya tenía sus dientes afilados y garras, unos ojos diferentes no debería importarle tanto. Miró hacia abajo abatido. ¿Hasta cuanto más puede cambiar su fisonomía?, ¿lo reconocerán sus amigos si sigue cambiando?El cocinero suspiró y depositó la bandeja sobre la mesada.-entiendo que sea algo que te preocupa, pero él cambio en tu cuerpo no hará que cambies quién eres. No sé qué tendrás en esa cabeza tuya, pero deja de preocuparte tanto y haz tus deberes. Vass levantó la cabeza y asintió, agarró un plato y se dirigió al comedor.-antes que te vayas, Vass, te ves terrible ¿has dormido algo? Vass se giró para verlo mejor e hizo una mueca. Jarran se llevó una mano a sus cejas y empezó a frotarlas y murmurar algo de que los cachorros no saben cuidarse a sí mismos y demás cosas parecidas.Se sentó en la mesa más cercana a la salida para irse rápido. Revisó su datapad y notó la fecha estelar. Había pasado un día desde que fue el experimento personal de Siena. Frunció el ceño confundido. Juró que había pasado más días. Quizás el sueño si le había afectado más de lo que creía. ...Bueno, esto si es raro. Él estaba bastante seguro que estás tareas ya las había realizado. Incluso tuvo una especie de déjà vu cuando el disyuntor falló y dejó una estela de chispas en el área y Vass tuvo que trabajar con Yulak, uno de los seguidores de Hako'faz, para arreglarlo. Sin embargo, él hizo cosas diferente a lo que asumía como déjà vu solo para desafiar ese sentimiento. Creía que sí lo hacía entonces podría evitar esa imagen de Parei en el suelo, ensangrentada. Vass sacudió la cabeza. No. Ahora no. Debía enfocarse en el trabajo y no en las imágenes que invadían su mente. -Vass, ¿puedes escucharme y pasarme esa herramienta? -el tono molesto de Yulak lo sacó se su cabeza.-¿qué?Yulak suspiró enojado y dejó lo que sea que estaba haciendo para mirarlo con el ceño fruncido y una mueca de desagrado.-no sé qué este pasando contigo estos días, pero resuélvelo. Necesitas concentrarte en esto o sino todos moriremos. Quedó sorprendido por la certeza de las palabras.-¿a qué te refieres? -Vass se cruzó de brazos y lo miró con descaro.Yulak volvió a arreglar el panel de control nuevamente como si la conversación no hubiera surgido.-estas raro, no presta atención, disminuiste tu repertorio de chistes, no hablas tanto como antes, ni intentas coquetear con cualquier ser vivo sensible, ¿sigo?-no, está bien, ya has nombrado todas mis cualidades positivas y más cautivadoras. Yulak bufó molesto. -lo que sea. Solo digo que no sé qué te sucede, pero soluciónalo, necesitamos que todos los sistemas filtren la energía del trilitio hacia los propulsores o no sobreviviremos a la próxima redada. Yulak volvió a lo suyo restándole importancia a Vass. Él se sacudió la picazón en su conciencia y volvió a trabajar, dejando de lado aquella incomodidad. Para cuando terminó todas sus tareas, su cuerpo se sentía exhausto por el esfuerzo. No obstante, está noche sería noche de juegos y si seguía su plan al pie de la letra (el de evitar aquellos déjà vu raros) entonces debía ir a la cubierta y participar. Aún que su cuerpo no lo quisiera. ...Siendo sincero, le sorprendía la energía que emanaba el puente y lo contagiosa que era. Vass camino hacia Hako'faz y le sonrió con sorna.-¿todavía quieres que juegue? -preguntó él acercándose a la mesa con las cartas.El juego consistía en el típico juego humano de apuestas, muy similar al póquer, solo que en vez de apostar por créditos (el dinero comercial intergaláctico) se apostaba con puntos de transferencias (o como les gusta decir a la tripulación, puntos T.). Estos puntos se podían canjear tanto créditos como objetos materiales como también información. Vass descubrió que funcionaba de la misma manera que una transferencia bancaria en La Tierra. Hako'faz le devolvió la sonrisa.-perderás, Vass, y tendrás que buscar otra manera de pagar tu comida. Mejor ve a replantearte una mejor manera de ganar dinero.Él volvió a centrar su atención a la mesa. Halu repartía las cartas al lado de Hako'faz y frente a él estaba Amya, por lo que tenía un asiento vacío a su lado. Se sentó y colocó su datapad sobre la mesa mostrando los 10 puntos T. como iniciativa. Vass pudo notar el bufido y la risa corta de su rival, pero no le daría la satisfacción de perder. -reemplazaré a Yulak -dijo mientras agarraba sus cartas, podía ver por el rabillo del ojo a Yulak recostarse contra la pared de brazos cruzados cuando vio que su lugar estaba siendo ocupado. Vass sonrió para adentro - Y ganaré sus piezas, muchachos, porque soy el mejor jugador que hayan visto -desafió.-bien, mejor jugador, demuéstrame que esa arrogancia tiene un lugar decente aquí.Vass siempre fue bueno jugando a las cartas. El póquer, escaleras, el uno, incluso los juegos de mesas más complicados siempre se las arreglaba para salir victorioso. Así que, claramente, el tenía las de ganar en esta partida. Además, Vass se jactaba de ser muy buen observador y estratega por una razón válida, así que no tenía miedo a un nuevo juego adherido a su salón de ganador. Sonrió con sorna para burlarse de Hako'faz y levantó su primer mano.El perdió.Y no solo perdió. Él perdió la mitad de sus ganancias de esta semana. En sus manos estaba el peor palo que pudiera haber jugado, así que se rindió antes de que le quitaran hasta sus calzoncillos. -gracias por la donación Vass, creía que habías dicho que ganarías.-oh, cállate. Solo estaba dejándote ganar por lastima.Se levantó de la mesa y se fue las cocinas. Quizás estar solo unos segundos le quitaría el amargo sabor de la absoluta y humillante derrota. Camino derrotado hasta la mesita donde siempre se quedaba cuando algo le molestaba o cuando no podía dormir. Jarran siempre estaba dando vueltas en la cocina, ese hombre se tomaba muy en serio su trabajo, por lo que verlo allí no le sorprendió. Y podía decir que Jarran pensaba lo mismo sobre Vass. -¿no has podido dormir, cachorro? Vass se sentó en la silla desparramado.-sabes que tengo 19 años, ¿no?, ¿por qué me sigues llamando así? No soy un niño.Jarran soltó una carcajada desde el fondo de las cocinas. -sabes que mi raza es longeva, aquellos que no cumplan los 25 mu (años) son cachorros todavía- Jarran se recostó sobre el marco del umbral -. Nuestra raza tarda en desarrollarse, si bien sus cuerpos ya están formados, su sinapsis cognitiva aún es demasiado inocentes. Para mí aún eres un cachorro demasiado joven -se encorvó de hombros antes de adoptar una postura más relajada.Vass se sorprendió por el dato, no tenía idea de que los chith-ilis eran una raza tan longeva, ni siquiera sabía que los niños tenían tantos años. -oh. Bueno, los humanos llegan a la edad adulta a los 18, así que podría decirse que supere esa edad -dijo él pensativo.Jarran descruzo sus brazos y caminó hasta el fondo de la cocina nuevamente.-aun así, eres demasiado joven cachorro. No deberías estar en una nave como esta. Ni mucho menos en un trabajo como el nuestro. La voz de Jarran sonaba triste, pero con el semblante siempre serio que poseía, Vass no sabía si era así o si solo estaba imaginando cosas. Él cocinero volvió y le colocó una taza de algo espeso y color morado. Jarran hizo un gesto de silencio con su mano y le guiñó un ojo.-estos 2 ud has estado disperso, cualquiera puede decir que no has estado siendo tú mismo. Esa bebida puede ayudarte, es un regalo de la casa.-qué curioso, Yulak había dicho algo parecido -susurró contra la taza.Jarran se fue nuevamente dejando a Vass confundido. Agarró la taza entre sus dedos y olfateo la bebida. Tenía una pizca de dulzor mezclado con algo que no lograba detectar, así que cerró los ojos y bebió un poco. Grande fue su sorpresa cuando la explosión de sabor llegó a su lengua. Sabía a chocolate, pero no completamente a chocolate y literalmente, sentía burbujas explotar dentro de su boca, era sabroso y le hizo lagrimear un poco. Quizás Jarran tenía razón, quizás ésta bebida podía ayudar a su estado de ánimo porque ni bien terminó de beberlo, se sentía mucho mejor, más reconfortado. Miró el interior de la taza y se quedó allí por unos minutos.-oh espero que no te haya hecho nada raro, nunca tuve que convidarle Sartú a un humano.-¿Sartú? -preguntó él. Aun sentía el sabor y las pequeñas explosiones en su paladar.-sí, una bebida dulce de mi planeta. A los cachorros les encanta y por lo que veo a ti también.Vass sonrió -sí...Jarran tomó su taza y lo mando a la cama. Era demasiado tarde para estar despierto cuando al día siguiente debía hacer sus tareas y esforzarse mucho más ahora que perdió sus ganancias. Que por cierto, aun le dolía. Se despidió de Jarran y se dirigió a su cuarto. Allí, en la oscuridad de la recamara, sintió por fin el peso del día caer sobre su cuerpo y se durmió antes de que se diera cuenta.



Ecos en las estrellas, parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora